Harry Block
Exiliado
Lo reconozco abiertamente: me gustan las chicas que están en forma. Y me refiero a estar en forma como concepto que puede incluir a las deportistas y las atletas, pero no necesariamente. Basta con que sean muy activas o hagan ejercicio regularmente.
Siempre he preferido la formas mesuradas, proporcionadas y macizas, a la redondez y flacidez de una chica gordita o a la ausencia de sustancia y la angulosidad de las flacas. Además, no hay duda de que son mejores en la cama porque están cómodas con su cuerpo, tienen pocos complejos, son más deshinibidas y tienen energía para durar horas y horas. Las gordas tienen deseo pero se cansan enseguida. Las flacas ni siquiera suelen tener ganas.
La ventaja es que como la salud física completa es indisociable de la salud mental, las tías que están en forma suelen tener una buena autoestima. A lo que hay que añadir la independencia que les da su fuerza de voluntad y su capacidad de sacrificio. Siempre con moderación, sin olvidar los placeres de la vida.
Y su belleza se basa en un canon que es racional, no ideal, porque estar en forma implica la consecución de unos mínimos alcanzables a base de un poco de esfuerzo y de dedicación y solo depende tangencialmente de la herencia genética. La belleza innata es solo un plus y algo muy efímero que puede desaparecer totalmente si no hay forma física.
Su atractivo es real porque no está en la mirada del que las observa sino que nace de su interior, de su propia determinación y de su equilibrio entre cuerpo y mente.
Por ejemplo:
Michelle Jenneke
www.youtube.com/watch?v=tMgmYutL9W0
Lo sé, es muy buen ejemplo.


Siempre he preferido la formas mesuradas, proporcionadas y macizas, a la redondez y flacidez de una chica gordita o a la ausencia de sustancia y la angulosidad de las flacas. Además, no hay duda de que son mejores en la cama porque están cómodas con su cuerpo, tienen pocos complejos, son más deshinibidas y tienen energía para durar horas y horas. Las gordas tienen deseo pero se cansan enseguida. Las flacas ni siquiera suelen tener ganas.
La ventaja es que como la salud física completa es indisociable de la salud mental, las tías que están en forma suelen tener una buena autoestima. A lo que hay que añadir la independencia que les da su fuerza de voluntad y su capacidad de sacrificio. Siempre con moderación, sin olvidar los placeres de la vida.
Y su belleza se basa en un canon que es racional, no ideal, porque estar en forma implica la consecución de unos mínimos alcanzables a base de un poco de esfuerzo y de dedicación y solo depende tangencialmente de la herencia genética. La belleza innata es solo un plus y algo muy efímero que puede desaparecer totalmente si no hay forma física.
Su atractivo es real porque no está en la mirada del que las observa sino que nace de su interior, de su propia determinación y de su equilibrio entre cuerpo y mente.
Por ejemplo:
Michelle Jenneke
www.youtube.com/watch?v=tMgmYutL9W0
Lo sé, es muy buen ejemplo.



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