El tiempo corre, hermanos y hermanas. Vuestras vidas comienzan a deslizarse hacia el lado corto del tobogán, y continuais sin arrepentios. Todavía adorais a falsos dioses, no os habéis plegado a adorar el poder de...
¡¡¡ROTOR!!!!
Pero ya he hablado DEMASIADO de esa maravillosa película. Sus logros deben verse para creerse, no pueden ser difundidos por ningún profeta, por buena que sea su labia. Hoy me dedicaré a hablaros de otro maravilloso monumento:
CIA, Operacion Espacial.
No se trata del típico bodrio, sino de una película de la Warner con buenos actores y con una estupenda fotografía de John Alzonzo. Pero su guión es tan caótico, tan absurdo, que se convierte, en un solo visionado, en tu comedia favorita.
Un chupatintas, pulcro padre de familia y cobarde absoluto, Bob Wilson (mi añorado y llorado John Ritter) tiene la mala suerte de ser físicamente idéntico a un espía recién asesinado. La CIA manda a Bob a uno de sus mejores hombres, el chulo profesional Nick Pirandello (James Belushi) para que le proteja y le entrene. Resulta que el agente muerto iba a reunirse con extraterrestres para negociar sobre una fórmula que solucionaría todos los problemas medioambientales de la Tierra. Pero otras facciones de la inteligencia mundial, y los rusos, quieren impedir el encuentro, ya que los extraterrestres portan un cañón destructivo y todos lo quieren.
Con un absurdo argumento veremos a los mejores agentes de la CIA vestidos de payasos, a un pobre don nadie intentando volverse un "tipo duro" con escenas deliciosamente ochenteras, y a un agente de la CIA bastante creído que mató a 847 rusos de una sentada, convirtiéndose en leyenda. Y por el camino, mil absurdos mas, todos deliciosos.