Curioso, curioso, curioso, Milsatch. Para defender una posición: "No decían Milán, muérete", la justificas diciendo que decían "Trias, muérete".
Y te quedas tan ancho. El caso es que se muera alguien. Aquel que no nos gusta, que la palme.
Asimismo, muy hábilmente, te centras en el Milan muérete...