Bueno, la directora del CNI admite haber espiado al president Aragonés y al entorno de Puigdemont con autorización judicial del Tribunal Supremo, y que esto se hizo en vísperas del juicio del 1-O.
Total, que el Tribunal Supremo autorizó el espionaje no solo de Puigdemont -que todos sabemos que es un peligroso terrorista despiadado- sino también a sus familiares y abogados, en el mismo momento en el que el propio Tribunal Supremo juzgaba a los líderes independentistas.

Bueno, vamos a ver cómo conjugan el derecho a la defensa los jueces del TPI cuando se pronuncien sobre la revisión de esos juicios.
También me pregunto qué opinarán los jueces del TJUE que son los que tienen que revisar las órdenes de extradición de Puigdemont y compañía. Recordemos que los jueces belgas ya denegaron la extradición de Lluís Puig porque éste alegó que "España vulneraría sus derechos fundamentales". Dicho y hecho.
A ver, que ya sé que todo eso al españolismo se la bufa, pero no está de más recordarlo.