Max Ophüls. | NosoloHD

Max Ophüls.

geminis

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Cuando Andrew Sarris escribió en 1968 The American Cinema, utilizó una singular forma de clasificar a los diferentes directores, en el Olimpo de los mismos situó entre otros a Max Ophüls. Sirva esto como muestra de la jerarquía de este singular director.


Si yo tuviera que definir el cine de Ophüls con una sola palabra sería, sin lugar a dudas, ELEGANCIA. Esta elegancia no sólo es propia de la puesta en escena sino del tratamiento de los diferentes temas que aborda en su filmografía. Es un director tan personal en sus formas que ni siquiera el sistema de estudios consiguió borrar esas trazas.


Posiblemente sea uno de los directores que mejor ha movido la cámara, no solo para acompañar a los personajes sino para mostrar su entorno en su más amplio sentido. Es curioso ver como pone la cámara en lugares de lo más insospechados pero siempre atendiendo a un sentido dramático.


Para mí uno de los fundamentales que además últimamente está de actualidad gracias a las estupendas ediciones de Versus: Le Plaisir y Madame De.


Su filmografía:

  1. Lola Montès (1955) (as Max Ophuls)
  2. Madame de... (1953)
  3. Le plaisir (1952)
  4. Vendetta (1950) (1946 first version; fired) (uncredited)
  5. La ronde (1950)
  6. The Reckless Moment (1949) (as Max Opuls)
  7. Caught (1949) (as Max Opuls)
  8. Letter from an Unknown Woman (1948) (as Max Opuls)
  9. The Exile (1947)
  10. De Mayerling à Sarajevo (1940)
  11. L'école des femmes (1940)
  12. Sans lendemain (1939)
  13. Le roman de Werther (1938)
  14. Yoshiwara (1937)
  15. Komedie om geld (1936)
  16. Ave Maria (1936/II)
  17. La tendre ennemie (1936)
  18. Valse brillante de Chopin (1936)
  19. Divine (1935)
  20. La signora di tutti (1934)
  21. Une histoire d'amour (1933)
  22. Lachende Erben (1933)
  23. Liebelei (1933) (uncredited)
  24. On a volé un homme (1933)
  25. Die verkaufte Braut (1932)
  26. Die verliebte Firma (1932)
  27. Dann schon lieber Lebertran (1931)
¿ Opiniones? ¿ Qué habeis visto? ¿ Os gusta?

Más adelante comento algunas de las que he visto.
 
Respuesta: Max Ophüls.

Excelente director y un tanto olvidado, injustamente. Tiene una filmografía llena de verdaderas joyas. He visto "Lola Montes" (De reciente reedición en una magnífica copia. Es la copia que pudo verse en Cannes hace un año o dos), "La ronda" (para mí una obra maestra), "Carta de una desconocida" (Maravillosa historia de amor), "Madame de.." (otra obra maestra. Magnífico retrato social), "Atrapados" (estupenda película de cine negro). No he visto "El placer". ¡¡Y tengo unas ganas de ver ese Ophüls..!. ¡¡Gracias Versus!!!

Un director a reivindicar.. :palmas
 
Respuesta: Max Ophüls.

Pues efectivamente uno de los directores más elegantes de todos los tiempos. Con un uso de la puesta en escena y manejo de la cámara digno de escuela. Decadentismo estilo vienés al más alto nivel.
Y además no es sólo un esteta, sino que sus películas alcanzan un nivel melodramático asombroso, en el mejor sentido del término. Algunas de las mejores historias de amor de todos los tiempos, incluyendo de forma elegante asuntos escabrosos, perteneces a la cámara de Ophuls.
Alguien además que supo poner en escena historias de otra época sin que parezcan representaciones "históricas", o ambientaciones arquetípicas. Reálmente es como si estuviera rodando la esencia decimonónica.
Incluso en su cine negro ambientado en la EEUU de los años 40, hay algo antiguo, como una añoranza elegante de un pasado perdido.
Me falta mucho por ver suyo, incluidas alguna de las más famosas, pero de lo que he visto me fascina. En especial Lola Montes y Carta de una desconocida.
 
Respuesta: Max Ophüls.

Le plaisir (1952) de Max Ophüls.

Tras historias basadas en relatos de Guy de Maupassant, recordemos que es el inspirador indirecto de La Diligencia, y ordenados en forma de retablo con dos historias, cortas al principio y al final, y una central que ocupa la mayor a parte del metraje.

El estilo es directamente desmelenado, se nota que Ophüls estaba cómodo rodando, sobre todo en interiores, donde mueve su cámara de manera impecable. Cada encuadre es una nueva sopresa, el dominio del espacio, absolutamente demoledor.

En este caso, a diferecia de Le Ronde, el maestro de ceremonias no existe, limitándose a una voz en off sobre un fundido en negro. Las tres historias giran en torno al placer y a su búsqueda. Bailes, escaleras, mujeres, trenes se dan cita en esta película simplemente magistral.
 
Última edición:
Respuesta: Max Ophüls.

Uno mas grandes de los grandes de todos los tiempos ademas de un revolucionario de la tecnica cinematografica (Ophuls marca un antes y un despues en el uso del travelling de lo que tomarian buena nota directores del calibre de Welles o Kubrick).

Con una obra plagada de joyas del calibre de "Carta de una desconocida", "La ronda", "Madame de...", "Atrapados", "Almas desnudas o "El placer" y una sensibilidad para la puesta en escena que se merienda a tres cuartas partes de la obra de cineastas mucho mas mitificados (como Hawks, Huston o Wilder).
 
Respuesta: Max Ophüls.

The Reckless Moment (1949) de Max Ophüls.

Magnífica muestra del cine de Ophüls, esta vez dentro del corsé del sistema de estudios americano.

Una Joan Bennett extraordinaria en el papel de ama de casa perteneciente a la mild class americana, sometida a chantaje por James Mason que finalmente acabará enamorandose de ella. Más allá del argumento subyace la sensación de opresión en la que se encuentra atrapada la Bennett, pese a que, aparentemente, vive en un entorno ideal. Eso se refuerza en una precisa puesta en escena de Ophüls. La historía de amor entre Mason y Bennett está tratada de una manera sutíl reforzada por un extraordinario Mason que se apoya en la mirada más que en la palabras y los gestos ( ni un beso ni un te quiero).
 
Respuesta: Max Ophüls.

Hoy se reestrena Lola Montes en los cines Verdi de Madrid y Barcelona. Se trata de una copia digital restaurada en VOSE distribuida por Notro Films.

LOLA%20MONTES%20CARTEL%202%20NOTICIES.jpg


Lo mismo me animo. ;)
 
Respuesta: Max Ophüls.

Cuando lo he visto esta mañana en el diario no me lo terminaba de creer. Este domingo caerá porque siempre le he tenido ganas a Ophüls y nunca he visto nada de el. Y con suerte hasta se curran después la correspondiente edición en BD...

:palmas
 
Respuesta: Max Ophüls.

The Reckless Moment (1949) de Max Ophüls.

Magnífica muestra del cine de Ophüls, esta vez dentro del corsé del sistema de estudios americano.

Una Joan Bennett extraordinaria en el papel de ama de casa perteneciente a la mild class americana, sometida a chantaje por James Mason que finalmente acabará enamorandose de ella. Más allá del argumento subyace la sensación de opresión en la que se encuentra atrapada la Bennett, pese a que, aparentemente, vive en un entorno ideal. Eso se refuerza en una precisa puesta en escena de Ophüls. La historía de amor entre Mason y Bennett está tratada de una manera sutíl reforzada por un extraordinario Mason que se apoya en la mirada más que en la palabras y los gestos ( ni un beso ni un te quiero).
Esta película a mí me parece ORO PURO. Aparte de las magníficas interpretaciones (esa Bennett gigantesca) y la sutilidad y la sugerencia de Ophüls a la hora de acercarse a una historia que tiene mucha miga (el sacrificio, las ataduras sociales, el amor, el crimen), a mí me fascina por completo la planificación. La puesta en escena es obra de un genio absoluto. Uno se queda hipnotizado sólo disfrutando del movimiento de la cámara, que se desliza con una suavidad y una precisión del todo increíbles.

Totalmente indispensable.
 
Respuesta: Max Ophüls.

Efectivamente, Max, peliculón. Creo que don Max Ophüls ha sido uno de los cineastas que mejor ha sabido mover la cámara. No en vano es uno de los preferidos de Godard (" El travelling es una cuestión moral"). En todas sus películas hay un sentido del espacio muy depurado y una mise en scène magistral.

Lástima que sea tan poco recordado, incluso en circulos cinéfilos como éste, pues es uno de los más grandes cineastas sin lugar a dudas.

Por último, lamento también que Lola Montes no llegue por estos bilbainos lares, a ver si hay suerte...
 
Respuesta: Max Ophüls.

Refloto para comentar Lola Montes (1955). Magnífica. Demuestra lo que es tener un estilo y ser fiel al mismo desde el minuto uno. Creo que el cine de Ophüls es inconfundible, tanto su puesta en escena, aqui utilizando scope, como los movimientos de cámara funden forma y fondo de manera impecable. La estructura recuerda a La Ronda, sólo que en este caso el maestro de ceremonias es Ustinov y los episodios que se narran en esta pertenecen a la vida de Lola.

Absolutamente recomendable y un broche de oro para la carrera de Ophüls.
 
Respuesta: Max Ophüls.

yo esta semana he conocido a Ophüls padre... al hijo ya lo conocía, curiosamente se parecen como un huevo a una castaña, aunque ambos pueden presumir de personalidad.

empecé por La Ronde, y más allá de ese barroquismo muy Mitteleuropa y la excepcional actuación de Walbrook, fantástico personaje en su ironía, veo demasiadas historias que no acaban de profundizar en mucho... finalazo, eso sí.

Le Plaisir en cambio me ha parecido enorme, con ese poderoso comienzo del CanCan, con más energia que una peli de Michael Bay :juas y sobre todo la pieza central y nuclear de Gabin, algo renoiriana y no sólo por el actor ¿verdad? :pensativo con esas madames en el campo, menuda sensibilidad y belleza que aporta el dire, la secuencia en la Iglesia es portentosa, con toda esa recuperación / nostalgia de la inocencia, una joyaza de título.

y Carta a una Desconocida ya me ha dejado k.o, que preciosidad y elegancia, es una peli arrebatadora, casi de llorar hacia el final, lo mejor, y que sobrevuela parte de su cine intuyo, es esa perdida de oportunidades o anhelo de otra vida, hay mucha vida y deseo en el cine de Ophüls.. me ha gustado muchísimo el personaje del mayordomo mudo, que ternura.

en definitiva un narrador de primera, que sabe usar los recursos para expresar emociones como muy pocos.

otro día hablo de Madame De...

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Última edición:
Respuesta: Max Ophüls.

El baile del comienzo de "Le Plaisir" es GLORIOSO. Increíble cómo mueve la cámara Ophüls por el escenario, cómo acompaña el ritmo, cómo consigue que te entren ganas de levantarte y salir a BAILAR... :hail
 
La ronda

La vida como carrusel de apariencias, de frivolidades, que nunca para, salvo algún que otro gatillazo puntual. Un baile de máscaras donde hombres y mujeres somos arrastrados por un impulso irrefrenable... un amorío fugaz, luego otro, y vuelta a empezar. Hasta una decena de personajes absolutamente dispares, procedentes de ambientes muy distintos, desfilan ante la cámara de Ophüls sin saber que un hilo invisible enlaza sus existencias, sin apariente relación.

Un maestro de ceremonias, narrador y astuto demiurgo, será quien nos acompañe por esta sucesión de historietas... una broma, en realidad, un folletín decimonónico que busca conscientemente el artificio, la representación (de ahí la huida a un pasado como de fábula), para hablar de lo volátil de los sentimientos... pero sin alcanzar una conclusión moralizante; al final, la historia sencillamente se cierra de forma circular, como encontrando un sentido entre tanto capricho y azar.

Suele comentarse la elegancia del estilo visual, la cámara fluida y en perpetuo movimiento, en compás con el relato múltiple y concatenado, todo un ejercicio de estilo (con encuadres torcidos y todo) fundado en la reiteración; sin vueltas de tuerca, sin psicologías de enorme hondura... el interés reside en el gusto por la mirada, en la observación detenida, burlona, pero comprensiva, del autor hacia sus criaturas, sin miedo a introducir guiños “meta” (el gag de la censura).

Muchas pinceladas que conforman un gran paisaje humano, una mirada que engloba a muchas miradas particulares, algo así es La ronda.


El placer

Recreación de tres relatos de Guy de Maupassant, con el placer como tema común. Un juerguista cae desmayado en medio de un baile, y el médico que le atiende descubre su trágica historia. Una “madame” asiste a la comunión de su sobrina en el campo y se lleva a sus “pupilas”. Finalmente, el romance entre un pintor y su modelo termina de manera inesperada y brutal. Cineasta con fama de barroco, de afín a ciertas temáticas libertinas, Ophüls parece también un tipo muy cartesiano y con las cosas claras, que mide cada encuadre y concibe geométricamente la narración; en éste caso, una historia marcadamente cómica y optimista, enmarcada por dos más breves y sombrías.

El humor y el drama conforman toda una amalgama de sentimientos (“la felicidad no es alegre”). El placer del título aparece así rodeado por elementos opuestos; el paso del tiempo, la candidez de unas niñas, el enfriamiento de las pasiones... la vida es así y Ophüls la retrata con un estilo visual arrollador y lleno de fuerza; sorprendente la energía que derrocha la secuencia inicial del baile, con la cámara metida en pleno meollo (ciertos cineastas modernos han bebido de aquí lo que no está escrito), ciertamente es una película de “momentos”, como el de la iglesia, donde la cámara parece flotar incluso, evocando un ambiente de intensa espiritualidad.

Nada mal.
 
Madame de…

La elegancia, la sofisticación, son los aspectos más distintivos de la obra de un creador que retrata un mundo desaparecido y previo a la gran guerra, de aristocráticos bailes de sociedad, amoríos prohibidos y duelos de honor… esta película sólo puede ser definida como un mecanismo de alta precisión al servicio del sentimiento, de una historia llena de romanticismo trágico que se desarrolla, sin embargo, como una comedia de enredos en torno a un triángulo amoroso. Lo componen una muchacha frívola, su marido, regio y pendiente de las apariencias, y un amante italiano cual apuesto galán que trastocará su existencia, llevándola de la superficialidad y la insatisfacción al hallazgo de la pasión genuina, de esa tan capaz de traer felicidad como infelicidad (cual enfermedad casi) a quien la siente. Como elemento medular de la narración, unos pendientes que emprenden un recorrido inverosímil, cambiando continuamente de manos; son un objeto neutro, un simple adorno o lujo, pero que se transformará en algo más según se cargue de un significado o de otro, según quién lo regale y con qué intenciones.

El plano que inicia la acción, una mano indagando entre joyas y pieles, dice bastante de la forma de ser de nuestra heroína, una “señora de...” cuya identidad real no se menciona, tal es su papel de mujer-florero, o figura secundaria que aquí es centro de interés. El travelling, la cámara en constante movimiento (nada gratuito, sino muy ajustado a lo que se cuenta), será el recurso principal de Ophuls, quien concede importancia a un espacio a veces saturado y a los actores que por él se mueven, casi a modo de danza, de composición musical en la que abundan las repeticiones (la continua venta de los pendientes), los motivos (diversos elementos como escaleras y espejos), las simetrías (primera y última vista a la inglesia, con muy distintas implicaciones). El tono ligero avanza sutilmente hacia lo trágico, que irrumpe como un destino imposible de evitar (ha habido referencias poco casuales al número trece). Por el camino, ideas visuales tan llamativas como la rápida sucesión de elipsis durante un baile (tiempo que pasa rápido con la persona amada), seguida del abandono de los músicos.

Un magistral artificio, de un aire añejo en su recreación de épocas pasadas, cosa que no atenúa una cierta atemporalidad y modernidad. Para visionar más de una vez y descubrir mejor todos sus detalles.


Madame-De-with-Danielle-Darrieux.jpg
 
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