Lo visto este invierno en las costas españolas es buen ejemplo de que "algo está pasando". Jamás ha subido el agua hasta donde llegó este año. La playa que está en plena Coruña (Riazor) no hace ejemplo porque para ponerla ahí se comieron muchas decenas de metros al mar, así que todos los inviernos prácticamente desaparece.
Pero donde vivo es una playa natural, sin modificar, y el mar en décadas jamás había llegado tan lejos. Playas a las que voy desde pequeño, a las que llegas en verano y de repente ves que han cambiado completamente porque el mar ha extendido la arena e incluso aparecen rocas en medio de la playa que cuando las ves por primera vez crees que te has equivocado de sitio. A nivel turístico puede traer complicaciones porque muchas se están quedado sin arena. Con suerte, han dejado suficiente como para que el verano pueda disfrutarse. En otras épocas podrían traer barcos que dragasen la arena que ha quedado extendida, pero va a ser complicado.
De todas formas no deja de ser una lucha contra la naturaleza, que por supuesto no ganaremos. Y no vale que este año ha sido un invierno terrible. Esto es Galicia y hemos visto este tiempo muchas veces, pero jamás con el resultado de este año.