Dravot
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Parafraseando más o menos al comisario Gordon en El caballero oscuro, Batman: The brave and the bold (en adelante, BATB) es la serie que Batman necesitaba, no la que los fans querían. Una serie para niños (para niños inteligentes), con un tono desenfadado y que rescata elementos de los 50 y los 60 ¡horror! Y es que parece que Batman solo existiera, o solo fuera válido, a partir del lavado de cara que Frank Miller le realizó en los 80. Como mucho se salvarían a O’Neil y Adams, a Englehart y Rogers de la destrucción de la Sodoma pre-Crisis, pero non plus ultra. Porque ya sabemos que Batman en los 50 y los primeros 60 es algo de lo que avergonzarse ¿verdad? Extraterrestres, viajes en el tiempo, groupies con poderes mágicos, Batwoman, Batgirls varias, Ace el bat-perro, la tía Harriet ¡el Outsider! (que no Los Outsiders; busquen, busquen sobre ese personaje y alucinen) Pero donde más flagrantemente se manifestaban estos elementos sci-fi, mágicos y absurdistas era en The Brave and the Bold, cómic que surgió en 1955 para emparejar –y promocionar- a distintos héroes de la compañía y que en los 60 acabó teniendo a Batman como cabeza de cartel fijo dada su inmensa popularidad en la época. La colección duró hasta 1983.

BATB no se avergüenza de esa parte estrafalaria de la historia de Batman, todo lo contrario: se regodea en ella, actualiza y refina sus elementos, los recubre de una sana dosis de ironía y los presenta en historias donde priman el humor, la aventura y la caracterización de personajes, todo ello envuelto en unos diseños que evocan a Jerry Robinson, Dick Sprang, Jack Cole, Jack Kirby, al propio Bruce Timm e, incluso, a los Looney Tunes. Los realizadores de esta serie conocen a Batman, conocen su historia y la respetan, lo que no quita para que puedan reírse CON ella. No podría esperarse otra cosa con James Tucker al mando de la serie: otrora productor y asistente de Bruce Timm en Superman: The animated series hasta Justice League Unlimited, es un hombre del que el propio Timm se sorprende por su conocimiento enciclopédico de la historia de DC comics y de su capacidad para destilarla en productos asequibles para un público no familiarizado con sus personajes. En la labor de desarrollo de BATB le acompañan viejos conocidos de la animación deceíta: Paul Dini se ha encargado de escribir algunos episodios de la serie; Andrea Romano, directora de casting, ha vuelto a acertar –y van…- a la hora de escoger las voces idóneas para este proyecto, mientras que en la parte musical, Lolita Ritmanis, Michael McCuistion y Kristopher Carter dan un giro a sus habituales composiciones sinfónicas para ofrecer unos electrizantes temas en los que priman los elementos jazzísticos.

Pero en esta serie, Batman solo es la mitad del total, quedan sus compañeros de aventura. Cogiendo de aquí y allá, desde la historia más reciente de DC (el moderno Blue Beetle) hasta sus rincones más oscuros (¡Detective Chimp! en serio), la serie desarrolla con una destreza envidiable a estos personajes. Como muestra, dos botones: Aquaman –con voz de John “Bender” Dimaggio- tiene aquí una de sus versiones definitivas (la otra sería la de –qué casualidad- la serie de animación de la Justice League): un superhéroe bigger than life, un rey de Atlantis fanfarrón pero noble, siempre dispuesto a embarcarse alegremente en cualquier aventura, cuanto más peligrosa, mejor. Su episodio clave es Aquaman’s outrageous adventure, que lo coloca en una situación en la que no puede ejercer de nada de lo anterior; humor superheroico bradbirdiano puro. Una curiosidad: el doblador al español de Aquaman es el mismo que el de Mr. Increíble,José Antonio Ceinos.

El otro ejemplo seria Gentleman Ghost, un viejo villano de Batman que en los cómics ha sido reconvertido en némesis de Hawkman. Destaca por su acento inglés, su espectral diseño y sobre todo, por el genial origen, completamente inventado para BATB, en el que intervienen un Batman desplazado hacia el siglo XIX, luciendo el traje que Mignola le diseñó para Gotham by gaslight, el demonio Etrigan y el mismísimo Sherlock Holmes, todo ello aderezado con unas gotas de Jack el destripador.

En definitiva BATB es una serie para todos los públicos, ligera, pero no tonta; de un enciclopedismo exhaustivo. Ejemplo ¿a cuántos villanos –y lo son todos- de Batman podrían nombrar en esta imagen?:

Y ya hablaremos del episodio musical con Neil Patrick Harris de supervillano cantor.
