Manu1001
Au revoire.
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Abro este hilo aprovechando en cierta medida los tristes acontecimientos recientes y la puesta en actualidad consiguiente de la discursión de fondo que hizo famosos (más aún) a Santi Santamaría y Ferrán Adriá. La disyuntiva entre la cocina experimental del señor Adriá, y la tradición sublimada de Santamaría. Sin que ello quiera decir que son sus únicos exponentes, claro está...
He de reconocer que siempre he abominado de las "creaciones" del dueño del Bulli. No he ido jamás a comer allí (ya me hubiera gustado), pero la "teoría" me provocaba un rechazo visceral. No entendía por qué narices había que destruir un guisante para hacer bolitas con la pasta, y forrarlas de gelatina de verduras para formar... de nuevo un guisante. "Deconstrucción". El colmo de los absurdos.
Cuando Santi empezó a largar... debo confesar que en un primer momento sentí simpatía por su posición. Él decía que la química y la cocina debían andar separadas, y que ciertas cosas podían ser incluso peligrosas para la salud. Pero... curiosamente... desde que entré en el mundo de la hostelería comencé a sentir una admiración creciente por Ferrán, y a replantearme muchas cosas.
¿Química? En realidad, todo en la cocina es química. Siempre lo ha sido. La cocción es pura química. Reacciones. La grasa se desatura y descompone. Los aromas afloran. Los poros se sellan. Hervir un huevo es química. Hasta echar sal en una ensalada lo es. Entonces empecé a entender que Ferrán Adriá no había roto con nada. Se había limitado a evolucionar. A ir un paso más allá. Y eso lo hizo grande.
No sé... ¿Qué pensáis vosotros? ¿De que "bando" estáis? ¿Habéis estado alguna vez en el Bulli? ¿Cómo fué la experiencia? Contandme. Convencedme.
Manu1oo1
He de reconocer que siempre he abominado de las "creaciones" del dueño del Bulli. No he ido jamás a comer allí (ya me hubiera gustado), pero la "teoría" me provocaba un rechazo visceral. No entendía por qué narices había que destruir un guisante para hacer bolitas con la pasta, y forrarlas de gelatina de verduras para formar... de nuevo un guisante. "Deconstrucción". El colmo de los absurdos.
Cuando Santi empezó a largar... debo confesar que en un primer momento sentí simpatía por su posición. Él decía que la química y la cocina debían andar separadas, y que ciertas cosas podían ser incluso peligrosas para la salud. Pero... curiosamente... desde que entré en el mundo de la hostelería comencé a sentir una admiración creciente por Ferrán, y a replantearme muchas cosas.
¿Química? En realidad, todo en la cocina es química. Siempre lo ha sido. La cocción es pura química. Reacciones. La grasa se desatura y descompone. Los aromas afloran. Los poros se sellan. Hervir un huevo es química. Hasta echar sal en una ensalada lo es. Entonces empecé a entender que Ferrán Adriá no había roto con nada. Se había limitado a evolucionar. A ir un paso más allá. Y eso lo hizo grande.
No sé... ¿Qué pensáis vosotros? ¿De que "bando" estáis? ¿Habéis estado alguna vez en el Bulli? ¿Cómo fué la experiencia? Contandme. Convencedme.
Manu1oo1