Una vez que ha cambiado Bárcenas de abogado, Pedro J. ha ido a por la mafia sindical presente en algunas administraciones. No estamos hablando mucho de ello, y es tan obvio que el descaro resulta hasta poco sorprendente, y eso es triste. Pero ahí tenemos a UGT de Andalucía pagando actos y propaganda con las ayudas que recibe de la UE para cursos de formación u otras razones sociales. Pero ha desviado el dinero hacía sus propios intereses, y esto no sería más que una punta del Iceberg. Ahora en la portada de El Mundo de hoy, sale que se pagaron una cena con fondos de la Junta.
Lo cierto es que los sindicatos se las pintan solos para perder cualquier tipo de credibilidad, pero es que en momentos como este donde los ataques a los derechos laborales es el pan nuestro de cada día, es absolutamente patético que la gente vea que en esto, esta solo. Habrá algún sindicato que haga bien su labor, obviamente, pero es que también podemos hablar de los intereses y la financiación que pueda existir convirtiendo a uno de estos sindicatos con nombre, en sindicato amarillo.