
El miércoles se estrenó por fin esta serie, acerca de una casa embrujada y de sus inquilinos, viejos y nuevos. Lo que en principio parece que va a ser una típica historia de fantasmas se convierte, al menos en su primer episodio, en un festival freak de consecuencias impredecibles en los siguientes capítulos.
Particularmente me ha atrapado el tono extraño, los personajes y la ambientación que hace de esta serie algo diferente a lo que estamos acostumbrados. La seguiré con interés, a ver qué caminos toma. Pero desde luego, el piloto, me parece muy recomendable.
