Respuesta: Schwarzenegger: sus 160 mejores quotes
Episodio 5:
Los americanos lloran con esta Campus Party
http://www.youtube.com/watch?v=BRuOhRom2Fc
Mientras el dúo dinámico consigue evadir un radar con mucha soltura la hija de nuestro héroe tiene porvenir en Bricomanía (consigue desmontar el pomo de la puerta y con esta desmontar un tablón por el cual escapará victoriosa).
Los esbirros de los esbirros son insensibles: “
Cortar el cuello a una niña es como cortar mantequilla” pero Bennet, que ya sabéis, es muuuuy sensible suelta un
“¡Guarda ese cuchillo!” (habiéndole puesto previamente él un cuchillo jamonero para cazar jabalíes).
Atención al diálogo entre Bennet y su jefazo. Es épico, hijo de sus tiempos (me encanta, sencillamente me encanta. Transcribo palabra por palabra):
- Bennet: “
Me encanta oir a tus soldaditos haciéndose los matones. Me dan risa. Si Matrix estuviese aquí él también se reiría”.
- Jefazo: “
Bennet, mis soldados son patriotas”
- B: “
Tus soldados no son nada. Matrix y yo acabaríamos con todos ellos – chasquea los dedos -
es pan comido para él - en un abrir y cerrar de ojos. Recuérdalo”.
- J: “
¿Me estás intentando asustar?”
- B: “
No hace falta intentarlo. Cuando Matrix termine el trabajo volverá a por su hija. Que la encuentre viva o muerta dará lo mismo. Después irá a por ti. Para protegerte de él sólo me tienes a mi… ¡A MI!” (señalándose la pechera).
- J: “
Tu eres el que tienes miedo, Bennet. Sí, le tienes miedo a Matrix”
- B: “
Por supuesto, no soy imbécil. Pero yo tengo una ventaja: tengo a su hija”
Brutalísimo. En fin, testosterona escrita. Prosigamos con la historia. Chuache llega con el hidroavión al lugar de la masacre y aparece en bañador como si fuese a la convención anual de Musculados Anónimos S.A y se calza otra de las frases míticas de la peli. El le dice a ella que no trasmita el código hasta que le vea volver. “¿
Cómo lo sabré?” dice ella. “
Porque se van a destar todos los infiernos”. Oh yeah. Y se marcha en su zodiac de remos, solo hacia el peligro. Es John Matrix. Una máquina preparada para matar.
Mientras tanto los compinches del Nigger Conga vienen a buscarlo al aeropuerto, que parecen salidos del coro de la cárcel (disimulados que son ellos). Chuache llega a la orilla y llega una de las escenas que reconozco de pequeño lo flipaba en colores y ha despertado en mi ese puntito de nostalgia ochentera: la preparación.
Armándose hasta los dientes, se pone el chaleco Coronel Tapioca y planos muy cortos, dando cabida a todos los utensilios prácticos que nuestro héroe tiene pensado emplear (en serio: ese hombre lleva todo lo robado en la tienda encima… entre eso y mi tío Manolo en la playa con la sombrilla, la nevera, la mochila, el cocodrilo colchoneta, la mesa, las sillas y demás no hay mucha diferencia pero Arnie puede con todo. Incluso le cargan encima el tronco del principio y ni lo duda). No diga Madelman, no diga Actionman, diga Chuache. Subida apoteósica de la BSO envuelto entre la bruma.
Comienza la acción, comienzan los mamporros, comienza la carnicería. Llega Commando. En todo su esplendor. Citarlo todo aquí es quitarle la magia del cine pero… hay una cosa, sólo una: ¡trampolines!. Ains, los 80. Mágicos 80. Me encanta la variedad en la forma de morir: hay muertos esperpénticos, muertos de golpe seco, muertos en forma de bailarina, hasta muertos 10 segundos después del impacto y las explosiones. En la variedad está el gusto.
Y volvemos a lo mismo. Si Chuache sobrevive a una caída y a un atropello, ¿Cómo no va a sobrevivir a una explosión de bomba a medio metro de él? No sería lógico darle muerte ahora sin una gota de sangre, no sería riguroso. Eso sí, lo dejan un poco tocado: camina cojeando. Llegados a este punto nos metemos de lleno en la escena más AWESOME de todas. El cobertizo: hachas, hojas de radial, tridentes y demás enseres rutinarios que en manos de él son auténticas letal weapons.
Lo mejor: los soldados lo rodean y vacían los cargadores. ¿Habrá muerto? ¡qué muerto ni muerta!. Es Chuache, dudarlo hacen que mueran foquitas en el ártico. No. El está arriba, en el techo y ni corto ni perezoso reparte su arte: cabezas, brazos, entrepiernas y no sé que más miembros viriles cercenados en menos de 15 segundos.
Por ahora, si mis cálculos no fallan llevamos, entre tiro y tiro, casi los 100 muertos (ojo a Chuache recortando flores con la metralleta… también es jardinero). Ahora que caigo, diría que la casa de juegos es la de Superdetective en Hollywood. Y sino es la misma, se le parece.
Continuará…