Es predictivo porque describe de manera precisa las técnicas de control social (basadas, no en la represión y el dolor, sino en el placer, el estado de bienestar, el hedonismo orgiástico, la reproducción controlada en laboratorios que elimina el nacimiento natural y la familia, para que el 'Estado Niñera' sea la nueva figura parental, etc.) que resuenan en el mundo real por las mismas élites (por llamarlas de alguna forma) que influenciaron a Huxley.
Y ahora me pongo el sombrero de aluminio. Puede que sea más profético que el de Orwell porque los Huxley son una de esas familias 'élite'. No hay más que ver a su hermano Julian, que tiene libros abogando por ideas 'new age', por un sistema de ingreso básico universal donde todo es gratuito, liberación sexual, reducción de la población, una jerarquía cientificista rígida basada en la genética/eugenesia (en plan Alfas, Betas, Gammas, Deltas) y drogas (el mismo Aldous escribió
Las puertas de la percepción). El abuelo Thomas fue el impulsor más grande del darwinismo más recalcitrante, presidente de la Royal Society en los años en que más formaban la opinión pública, etc. Un mundo feliz no nació de la nada, y el hombre sabía cuál era la cosmovisión de ciertas personas con influencia.
Otra grandísima distopía lamentablemente muy olvidada es la de Benson, El señor del mundo