Aznar considera que España está en una "coyuntura dramática",porque "existe un riesgo cierto existencial" para su continuidad "como nación, como comunidad política de ciudadanos libres e iguales y como Estado bajo el imperio de la ley aplicada por jueces y tribunales independientes". Y es que considera que "por muy espesa que sea la retórica embarrada que tenemos que sufrir", lo que esta en marcha, a su juicio, es "una operación de desmantelamiento de la Constitución, de destrucción de su legitimidad y de reversión de una gran historia de éxito".
Considera José María Aznar que "los sucesivos gobiernos que han resultado de la alianza entre la izquierda y el secesionismo han dilapidado el capital político del consenso constitucional hasta sencillamente agotarlo", lo que considera "el hecho más destructivo que hemos padecido en la política democrática y un ataque cotidiano contra la Constitución".
Además, a su juicio, la entrega del PSOE "o lo que hoy sea este partido" al secesionismo, hace que los independentistas "crean haber encontrado su momento, el que marca el punto de no retorno hacia destrucción de la Constitución", lo que coloca, a su juicio, a la Carta Magna y a España, ante un enorme peligro. Para él, el dilema "es sencillo pero dramático": si se destruyen los valores, las actitudes y las decisiones, que marcaron la Constitución y la convivencia durante más de 40 años "el resultado será el fracaso".