Yo llevo un par de años en los que no he podido hacer nada en la oficina de mi barrio, siempre he tenido que pedir favores porque ahora Correos sólo atiende a jubilados, por lo visto. Desde entonces, rechazo comprar en cualquier tienda que sólo envíe con esta gentuza.
Merece mención especial la morsa con campo gravitatorio propio que atiende en mi barrio. Desde aquí, con todo mi cariño: ve a revolcarte en alitas de pollo, a ver si así se te pasa la amargura. Si me sale de los huevos mandar algo reutilizando una caja de Amazon, lo haré, aunque eructes con rabia tu frustración contra mi. Y si no te gusta, se lo cuentas al del bar en tus dos horas de desayuno. Asquerosa.