Hace unos meses compré esta BlackBerry Playbook de 16GB junto con la funda original que hace la función atril y otra funda original de color azul que sólo protege la trasera. Tenía ganas de probar este tablet de 7" porque había leído muy buenas críticas del mismo y la verdad es que es sorprendente lo bien que funciona y lo cómoda que resulta para su tamaño. Es un dispositivo que transmite una gran calidad de construcción, y los accesorios que se incluye lo hacen realmente práctico, sobre todo la funda que lo convierte en una agenda y que te permiten llevarlo al trabajo de forma totalmente discreta.
El sistema operativo BlackBerry OS me ha sorprendido mucho y estoy seguro de que si Apple aplicara algunas de sus características en sus productos, tendríamos a toda la blogosfera hablando de una nueva revolución. Los marcos activos, la multitarea real y el cambio instantáneo entre aplicaciones me han encantado, y si a eso le sumamos que es tremendamente fácil de usar y que se habla de maravilla con los servidores Exchange y Citrix de mi empresa, tenemos en un dispositivo totalmente portátil una herramienta muy interesante.
¿Por qué lo vendo? Simplemente porque teniendo un iPhone 4S y un iPad 3 además de mi MacBook Air, me parece un capricho quedármela pues normalmente uso los dispositivos con iOS. Esto es algo que ya sabía que ocurriría, pero tenía muchas ganas de probar la PlayBook, y ahora es el turno de otro para probarla.
Como podéis ver en las fotos que acompañan al anuncio está en perfecto estado y actualizada a la última versión de BlackBerry OS disponible, y el fabricante ha anunciado que en próximas fechas recibirá la actualización a su nuevo sistema operativo BlackBerry 10.
http://es.shopblackberry.com/product.../ACC-40279-201
http://es.shopblackberry.com/product.../ACC-39316-202
El precio de venta, envío incluido por Correos, junto con los accesorios es de 120 €. Creo que es una excelente oportunidad para hacerte con una tablet de calidad capaz de realizar las tareas que normalmente le pedimos. Acceso al correo, navegación por la red con soporte de flash, reproducción de música, de vídeos, fotografías, y un largo etcétera. Y si te gusta el cacharreo incluso puedes instalar aplicaciones Android.
De todos los análisis que leí en su día sobre la PlayBook, me quedo con la editorial que realizaron en Todo Pocket PC y que reproduzco aquí.

El sistema operativo BlackBerry OS me ha sorprendido mucho y estoy seguro de que si Apple aplicara algunas de sus características en sus productos, tendríamos a toda la blogosfera hablando de una nueva revolución. Los marcos activos, la multitarea real y el cambio instantáneo entre aplicaciones me han encantado, y si a eso le sumamos que es tremendamente fácil de usar y que se habla de maravilla con los servidores Exchange y Citrix de mi empresa, tenemos en un dispositivo totalmente portátil una herramienta muy interesante.
¿Por qué lo vendo? Simplemente porque teniendo un iPhone 4S y un iPad 3 además de mi MacBook Air, me parece un capricho quedármela pues normalmente uso los dispositivos con iOS. Esto es algo que ya sabía que ocurriría, pero tenía muchas ganas de probar la PlayBook, y ahora es el turno de otro para probarla.
Como podéis ver en las fotos que acompañan al anuncio está en perfecto estado y actualizada a la última versión de BlackBerry OS disponible, y el fabricante ha anunciado que en próximas fechas recibirá la actualización a su nuevo sistema operativo BlackBerry 10.





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El precio de venta, envío incluido por Correos, junto con los accesorios es de 120 €. Creo que es una excelente oportunidad para hacerte con una tablet de calidad capaz de realizar las tareas que normalmente le pedimos. Acceso al correo, navegación por la red con soporte de flash, reproducción de música, de vídeos, fotografías, y un largo etcétera. Y si te gusta el cacharreo incluso puedes instalar aplicaciones Android.
De todos los análisis que leí en su día sobre la PlayBook, me quedo con la editorial que realizaron en Todo Pocket PC y que reproduzco aquí.
Editorial Todo Pocket PC: Vida más allá del iPad. Playbook.
Somos un rebaño de corderos. Apple pone a la venta el iPad, el iPad 2, el New iPad y las ventas se cuentan por millones a pesar la coyuntura económica, a pesar de su elevadísimo precio y a pesar que al gran mercado al que están dirigidos es al del ocio, quedando mucho camino por hacer aún en el terreno empresarial. También se venden tabletas basadas en Android, pero no tantas, ya que el estándar lo ha marcado Apple y parece que quien se compre una tableta de Samsung no lo haga realmente por su sistema operativo sino porque le va a costar un 30% menos que un iPad. Vamos, un quiero y no puedo en toda regla.
Tenemos con éstos, dos grupos de usuarios, los del iPad y los del Samsung. Queda otro. El que aparentemente no tiene ni idea y se enfrasca a comprar una tableta basada en WebOS o peor aún, la Playbook de BlackBerry que actualmente se está vendiendo a precio de saldo en mayoristas y centros comerciales, sólo por el hecho de poder decir en su Facebook que ya pertenece a la generación 3.0 del todo lo quiero y todo lo tengo, reviente quien reviente.
Como buen añojo del rebaño he poseído todos los iPad que Apple ha tenido a bien poner a la venta. El primero, el dos, el nuevo. Probablemente el año que viene tendré también el más nuevo (Ojo Apple que en España este nombre está registrado por un usuario de nuestro foro). He sufrido también un Acer Iconia. Y todo por intentar dejar el portátil en casa y poder cabalgar a diario equipado tan solo con una tableta con la seguridad que colmará todas mis necesidades profesionales, algo que aún no he conseguido. Pero todo este conglomerado de silicio, plástico y aluminio ha acabado siempre en el mismo sitio: Mi papelera de reciclaje particular, el foro de compra venta.
Usar archivos Excel y Word de forma eficaz y sin esperas de más de medio minuto para abrir un documento con seis mil artículos, es una quimera. Necesito pasarlo a PDF y quedarme sin editarlo, o seguir cargando con mi portátil. De nada me sirve una pantalla retina si después mi cliente se pasa medio minuto mirando una pantalla en blanco a la espera de cargar los datos.
Cuando ya había arrojado la toalla y había asimilado que para Apple es más importante ver las fotos más bonitas a potenciar el uso de estos aparatos para el uso profesional, me llega un correo electrónico de un mayorista informático con una oferta irresistible: BlackBerry Playbook 16GB a 148 euros más IVA. Hay 150 unidades disponibles a las diez de la mañana. A las cinco de la tarde quedan 6. Repaso un poco las poquísimas páginas web que hablan de ella y llego a la conclusión de que si como tableta no me sirve, por ese precio no me será difícil volver a venderla. La compro.
Me llega al día siguiente. Abro la caja. Primera sorpresa, viene con una funda textil que se adapta como un guante. Qué fácil sería para Apple vender su iPad de 600, 700 u 800 euros con una fundita de estas que no debe costar ni 10 céntimos salida de fábrica. Oficialmente se dice que no dan esas fundas porque no son cool, pero me huelo que SmartCover y el plus de 70 euros que se gastan muchos son a verdadera causa. Segunda sorpresa aunque ésta no es buena, la parte posterior no es plana, tiene cierta curvatura. Cuando el Playbook está sobre la mesa no reposa plano y al escribir vascula dependiendo si pulso la A o pulso la L.
La pantalla es de 7”, una medida por la que nunca aposté ni un céntimo pero que al cabo de media hora de uso, acato sin rechistar. La parte posterior es como de goma, muy agradable al tacto. Lo pongo en marcha y me cuenta su vida. Debes usarme según el contrato siguiente, bla bla bla. Me pregunta en qué idioma va a dirigirse a mi, selecciono catalán. Me cuenta de qué forma podré usar la multitarea a través de un tutorial donde me cuenta que el marco del dispositivo también es táctil. Al menos sirve de algo.
Otra sorpresa más. La conecto a mi ordenador y veo que instala sin más un programa gracias al cual se hacen las presentaciones oportunas para que ambos se conozcan y puedan intercambiar torrentes de bits de forma bidireccional. Me aparece una nueva unidad. ¿Pero qué es esto? La abro y veo dentro de ella todo un conjunto de carpetas listas para ser usadas. Documents, video, music.... Pienso que no puede ser tan fácil como eso. Grabo el documento que me sirve de prueba de fuego en tabletas, mi oneroso archivo Excel que tan mal gestiono si no es a través de un ordenador potente. Grabo también un vídeo tal cual lo descargo de internet, sin convertir, un episodio de Los Soprano. En la carpeta de imágenes meto fotos, en la de documentos, archivos PDF. Mientras se traspasa todo a la Playbook voy toqueteando los programas que trae. No muchos pero sí los imprescindibles. Visor PDF, Docs To Go, un juego de Electronic Arts de coches que desinstalo sin probarlo, aplicación nativa de Facebook, Bing Maps, cliente de correo donde configuro iCloud, calendario donde configuro mi cuenta de Google Calendar... y un programa que se llama Ficheros. ¿Qué debe ser eso? Pues es lo que parece, un gestor de ficheros que desde el dispositivo ofrece moverse por las carpetas y permite abrir lo que contienen con el programa correspondiente. Algo que si lo hace algún día el iPad colocaría las acciones de Apple en 1000 dólares cada una.
A todo esto tengo ya todo cargado en el dispositivo. Ejecuto Docs To Go, busco mi archivo. Esto no puede ser, cinco segundos lo que en el New iPad me tarda casi 20, habiendo probado todos los programas capaces de abrir archivos de Excel. Tembloroso empiezo a mover arriba y abajo y constato que no hay pérdidas de velocidad, ni se inmuta. Docs To Go no es el portento de la tecnología pero incorpora las funciones básicas y algunas más, me ofrece lo que necesito cuando no quiera llevar el portátil encima. En este momento ya me he olvidado de la curvatura de la parte posterior y del New iPad.
Segunda prueba de fuego. Necesito algún programa más que no sé si voy a encontrar. Entro en la App World, la tienda de software de BlackBerry. Hay bastantes programas. Me descargo Evernote, imprescindible. Compro Book Reader para ver si algún día soy capaz de acabar la última de Follet. Es de pago. Me pide la tarjeta de crédito o débito, o pagar a través de Paypal. Inaudito para un usuario de Apple, aprovecho que dispongo de Paypal. Descargo Box, puesto que Dropbox no tiene cliente nativo. Pero rápidamente me doy cuenta que teniendo acceso a la unidad de almacenamiento de Playbook en todo momento casi que no necesitaré Box. Compro GeeReader para usarlo con las RSS que tengo en Google mientras pruebo la cámara de 5MP que incorpora. Qué bonitas fotos hace. Las retoco con un divertido programa que hará las delicias de mis hijos, Scrapbook. Los de Adobe, probablemente agradecidos por el hecho que el navegador web sea compatible con Flash y AIR, han creado una versión oficial de Adobe Reader para abrir los PDF.
Una sorpresa tras otra. Los vídeos los abre sin conversiones y sin tener que pasar por el filtro de iTunes, algo también inaudito para un usuario de Apple. Descargo el vídeo, lo paso como si de una memoria USB se tratara y lo veo, con una fluidez digna del mejor procesador de Apple. Me estoy emocionando. Corroboro que las web basadas en Flash se ven de lujo, incluyendo vídeos y otras cosas pesadas de gestionar. HTML5 también funciona muy bien. La aplicación de calendario es resultona aunque simple y no puedo usarla con iCloud por culpa de iCloud y su modo sólo lectura, no de RIM. La batería intuyo que me durará cerca de 8 horas, algo que a día de hoy corroboro.
Me preocupo por la seguridad. RIM lo tiene previsto. Creo un código PIN gracias al cual el contenido de mi dispositivo ya no es visible por ojos ajenos.
El interfaz me enamora rápidamente. Las diez pulgadas del iPad son majas pero cuando ves ese interfaz con iconos para cegatos y tan separados entre ellos que parece que tengan que ser pulsados por un elefante, ves que la cosa está muy mal aprovechada. Playbook muestra 18 iconos en modo horizontal y 24 en vertical. Siempre hay una barra en la zona superior donde poner las aplicaciones que más uses. La multitarea es magistral, no se parece en nada a los iconitos del iPad accesibles a base de machacar el botón Home. En el Playbook trazas una línea de abajo a arriba y la pantalla de la aplicación se hace un poco más pequeña y puedes ir moviendo las pantallas de las aplicaciones en segundo plano a modo de carrusel. Y todo a una velocidad de vértigo.
Me queda por probar la compatibilidad con aplicaciones Android. Leo como funciona el tema y veo que debo convertir de .APK a .BAR y firmar la aplicación. No parece fácil pero no es difícil. Opto por dirigirme a una web donde hay publicadas aplicaciones de Android gratuitas convertidas a .BAR listas para instalar. Pongo en modo desarrollador la Playbook, traspaso el .BAR usando una utilidad creada a tal efecto et voilà, ya tengo mi primera aplicación Android funcionando perfectamente en la Playbook.
Sin quererlo he encontrado el dispositivo que necesitaba. Pequeño. Manejable. Barato. Quizás lo único es que en la App World faltan programas, muchos programas. Y llegados a este punto lo reconozco, soy un ignorante que se deja llevar por las modas y prefiere gastarse 800 euros en un nuevo iPad antes de dedicarle veinte minutos de lectura a algún reportaje que hable de otras tabletas como la Playbook. Pero me reconforta saber que no estoy solo. A modo de experimento he puesto estos últimos días un anuncio de venta de un Playbook de 16GB a precio de derribo, 140 euros. Sólo una persona se ha puesto en contacto conmigo interesándose por ella. El New iPad lo vendí por 600 euros en dos horas.
Ah, por cierto, que la Playbook no la vendo. Ni por 140 ni por 300.



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