Estoy considerando muy seriamente mi regreso al mundo full-frame y a pesar de que la Fujifilm X100F me parece una cámara fantástica, hay cosas que echo de menos cuando reviso las fotografías que hacía con mi primer equipo de formato completo, una Canon EOS 5D y el 24-105 F4L IS USM.
Lo que más echo en falta es la capacidad de separar los primeros planos y desenfocar el fondo, además de "un no sé qué" que tienen las imágenes, que no sé describir pero que está ahí y me encanta. De vez en cuando suelo darme una vuelta por mi archivo fotográfico y cuando veo las fotos hechas con equipos de formato completo, me entran las ganas de volver a aquel equipo más pesado.
Soy consciente de que los zooms no son las mejores ópticas, pero es la más conveniente para la fotografía de viajes, que es la que más practico. Y el 24-105 F4L de Canon es una óptica muy versátil y con una calidad tremenda, quizá un poco blanda de nitidez a máxima apertura, pero nada traumático. No soy de llevar múltiples objetivos y como mucho tendría un objetivo ligero y luminoso tipo al 50mm f/1.4.
Después de aquel equipo que tantas satisfacciones me dio, he realizado muchos cambios. Seguí con Canon con una 5D Mark II y me pasé a Nikon con una D700 y el 24-120 F4 VR.
Pero el peso del conjunto me resultaba excesivo y pensé en que una Fuji X-T1 podría ser una buena alternativa. Pesaba mucho menos, pero la diferencia no era para tanto y como siempre tenía una segunda cámara compacta, acababa saliendo con ella en lugar de con la otra.
Finalmente decidí simplificar, renunciar al zoom quedarme con una compacta de calidad con la serie X100 de Fuji. Unas cámaras maravillosas en cuanto a concepto, de las que he tenido todos los modelos hasta la actual X100F. Me encantan, pero cuando pienso en las imágenes que conseguía con las full-frame, me entran ganas de cambiar y volver al formato completo.
Así que estoy pensando seriamente en cambiar una temporada, vender la X100F y comprar una Canon 6D con el 24-105 F4L. Quizá me equivoque, pero solo si lo hago sabré si he acertado o no.
Lo que tengo claro es que o tengo un sistema, o tengo otro. No quiero tener los dos porque ya sé lo que pasa, acabo solo con uno y el otro se queda arrinconado.
La diferencia de tamaño es muy considerable, y el peso del conjunto si sumamos la óptica es una pasada, 1.440 frente a 469 gramos... ¡casi 1 Kg!
Llevo muchos años enamorado de la fotografía y si algo tengo claro es que no existe el equipo perfecto, y uno ha de renunciar a ciertas cosas si quiere otras. El peso, volumen y precio son los mayores inconvenientes de los equipos de formato completo, pero con ellos he conseguido los resultados que más me han gustado. Los nuevos sistemas sin espejo han avanzado mucho y es posible obtener imágenes de una calidad fabulosa, pero me falta algo y estoy decidido a comprobar de primera mano qué es eso que me falta.
La Canon EOS 6D es una cámara de finales de 2012 y a pesar de tener ya cerca de seis años en el mercado, es una cámara con un rendimiento fabuloso con poca luz, mejor incluso que su sucesora la 6D Mark II. El enfoque es muy rápido y preciso también con poca luz, y aunque tiene solo 11 puntos de enfoque y están agrupados en el centro, usaré solo el punto central (sensible a -3EV), a la vieja usanza de enfoca-y-recompone el encuadre. Mi vista ya no es lo que era y agradeceré un visor óptico de tamaño generoso.
El 24-105F4 L IS USM es una óptica que conozco muy bien y que con sus limitaciones, ofrece una calidad muy notable. Inicialmente no lo haré, pero la idea de poder usar otras ópticas me atrae mucho, incluso poder alquilarlas para esas ocasiones puntuales en las que te hace falta una óptica que no tiene sentido comprar. Si lo encuentro a buen precio de segunda mano, un 50mm f/1.4 seguramente se venga para casa, aunque me gusta una focal más angular del estilo a los 35mm.
Si os apetece pasaros y comentar, estaré encantado de escuchar vuestras opiniones.

Lo que más echo en falta es la capacidad de separar los primeros planos y desenfocar el fondo, además de "un no sé qué" que tienen las imágenes, que no sé describir pero que está ahí y me encanta. De vez en cuando suelo darme una vuelta por mi archivo fotográfico y cuando veo las fotos hechas con equipos de formato completo, me entran las ganas de volver a aquel equipo más pesado.
Soy consciente de que los zooms no son las mejores ópticas, pero es la más conveniente para la fotografía de viajes, que es la que más practico. Y el 24-105 F4L de Canon es una óptica muy versátil y con una calidad tremenda, quizá un poco blanda de nitidez a máxima apertura, pero nada traumático. No soy de llevar múltiples objetivos y como mucho tendría un objetivo ligero y luminoso tipo al 50mm f/1.4.
Después de aquel equipo que tantas satisfacciones me dio, he realizado muchos cambios. Seguí con Canon con una 5D Mark II y me pasé a Nikon con una D700 y el 24-120 F4 VR.
Pero el peso del conjunto me resultaba excesivo y pensé en que una Fuji X-T1 podría ser una buena alternativa. Pesaba mucho menos, pero la diferencia no era para tanto y como siempre tenía una segunda cámara compacta, acababa saliendo con ella en lugar de con la otra.
Finalmente decidí simplificar, renunciar al zoom quedarme con una compacta de calidad con la serie X100 de Fuji. Unas cámaras maravillosas en cuanto a concepto, de las que he tenido todos los modelos hasta la actual X100F. Me encantan, pero cuando pienso en las imágenes que conseguía con las full-frame, me entran ganas de cambiar y volver al formato completo.
Así que estoy pensando seriamente en cambiar una temporada, vender la X100F y comprar una Canon 6D con el 24-105 F4L. Quizá me equivoque, pero solo si lo hago sabré si he acertado o no.
Lo que tengo claro es que o tengo un sistema, o tengo otro. No quiero tener los dos porque ya sé lo que pasa, acabo solo con uno y el otro se queda arrinconado.
La diferencia de tamaño es muy considerable, y el peso del conjunto si sumamos la óptica es una pasada, 1.440 frente a 469 gramos... ¡casi 1 Kg!

Llevo muchos años enamorado de la fotografía y si algo tengo claro es que no existe el equipo perfecto, y uno ha de renunciar a ciertas cosas si quiere otras. El peso, volumen y precio son los mayores inconvenientes de los equipos de formato completo, pero con ellos he conseguido los resultados que más me han gustado. Los nuevos sistemas sin espejo han avanzado mucho y es posible obtener imágenes de una calidad fabulosa, pero me falta algo y estoy decidido a comprobar de primera mano qué es eso que me falta.
La Canon EOS 6D es una cámara de finales de 2012 y a pesar de tener ya cerca de seis años en el mercado, es una cámara con un rendimiento fabuloso con poca luz, mejor incluso que su sucesora la 6D Mark II. El enfoque es muy rápido y preciso también con poca luz, y aunque tiene solo 11 puntos de enfoque y están agrupados en el centro, usaré solo el punto central (sensible a -3EV), a la vieja usanza de enfoca-y-recompone el encuadre. Mi vista ya no es lo que era y agradeceré un visor óptico de tamaño generoso.
El 24-105F4 L IS USM es una óptica que conozco muy bien y que con sus limitaciones, ofrece una calidad muy notable. Inicialmente no lo haré, pero la idea de poder usar otras ópticas me atrae mucho, incluso poder alquilarlas para esas ocasiones puntuales en las que te hace falta una óptica que no tiene sentido comprar. Si lo encuentro a buen precio de segunda mano, un 50mm f/1.4 seguramente se venga para casa, aunque me gusta una focal más angular del estilo a los 35mm.
Si os apetece pasaros y comentar, estaré encantado de escuchar vuestras opiniones.


