Respuesta: El giro de 180º del profesor Neira
Del blog de vuestro odiado Miguel Noguera (es de hace varios meses, de cuando aquella escalada de los medios de comunicación)
miércoles 23 de septiembre de 2009
Neira, el fractal
Vengo rondando esta idea hace días, como un perrito borracho. Tenía bien caladita a la guarra de esta noche. La idea del profesor Neira.
Supongo que sabéis de quién hablo.
El profesor Neira, toda aquella historia del coma y la mujer agredida, aquella tragedia rara. Ahora el hombre participa como contertulio en un programa matinal. Yo no lo sabía, me lo encontré de sopetón, a medio parlamento, hablando de cuando él era pequeño, explicando algo ocurrido en su colegio, y de pronto el relámpago de que Neira estaba narrando otra vez el fatídico suceso pero esta vez ubicado en otra época de su vida:
"...entonces yo, quizás sin saber en qué me estaba metiendo, le dije: ¡por qué no te burlas de alguien de tu tamaño!, claro, era un chicarrón dos cursos mayor que yo, y bueno... nada, desperté en mi cama por la tarde, había estado varias horas inconsciente... lo que quiero decir es que uno es así desde joven...". La idea de un Neira fractal, compuesto únicamente por esa triste historia llevada al infinito.
El acontecimiento Neira, un ser tejido en triángulo que rápidamente te llevará a su huertecito, esa lección de nobleza cívica. Pregúntale si le gustan los Beatles o si tiene un cigarro, no importa por donde le abordes, te conducirá inexorablemente al relato del acto heroico. Después callará y le importará una mierda lo que tengas que decir, él habrá soltado su semilla y será como una planta muerta.
Lo que ya me puso muy loco fue pensar en un momento de histeria colectiva, la aparición de un arquetipo. Un encuentro futuro de los tres actores del drama, el profesor Neira, Violeta Santander y Antonio Puerta en el plató de la Noria. Algo planteado como un acercamiento conciliador que poco a poco se va tornando, diabólicamente, en repetición de la tragedia*. ¡¡Apuesto todo!!, oídme, ¡¡lo apuesto todo!!, a que si los tres protagonistas se pusieran a discutir a grito pelado, de pie sobre la moqueta del plató, todo el mundo pensaría:
va a volver a pasar, lo van a noquear. Esa imagen de Neira, ciego a la repetición, enfrentándose al marido mientras el público grita desesperado
"¡¡No lo haga, volverá a suceder!!". El mismo público que se congratulaba de oirle decir
"Volvería a hacerlo" en las entrevistas posteriores al coma, malditos hipócritas:
"¡¡No lo haga, profesor Neira, es un bucle!!", imbéciles. ¡Qué puñetas!, deberían asistir mudos y sobrecogidos al Misterio, presenciar orgullosos cómo Neira es golpeado de nuevo, vivir con alegría ese nuevo coma y loarlo más si cabe a su regreso, etc.
*
El clásico evento que genera fenómenos climáticos extraordinarios perpendiculares al eje del trío de protagonistas, ese encapotamiento del cielo mientras los maquillan, ese crescendo de rayos a medida que se acerca el momento.
Publicado por Miguel Noguera en
16:27