Respuesta: Andrew Niccol's IN TIME
In Time, 2011 de Andrew Niccol.
Me gustaría pensar que Andrew Niccol ha dirigido algo tan impersonal y fallido para obtener presupuesto para hacer algún otro proyecto que tenga guardado en la mesilla. Pero seguramente me equivocaré. Me gustaría pensar que tenía otra idea, pero los productores se la echaron para atrás. Pero me equivocaré. Me gustaría pensar que todo esto tiene su explicación, pero seguramente no la habrá.
In Time, es un caso de estudio. Es más difícil construir en torno a una premisa jugosa una película tan tópica y estúpida a mayor gloria de los jóvenes y guapos protagonistas, que lanzarte al río y explorar y jugar con las posibilidades que ofrece la premisa. Hay que ser un genio para ser capaz de hacer un producto tan mediocre desde un punto de partida jugoso para la ciencia ficción.
La historia se sitúa en un mundo distópico y capitalista donde la moneda de cambio es el tiempo. Cuando se te agota el tiempo, mueres. Mientras tanto los ricos son inmortales. Puedes morir, puedes tener un accidente o te pueden matar, pero el mundo está dividido en zonas pobres y ricas. En las zonas pobres la gente se mata por diez minutos, ya que la gente no tiene nada ahorrado. En el mundo de los ricos, en cambio, nadie tiene prisa. Desde ahí construyen una metáfora del capitalismo en el sentido de que en este caso hace falta que la gente muera (o tenga poco dinero) para que haya gente inmortal (que tenga mucho dinero). Pero no exploramos las posibilidades metafísicas, no, construimos una estúpida road movie de acción donde el chico y la chica van corriendo, robando tiempo para dárselo a los más necesitados y destruir el sistema. Poco más. Un "corre, corre que te pillo" que no aporta nada ni a la Ciencia Ficción ni al cine en general, ya que es una de tantas películas de argumento clonado. No se que necesidad había de meter a Robin Hood en esto como adalid de la moral... ¡Era un ladrón!
Los puntos curiosos de la película no resultan curiosos, ya los había usado Niccol en su película Gattaca (excelente al contrario que In Time). Esos coches eléctricos de apariencia retro, salir a nadar en mar abierto... Hasta esos aspectos son desaprovechados y refuerzan esa percepción de que lo que te están contando ya lo has visto mil veces y mejor. No podemos dejar pasar por alto tampoco las referencias al mito de la pareja de ladrones Bonnie & Clyde, solo que aquí lo disfrazan de acciones morales, dar tiempo de vida a los necesitados.
Y es que lo peor que le puede pasar a una película de Ciencia Ficción es que se la vean las costuras de forma tan obvia. La evolución de los personajes, si existe, es forzada. La explica de formas manidas y tramposas, como la muerte de un ser querido, la niña rebelde que una vez fuera de su mundo de riqueza es la más concienciada... No hay evolución, simplemente los actores actúan como lo hacen porque sí, sin motivo. Aquí lo que importa es meter una persecución entre unos malos de opereta y los buenos. No hay tratamiento psicológico o una profundización en el mundo que nos ofrece la película para poder jugar con esas posibilidades. Es un festival de inexplicables oportunidades perdidas.
Y es una pena. Con menos bombo, desde una producción más o menos independiente Andrew Niccol hizo dos grandes películas como Gattaca y Lord of War. Eran valientes, buscaban entre los resquicios de lo que daban para dar aún más. Parecía que estábamos ante un director interesante, con un discurso. Un director que cuidaba sus formas, que era osado a la hora de enfrentarse a una película y de enfrentar a la audiencia a sus premisas, que jugaba con el cinismo como un valor para profundizar, que mostraba historias difíciles sin complejos. Pero cuando podía tener una idea para hacer una película interesante de Ciencia Ficción de nuevo, se nos derrumba y escribe y dirige esta anodina historia donde no podemos decir nada bueno. No tiene sentido de hablar de interpretaciones, de valores de producción, de nada... Porque incluso como Bluckbuster se le ve bastante limitadillo de dinero para ser espectacular o tener al respetable pegado al asiento. No, aburre.