Atreyub
En busca y captura
Otro que no tiene hilo (hubo un amago en el hilo de la peli esa con la chillona Keaton, Kalvin Klein y el perro de mirada perdida) pero no llegó a materializarse. Y eso que Duss casi lo insinuó. Pero es Elliottista a más no poder, al igual que tengo entendido que Ulisses lo aplaude. Así que va por ellos.
Después de la crítica luego expongo sobre el resto de su filmo. Pa' Elliott. Alguna te tenía que dedicar. Y pa'l Duss, que por su "culpa" me picó la curiosity.
(id, 1994)
Kasdan logró que el género del western no acabase olvidado gracias a su mega clásico contemporaneo llamado "Silverado". Aunando potencial y un reparto coral en estado de gracia consiguió labrarse el mérito de tener madera para la tarea. Pero como ya se ha dicho en más de una ocasión el género siempre ha estado en una espiral de resurgimiento - hundimiento que nunca cesa y así están las cosas. En los noventa llegó "Bailando con lobos" y justo después "Sin perdón". Pues mirándolo fríamente Kasdan tomaría la esencia de estas 2 superproducciones, tanto en forma como en fondo a fin de cuentas, y se atrevió a rodar la (posiblemente) versión definitiva sobre uno de los iconos populares de la historia de América: Wyatt Earp.
A día de hoy la película funciona por sí misma a pesar de contar con, quizás, un metraje un tanto excesivo acusado más de cierta arritmia en algunos pasajes que por innecesario empleo pues las 3 horas de metraje sirven para exponer la base de la vida del personaje: un hombre que es presentado desde chaval con la intención de hacer justicia y hacer cumplir la ley. Mamotreto coral con un sinfín de rostros conocidos en el star system hollywoodiense siendo Quaid el más acertado con permiso de Hackman "Wyatt Earp" es un claro ejemplo del corte clásico con el que cuenta, con una realización templada, casi contemplativa, siendo más un vehículo expositivo de la vida y milagros del personaje pero sin dejar a un lado arranques de violencia seca (muy bien expuestos) con los tiroteos en su justa medida pero sin ser estos los que dirijan o sean el centro de atención.
Especie de radiografía donde el director no repara en gastos para contar todos los detalles posibles de un hombre que necesitaba una versión así. Quizás la elección de Costner no sea la mejor de ellas pero es imposible obviar o apartar de la ecuación el carisma con el que cuenta el actor y si bien es cierto sus justas dotes interpretativas no acaban de congeniar del todo logra transmitir cierta mítica al personaje que le dan al mismo una aura de pose muy lograda. Interesante como Kasdan hunde a Wyatt en el lodazal de la depresión y la autodestrucción para hacerlo partir de cero resurgiendo de sus propias cenizas cual ave Fenix y convirtiéndolo en un defensor de la ley a ultranza, un hombre familiar hasta el final ("Lo que cuenta es la sangre") a pesar de sus problemas amorosos casi tortuosos, rudo pero con el gatillo certero (según indica la propia historia ni una sola bala acabó con él... quizás mitad realidad mitad leyenda pero da al personaje mayor relevancia y eco en la historia).
Película episódica que si uno pierde cinco minutos en leer la historia de Wyatt Earp descubrirá que el director es bastante fiel y fidedigno a la realidad, logrando así darle a su biopic el empaque necesario. Quizás el único problema es que le falta cierto ritmo (también es cierto que 3 horas es muy difícil conseguir uniformidad sin caer en algo de arritmia) pero no hace mella en el conjunto a fin de cuentas pues el filme es muy contundente, metódico, detallista y sobretodo más que logrado, con la inspiración de los grandes westerns con un montón de escenas conseguidas y muy bien expuestas como todas y cada una donde aparecen Gene Hackman, quien dejará los ideales por los cuales luchar a Wyatt, su hijo; la enfermedad del tifus en su esposa, la aparición de los búfalos y las montañas de pieles al igual que todos y cada uno de los duelos (el más famoso: el acontecido en el OK Corral, más escueto de lo que pueda parecer pero con un despliegue de medios sin igual), la emboscada entre los trenes donde las siluetas recortan el humo de una forma magistral o el duelo entre Wyatt y el indio en el interior del bosque, con el montaje en estado de gracia.
Owen Roizman lograría un trabajo de altura, dándole a la película el tono necesario para darle el aroma clásico necesario, logrando con las luces naturales, los tonos terrosos y los juegos de luces y sombras entre la humareda aparte de enfatizar los colores vivos y naturales de los propios parajes uno de los mejores casos al respecto dentro del propio género, al igual que la batuta de Newton Howard, con una partitura llena de vida y logrando un tema central pletórico, casi vitalista, aunando epicidad y mimetismo a partes iguales. Un western en estado de gracia.
Después de la crítica luego expongo sobre el resto de su filmo. Pa' Elliott. Alguna te tenía que dedicar. Y pa'l Duss, que por su "culpa" me picó la curiosity.


(id, 1994)
Kasdan logró que el género del western no acabase olvidado gracias a su mega clásico contemporaneo llamado "Silverado". Aunando potencial y un reparto coral en estado de gracia consiguió labrarse el mérito de tener madera para la tarea. Pero como ya se ha dicho en más de una ocasión el género siempre ha estado en una espiral de resurgimiento - hundimiento que nunca cesa y así están las cosas. En los noventa llegó "Bailando con lobos" y justo después "Sin perdón". Pues mirándolo fríamente Kasdan tomaría la esencia de estas 2 superproducciones, tanto en forma como en fondo a fin de cuentas, y se atrevió a rodar la (posiblemente) versión definitiva sobre uno de los iconos populares de la historia de América: Wyatt Earp.
A día de hoy la película funciona por sí misma a pesar de contar con, quizás, un metraje un tanto excesivo acusado más de cierta arritmia en algunos pasajes que por innecesario empleo pues las 3 horas de metraje sirven para exponer la base de la vida del personaje: un hombre que es presentado desde chaval con la intención de hacer justicia y hacer cumplir la ley. Mamotreto coral con un sinfín de rostros conocidos en el star system hollywoodiense siendo Quaid el más acertado con permiso de Hackman "Wyatt Earp" es un claro ejemplo del corte clásico con el que cuenta, con una realización templada, casi contemplativa, siendo más un vehículo expositivo de la vida y milagros del personaje pero sin dejar a un lado arranques de violencia seca (muy bien expuestos) con los tiroteos en su justa medida pero sin ser estos los que dirijan o sean el centro de atención.

Especie de radiografía donde el director no repara en gastos para contar todos los detalles posibles de un hombre que necesitaba una versión así. Quizás la elección de Costner no sea la mejor de ellas pero es imposible obviar o apartar de la ecuación el carisma con el que cuenta el actor y si bien es cierto sus justas dotes interpretativas no acaban de congeniar del todo logra transmitir cierta mítica al personaje que le dan al mismo una aura de pose muy lograda. Interesante como Kasdan hunde a Wyatt en el lodazal de la depresión y la autodestrucción para hacerlo partir de cero resurgiendo de sus propias cenizas cual ave Fenix y convirtiéndolo en un defensor de la ley a ultranza, un hombre familiar hasta el final ("Lo que cuenta es la sangre") a pesar de sus problemas amorosos casi tortuosos, rudo pero con el gatillo certero (según indica la propia historia ni una sola bala acabó con él... quizás mitad realidad mitad leyenda pero da al personaje mayor relevancia y eco en la historia).
Película episódica que si uno pierde cinco minutos en leer la historia de Wyatt Earp descubrirá que el director es bastante fiel y fidedigno a la realidad, logrando así darle a su biopic el empaque necesario. Quizás el único problema es que le falta cierto ritmo (también es cierto que 3 horas es muy difícil conseguir uniformidad sin caer en algo de arritmia) pero no hace mella en el conjunto a fin de cuentas pues el filme es muy contundente, metódico, detallista y sobretodo más que logrado, con la inspiración de los grandes westerns con un montón de escenas conseguidas y muy bien expuestas como todas y cada una donde aparecen Gene Hackman, quien dejará los ideales por los cuales luchar a Wyatt, su hijo; la enfermedad del tifus en su esposa, la aparición de los búfalos y las montañas de pieles al igual que todos y cada uno de los duelos (el más famoso: el acontecido en el OK Corral, más escueto de lo que pueda parecer pero con un despliegue de medios sin igual), la emboscada entre los trenes donde las siluetas recortan el humo de una forma magistral o el duelo entre Wyatt y el indio en el interior del bosque, con el montaje en estado de gracia.

Owen Roizman lograría un trabajo de altura, dándole a la película el tono necesario para darle el aroma clásico necesario, logrando con las luces naturales, los tonos terrosos y los juegos de luces y sombras entre la humareda aparte de enfatizar los colores vivos y naturales de los propios parajes uno de los mejores casos al respecto dentro del propio género, al igual que la batuta de Newton Howard, con una partitura llena de vida y logrando un tema central pletórico, casi vitalista, aunando epicidad y mimetismo a partes iguales. Un western en estado de gracia.