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El problema de Super 8 no es ninguna de las generalidades que he leído por ahí. Es una cuestión puramente técnica, algo que curiosamente no tiene nada que ver con las anteriores películas de Abrahms: exceso de guión. La película podría cerrar el círculo si se concentrase en el conflicto entre el niño y su madre, pero es que también tiene conflicto con su padre, y con la chica, y ésta a su vez con su padre, y los padres de ambos entre sí ¡hasta se apunta un triángulo amoroso, con el director gordito! Es tal la cantidad de tramas emocionales que el momento en el que todas tienen que colisionar, o sea, en EL TERCER ACTOOOOORL, el ritmo flaquea. Pero tampoco es un drama ¿Eh? Creo que el fan medio de Spielberg ha lidiado con terceros actos mucho más insostenibles sin llevarse las manos a la cara.
El facepalm lo hago yo al escuchar más o menos que los diálogos están mal ¿¿??, que los personajes están desdibujados ¿¿¿??? o que el monstruo está mal integrado en la historia ¿¿¿¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿??. Esta película tiene un nivelón tan espectacular en la construcción de secuencias, (los chavales atravesando el pueblo devastado, todas las escenas del rodaje, las set pieces del autobús y la gasolinera, las dos revelaciones proyectadas en pantallas)y la riqueza en los detalles (los resoplidos del monstruo sobre la cara del protagonista, los datos inconexos sobre la muerte de la madre, el relieve de las paredes de la cueva, los dos sustos en mitad de frase), tiene tantos momentos gozosos en el entrecruce de personajes (cuándo fue la última vez que viste una pandilla de niños aventureros en una película y no miraste para otro lado) que despreciar la película me parece una variable más del síndrome del portero de discoteca (la exhibición de poder a través de la negación). Yo esperaba que un megamix como éste del cine de consumo de los ochenta (se cita hasta EXPLORADORES, toma ya) serviría para comparar el cine de entonces y el de ahora. Veo que, en realidad, sirve para comparar cómo eramos como espectadores entonces y cómo somos ahora.
Está claro que si bajas tus expectativas, no te disgustará.Yo, rogaría, que el debate fuera la película Super 8, no si le ha gustado a Magnolia. Tengo muchas ganas de verla. A ver si puedo acercarme este fin de semana.
Carlos, por el aprecio que te tenemos, te agradeceríamos que pusieras link a tus críticas y comentarios personales aquí, porque en tu web podemos ver lo que nos dices ...
Coincido con la crítica (otro que se une a lo que ya decimos varios).
Yo encuentro que la banda sonora sobreactúa demasiado.
Giacchino ha querido hacerse notar frente a su referente Williams, y a puesto toda su carne en el asador.
Un poco de mayor contención y menor protagonismo por su parte hubiese estado mucho mejor.
Cooper, yo creo que Giachino ha sido el único que no se quería parecer a su referente (Williams), por eso su música "a su aire" a mí me convenció por completo y creo tiene toda la personalidad del mundo. De hecho, creo que es casi lo único personal del film.
El bicho está diseñado por el mismo de Cloverfield. Y no pasa de ser más que una versión arácnida de aquel.Coño, esa es otra, el bichardo. ¿Era algo parecido el de Cloverfield no? Es que creo recordar que también andaba a lo "tarántula". Incluso la nave, se llegaba a ver al final? O simplemente se veía un puntito caer al agua?
Me pareció un detalle curiosón que se me olvidó comentar, sí.