A pesar de que en el post incluyo unas cuantas fotografías, prefiero publicarlo en esta sección para que si os apetece hablemos sobre las cámaras compactas realmente de bolsillo. Llevo mucho tiempo buscando una cámara que pueda llevar siempre encima, con la que me encuentre a gusto y que me de una calidad suficiente como para no maldecir los resultados al compararlos con los obtenidos con mi Canon 5D.
Mi último intento fue con el formato Micro 4:3 a través de la Panasonic Lumix DMC-GF1. Una cámara muy interesante, con objetivos intercambiables, con ópticas de gran calidad, con un 20 mm f/1.7 extraordinario, y con un formato compacto ... pero no de bolsillo. Conclusión, habitualmente está en el armario, acompañando a la 5D esperando que exista una ocasión para sacarla de paseo.
En una escapada reciente a París en compañía de Txomin y nuestras respectivas, pude comprobar que lo que tenía con la GF1 y el 20 f/1.7 (que son 40 mm en formato de 35) era bastante parecido a lo que llevaba Txomin con la 5D Mark II y un 50 mm f/1.8. Evidentemente abulta más, pero no tanto como uno se puede imaginar. Y está claro que en calidad de resultado una cámara como la 5D Mark II o incluso mi 5D a secas le dan un repaso al sensor de la GF1, así que tomé buena nota y me compré el 50 f/1.8, que es una óptica con una calidad bastante alta, y la reina de la calidad precio si tenemos en cuenta los 79 € que me ha costado.
Mi búsqueda de una cámara completamente de bolsillo seguía adelante. El formato lo tenía claro. Tenía que ser parecida a la Lumix FX01 de Panasonic que tuve en su día, no mayor de un paquete de tabaco, con la óptica retráctil y con las formas más limpias posibles. Sabiendo que la vas a llevar en el bolsillo y que cuando haga buen tiempo será en el del pantalón, no apetece que tenga nada que sobresalga excesivamente.
Y al tema del formato hay que añadirle el asunto de la calidad. Quiero una cámara con potencial, con una óptica decente, con un buen angular pero a poder ser con un rango focal más amplio, con un sensor que sea capaz de captar detalle en condiciones de poca luz, que dispare en RAW pero que no me haga esperar entre disparo y disparo...
Llevaba tiempo con el ojo puesto en la Canon S90. Muy buenas críticas y algún que otro pero que con la reciente actualización del modelo al S95 han sido resueltos. La grabación de vídeo - que para mí no es una prioridad pero considero interesante - ha sido actualizada a HD en 720p y por lo demás cumplía con todos los requisitos.
Así que aprovechando la circunstancia de que un amigo tenía que estar un par de días en New York le dije que se pasara por B&H y que me la comprara. Por 320 € puesta en casa creo que es un excelente precio para una cámara con las características que tiene. Ahora ya ha bajado un poco de precio y aquí se puede conseguir entre 365 € y los 450 € dependiendo del zoco elegido.
Coincidió que cuando mi amigo me la trajo tenía programado un viaje de trabajo a Alemania, así que me la llevé y traté de ponerla a prueba tomando unos apuntes que quiero compartir con vosotros.
Este tipo de viajes que hago son express y no me dejan apenas tiempo libre, pues tengo actividades todo el día y por la noche sueles aprovechar para cenar con algún colega de allí y comentar cómo están las cosas. Te levantas a las 6 de la mañana y terminas a las 12 de la noche, coges un par de aviones - o cuatro dependiendo del destino - un par de trenes, unos cuantos taxis, algún coche de alquiler, siempre con prisa y con el tiempo justo, así que el tema de la cámara tiene que ser algo que no se note que lo llevas y que te permita aprovechar algunos tiempos muertos que entre tanto desplazamiento se suceden.
Aquí os dejo unas cuantas escenas cotidianas de ese viaje y algún otro apunte más de mis pruebas iniciales sin ningún tipo arte, tratando de ver cómo se comporta la cámara en condiciones de luz más o menos complicadas, y la verdad es que la pequeña me ha dejado un buen sabor de boca.
Aeropuerto de Stuttgart
Estación de Herrenberg, bien temprano
Altenstaig, al anochecer
Alguna instantánea más en aeropuerto de Stuttgart.
Creo que de rango dinámico no anda mal. Hay detalle en las sombras y las transiciones de color y brillo son muy atractivas.
El zoom está bastante logrado y no se pierde mucha definición como suele pasar con otras cámaras
Y los colores son muy naturales directos de cámara, nada exagerados ni por arriba ni por abajo en saturación.
Y algo más en casa. A ver si me doy una vuelta por Bilbao y os enseño cómo nos lo están dejando, que a veces ni yo mismo reconozco su nuevo perfil.
Lo que os comentaba del zoom se puede ver claramente en esta toma, bien definada a pesar de estar tomada a la máxima focal.
Y por último un par de apuntas más de ayer por la noche. Las ventajas de llevar la cámara siempre encima es que si te lías después de haber tomado unos potes y pruebas un restaurante nuevo un jueves a la noche, te puedes volver con tres o cuatro fotos ...
Están tomadas en un restaurante de comida internacional con platos de todo el mundo y un concepto de comida rápida de calidad que me gusta y en el que no me ha gustado que no me pueda tomar un café y el religioso G&T después de cenar. Se llama La Florinda, es del grupo Yandiola y está en el edificio de la antigua alhóndiga, completamente rediseñado por Philippe Stark y al que tengo que dedicarle un buen rato para mostrároslo. Me encanta.
La dominante magentosa es culpa de unos neones de color rosa que anuncian el nombre del local y era así como lo veía...
Puedes comer en una mesa o bien en una barra configurada alrededor de la cocina. Los 28 mm de la S95 me parecen muy, pero que muy buenos.
Hay una zona tipo txoko que está decorada con herramienta de cocina
f2, 1/30s e ISO 125 dan como resultado una imagen sin ruido. Esto e un recorte de la anterior.

Mi último intento fue con el formato Micro 4:3 a través de la Panasonic Lumix DMC-GF1. Una cámara muy interesante, con objetivos intercambiables, con ópticas de gran calidad, con un 20 mm f/1.7 extraordinario, y con un formato compacto ... pero no de bolsillo. Conclusión, habitualmente está en el armario, acompañando a la 5D esperando que exista una ocasión para sacarla de paseo.
En una escapada reciente a París en compañía de Txomin y nuestras respectivas, pude comprobar que lo que tenía con la GF1 y el 20 f/1.7 (que son 40 mm en formato de 35) era bastante parecido a lo que llevaba Txomin con la 5D Mark II y un 50 mm f/1.8. Evidentemente abulta más, pero no tanto como uno se puede imaginar. Y está claro que en calidad de resultado una cámara como la 5D Mark II o incluso mi 5D a secas le dan un repaso al sensor de la GF1, así que tomé buena nota y me compré el 50 f/1.8, que es una óptica con una calidad bastante alta, y la reina de la calidad precio si tenemos en cuenta los 79 € que me ha costado.
Mi búsqueda de una cámara completamente de bolsillo seguía adelante. El formato lo tenía claro. Tenía que ser parecida a la Lumix FX01 de Panasonic que tuve en su día, no mayor de un paquete de tabaco, con la óptica retráctil y con las formas más limpias posibles. Sabiendo que la vas a llevar en el bolsillo y que cuando haga buen tiempo será en el del pantalón, no apetece que tenga nada que sobresalga excesivamente.
Y al tema del formato hay que añadirle el asunto de la calidad. Quiero una cámara con potencial, con una óptica decente, con un buen angular pero a poder ser con un rango focal más amplio, con un sensor que sea capaz de captar detalle en condiciones de poca luz, que dispare en RAW pero que no me haga esperar entre disparo y disparo...
Llevaba tiempo con el ojo puesto en la Canon S90. Muy buenas críticas y algún que otro pero que con la reciente actualización del modelo al S95 han sido resueltos. La grabación de vídeo - que para mí no es una prioridad pero considero interesante - ha sido actualizada a HD en 720p y por lo demás cumplía con todos los requisitos.
Así que aprovechando la circunstancia de que un amigo tenía que estar un par de días en New York le dije que se pasara por B&H y que me la comprara. Por 320 € puesta en casa creo que es un excelente precio para una cámara con las características que tiene. Ahora ya ha bajado un poco de precio y aquí se puede conseguir entre 365 € y los 450 € dependiendo del zoco elegido.
Coincidió que cuando mi amigo me la trajo tenía programado un viaje de trabajo a Alemania, así que me la llevé y traté de ponerla a prueba tomando unos apuntes que quiero compartir con vosotros.
Este tipo de viajes que hago son express y no me dejan apenas tiempo libre, pues tengo actividades todo el día y por la noche sueles aprovechar para cenar con algún colega de allí y comentar cómo están las cosas. Te levantas a las 6 de la mañana y terminas a las 12 de la noche, coges un par de aviones - o cuatro dependiendo del destino - un par de trenes, unos cuantos taxis, algún coche de alquiler, siempre con prisa y con el tiempo justo, así que el tema de la cámara tiene que ser algo que no se note que lo llevas y que te permita aprovechar algunos tiempos muertos que entre tanto desplazamiento se suceden.
Aquí os dejo unas cuantas escenas cotidianas de ese viaje y algún otro apunte más de mis pruebas iniciales sin ningún tipo arte, tratando de ver cómo se comporta la cámara en condiciones de luz más o menos complicadas, y la verdad es que la pequeña me ha dejado un buen sabor de boca.
Aeropuerto de Stuttgart



Estación de Herrenberg, bien temprano



Altenstaig, al anochecer








Alguna instantánea más en aeropuerto de Stuttgart.

Creo que de rango dinámico no anda mal. Hay detalle en las sombras y las transiciones de color y brillo son muy atractivas.

El zoom está bastante logrado y no se pierde mucha definición como suele pasar con otras cámaras

Y los colores son muy naturales directos de cámara, nada exagerados ni por arriba ni por abajo en saturación.

Y algo más en casa. A ver si me doy una vuelta por Bilbao y os enseño cómo nos lo están dejando, que a veces ni yo mismo reconozco su nuevo perfil.


Lo que os comentaba del zoom se puede ver claramente en esta toma, bien definada a pesar de estar tomada a la máxima focal.

Y por último un par de apuntas más de ayer por la noche. Las ventajas de llevar la cámara siempre encima es que si te lías después de haber tomado unos potes y pruebas un restaurante nuevo un jueves a la noche, te puedes volver con tres o cuatro fotos ...
Están tomadas en un restaurante de comida internacional con platos de todo el mundo y un concepto de comida rápida de calidad que me gusta y en el que no me ha gustado que no me pueda tomar un café y el religioso G&T después de cenar. Se llama La Florinda, es del grupo Yandiola y está en el edificio de la antigua alhóndiga, completamente rediseñado por Philippe Stark y al que tengo que dedicarle un buen rato para mostrároslo. Me encanta.
La dominante magentosa es culpa de unos neones de color rosa que anuncian el nombre del local y era así como lo veía...

Puedes comer en una mesa o bien en una barra configurada alrededor de la cocina. Los 28 mm de la S95 me parecen muy, pero que muy buenos.

Hay una zona tipo txoko que está decorada con herramienta de cocina

f2, 1/30s e ISO 125 dan como resultado una imagen sin ruido. Esto e un recorte de la anterior.



