Re: Estoy hasta el nabo de esta gentuza. Post del ATLETI.
Que Gil y Cerezo fichen a Fred Astaire
porRuria On Enero - 21 - 2009
[por Rubén Uría] Mientras el Atlético sigue nadando en la mediocridad, Miguel Ángel Gil Marín y Enrique Cerezo han abierto ya el bazar del compro, vendo, cambio. Una decisión que coincide con ese secreto a voces, que no es otro que medio planeta sobrevuela el nido del Kun. Con Agüero hastiado de remar sólo y con Real Madrid, Barcelona y todo bicho viviente abriéndole las puertas de un posible traspaso a final de temporada (traspaso que ya está acordado de forma verbal con el entorno de Agüero a 30 de junio). Es, por tanto, época de saldos, rebajas, comisiones y filtraciones interesadas. Días de esos en los que la afición colchonera, harta de un fútbol que haría vomitar a una cabra, desilusionada con algunas figuritas de mazapán, e incluso lobotomizadas con el “Aguirre, vete ya”, necesitan su ración de ilusión. Y ahí, en la venta de humo, Giles y Cerezos siempre han sido, son y serán especialistas. Ahí se mueven como pez en el agua. Y están felices, como un marrano en una charca.
Como nada ni nadie podrá retener a Kun, se ha dado el pistoletazo oficial a la “Operación rueda de repuesto”. Así que se barajan nombres, se peina el mercado y se filtran varios nombres de ciertas “campanillas” para que se ilustre en el papel cuché de la prensa deportiva, siempre adicta y afín al Régimen del Atlético Sociedad Anónima Deportiva. El último en sonar es Fred, un pedazo de delantero brasileño que reúne muchas de esas características ideales para la consabida venta de humo de una prensa primero complaciente, luego obediente y finalmente, cómplice. Fred juega bien a fútbol, es goleador, internacional, tiene buen cartel y queda libre este verano. Juega en un grande de Francia, el Olympique de Lyon, y la secretaría técnica del Atlético sabe que se ahorraría el “chocolate del loro” en esas fechas, en las que sólo tendría que abonarle la ficha al delantero centro (3.5 millones de euros, según esas informaciones), ya que el punta llegaría con la carta de libertad bajo el brazo. Hasta ahí, nada nuevo bajo el sol y nada que reprochar. El problema radica cuando se baja a la letra pequeña de la operación, o cuando uno invierte su tiempo en charlar más de media hora con los que antes tenían voz y voto en los fichajes del Atlético de Madrid. Entonces, uno compadece a la afición del Atlético.
Fred, objetivo del Atlético | Diario MARCA
Fred, un delantero de gran talento y el gol en la sangre, se hizo un nombre y una reputación de sensacional ariete en el Olympique de Lyon, que lo compró por unos 15 millones de euros. Pero ¿cómo llegó a Francia este Fred? Pues dio el salto desde el fútbol brasileño, cuando se había consagrado como goleador y como uno de los líderes del Cruzeiro, que a comienzos del siglo XXI había conformado un equipo bastante competitivo para asaltar el campeonato del país del Pan de Azúcar. Ahí, en ese momento, el Real Madrid siguió su pista, pero decidió no mover ficha porque Jean Michel Aulas ya lo tenía “apalabrado” y se les había adelantado. Por aquel entonces, el Atlético ya disponía de una amplia información sobre este futbolista, pero no tenía dinero suficiente como para competir con el Lyon, que sí ponía el dinero que se le pedía.
Pero ¿quién era Fred antes de llegar al Cruzeiro? ¿Dónde jugaba? Pues Fred, Frederico Chaves Guedes, más conocido como Fred, militaba en el América Mineiro, un modesto de cierta solera que viene a ser un vivero de jóvenes promesas. El bueno de Fred fichó en 2003 por el América, y en 2004 se destapó como un fuera de serie a la hora de reventar porterías, y como un goleador brasileño cuyo fútbol y estilo eran más europeos que otra cosa. Rápido, elegante en el control, mortífero con espacios, corpulento y muy buen cabeceador, ese año recibió la visita de muchos ojeadores de equipos “grandes” de Brasil. Por esas fechas, Luiz Pereira y Joao Leivinha (ebony & ivory en la historia del Atlético de Madrid) decidieron apostar por Fred. Le vieron jugar en varias ocasiones, realizaron un seguimiento de su situación familiar y deportiva, averiguaron si estaba dispuesto a dar el gran salto y elaboraron un informde detallado (casi un libro, la verdad), sobre un “delantero centro rompedor” que juega en un equipo pobre de Brasil. En el informe, en rojo, podía leerse bien claro lo siguiente: “Fichar con urgencia, un crack a precio de ganga“. Leivinha y Pereira contactaron con un agente de futbolistas que se precia de haber sido crucial en varias de las mejores operaciones que jamás ha firmado el Atlético en su historia. Ese representante se presentó en la oficina del Club Inmobiliario, se reunió con Miguel Ángel Gil Marín, le dio el informe y le persuadió de que Fred podría llegar al Atlético de Madrid por 1.5 millones de euros, con una ficha de 300.000, que lo tenía “atado y bien atado” y que el delantero se cogía un avión a Madrid cuando el Atlético quisiera. MAG, el dirigente de la nariz picassiana, conocido por sus detractores como “caracórner”, torció el gesto. La “negociación” se cerró en apenas cinco minutos. No atendió al agente, no llamó por teléfono a Leivinha. No consultó con Pereira. No movió un dedo. Sólo acertó a decir que no interesaba porque “no lo conoce nadie, ni enb su casa a la hora de comer“. Eso fue en 2004, y dos meses después, el Cruzeiro pagó por Fred y se lo llevó. Más tarde, el Lyon desembolsaría 15 millones de euros, uno detrás de otro, por aquel delantero que Gil Marín rechazó porque “no lo conocían ni en su casa a la hora de comer”.
Cinco años después, Gil Marín y Cerezo siempre tienen abierto el desván del despropósito, y tienen la chequera a punto para hacer grandes negocios (Kun dejará un pellizo y Fred, un ahorro). Mejor dicho, redondos. Fred, el tipo al que no quisieron por 1.5 millones de euros, es el nombre que han filtrado a su periódico de cabecera para apaciguar al aficionado del Atlético de Madrid, porque sabe que al Kun le quedan dos telediarios en el Manzanares. Cinco años después, a Fred, ya sí le deben conocer “en su casa, a la hora de comer”. Si viene, le pagarán dos veces más de lo que habría costado hace cinco años. La cuestión es que ahora se ha peleado con su entrenador, no hace vestuario, tiene hábitos de ex-futbolista, está deseando volver a Brasil y es cinco años más viejo de lo que era cuando el Atlético lo tenía hecho con él.
Giles y Cerezos han hecho, hacen y harán lo que les venga en gana con su juguete, con su Atlético de Madrid Sociedad Anónima Deportiva, pero al menos, desde esta humilde morada, dos consejos. El primero, que no sigan jugando con la moral del prójimo, porque el socio del Atlético de Madrid, el que les paga sus fichajes “bomba”, no es tonto. Y el segundo que, para la próxima ocasión, sería mejor que filtraran el fichaje de otro Fred. De otro al que por lo menos, “conozcan en su casa a la hora de comer” de aquí a cinco años vista. Por ejemplo, Fred Astaire.
Que Gil y Cerezo fichen a Fred Astaire
porRuria On Enero - 21 - 2009
[por Rubén Uría] Mientras el Atlético sigue nadando en la mediocridad, Miguel Ángel Gil Marín y Enrique Cerezo han abierto ya el bazar del compro, vendo, cambio. Una decisión que coincide con ese secreto a voces, que no es otro que medio planeta sobrevuela el nido del Kun. Con Agüero hastiado de remar sólo y con Real Madrid, Barcelona y todo bicho viviente abriéndole las puertas de un posible traspaso a final de temporada (traspaso que ya está acordado de forma verbal con el entorno de Agüero a 30 de junio). Es, por tanto, época de saldos, rebajas, comisiones y filtraciones interesadas. Días de esos en los que la afición colchonera, harta de un fútbol que haría vomitar a una cabra, desilusionada con algunas figuritas de mazapán, e incluso lobotomizadas con el “Aguirre, vete ya”, necesitan su ración de ilusión. Y ahí, en la venta de humo, Giles y Cerezos siempre han sido, son y serán especialistas. Ahí se mueven como pez en el agua. Y están felices, como un marrano en una charca.
Como nada ni nadie podrá retener a Kun, se ha dado el pistoletazo oficial a la “Operación rueda de repuesto”. Así que se barajan nombres, se peina el mercado y se filtran varios nombres de ciertas “campanillas” para que se ilustre en el papel cuché de la prensa deportiva, siempre adicta y afín al Régimen del Atlético Sociedad Anónima Deportiva. El último en sonar es Fred, un pedazo de delantero brasileño que reúne muchas de esas características ideales para la consabida venta de humo de una prensa primero complaciente, luego obediente y finalmente, cómplice. Fred juega bien a fútbol, es goleador, internacional, tiene buen cartel y queda libre este verano. Juega en un grande de Francia, el Olympique de Lyon, y la secretaría técnica del Atlético sabe que se ahorraría el “chocolate del loro” en esas fechas, en las que sólo tendría que abonarle la ficha al delantero centro (3.5 millones de euros, según esas informaciones), ya que el punta llegaría con la carta de libertad bajo el brazo. Hasta ahí, nada nuevo bajo el sol y nada que reprochar. El problema radica cuando se baja a la letra pequeña de la operación, o cuando uno invierte su tiempo en charlar más de media hora con los que antes tenían voz y voto en los fichajes del Atlético de Madrid. Entonces, uno compadece a la afición del Atlético.

Fred, objetivo del Atlético | Diario MARCA
Fred, un delantero de gran talento y el gol en la sangre, se hizo un nombre y una reputación de sensacional ariete en el Olympique de Lyon, que lo compró por unos 15 millones de euros. Pero ¿cómo llegó a Francia este Fred? Pues dio el salto desde el fútbol brasileño, cuando se había consagrado como goleador y como uno de los líderes del Cruzeiro, que a comienzos del siglo XXI había conformado un equipo bastante competitivo para asaltar el campeonato del país del Pan de Azúcar. Ahí, en ese momento, el Real Madrid siguió su pista, pero decidió no mover ficha porque Jean Michel Aulas ya lo tenía “apalabrado” y se les había adelantado. Por aquel entonces, el Atlético ya disponía de una amplia información sobre este futbolista, pero no tenía dinero suficiente como para competir con el Lyon, que sí ponía el dinero que se le pedía.
Pero ¿quién era Fred antes de llegar al Cruzeiro? ¿Dónde jugaba? Pues Fred, Frederico Chaves Guedes, más conocido como Fred, militaba en el América Mineiro, un modesto de cierta solera que viene a ser un vivero de jóvenes promesas. El bueno de Fred fichó en 2003 por el América, y en 2004 se destapó como un fuera de serie a la hora de reventar porterías, y como un goleador brasileño cuyo fútbol y estilo eran más europeos que otra cosa. Rápido, elegante en el control, mortífero con espacios, corpulento y muy buen cabeceador, ese año recibió la visita de muchos ojeadores de equipos “grandes” de Brasil. Por esas fechas, Luiz Pereira y Joao Leivinha (ebony & ivory en la historia del Atlético de Madrid) decidieron apostar por Fred. Le vieron jugar en varias ocasiones, realizaron un seguimiento de su situación familiar y deportiva, averiguaron si estaba dispuesto a dar el gran salto y elaboraron un informde detallado (casi un libro, la verdad), sobre un “delantero centro rompedor” que juega en un equipo pobre de Brasil. En el informe, en rojo, podía leerse bien claro lo siguiente: “Fichar con urgencia, un crack a precio de ganga“. Leivinha y Pereira contactaron con un agente de futbolistas que se precia de haber sido crucial en varias de las mejores operaciones que jamás ha firmado el Atlético en su historia. Ese representante se presentó en la oficina del Club Inmobiliario, se reunió con Miguel Ángel Gil Marín, le dio el informe y le persuadió de que Fred podría llegar al Atlético de Madrid por 1.5 millones de euros, con una ficha de 300.000, que lo tenía “atado y bien atado” y que el delantero se cogía un avión a Madrid cuando el Atlético quisiera. MAG, el dirigente de la nariz picassiana, conocido por sus detractores como “caracórner”, torció el gesto. La “negociación” se cerró en apenas cinco minutos. No atendió al agente, no llamó por teléfono a Leivinha. No consultó con Pereira. No movió un dedo. Sólo acertó a decir que no interesaba porque “no lo conoce nadie, ni enb su casa a la hora de comer“. Eso fue en 2004, y dos meses después, el Cruzeiro pagó por Fred y se lo llevó. Más tarde, el Lyon desembolsaría 15 millones de euros, uno detrás de otro, por aquel delantero que Gil Marín rechazó porque “no lo conocían ni en su casa a la hora de comer”.
Cinco años después, Gil Marín y Cerezo siempre tienen abierto el desván del despropósito, y tienen la chequera a punto para hacer grandes negocios (Kun dejará un pellizo y Fred, un ahorro). Mejor dicho, redondos. Fred, el tipo al que no quisieron por 1.5 millones de euros, es el nombre que han filtrado a su periódico de cabecera para apaciguar al aficionado del Atlético de Madrid, porque sabe que al Kun le quedan dos telediarios en el Manzanares. Cinco años después, a Fred, ya sí le deben conocer “en su casa, a la hora de comer”. Si viene, le pagarán dos veces más de lo que habría costado hace cinco años. La cuestión es que ahora se ha peleado con su entrenador, no hace vestuario, tiene hábitos de ex-futbolista, está deseando volver a Brasil y es cinco años más viejo de lo que era cuando el Atlético lo tenía hecho con él.
Giles y Cerezos han hecho, hacen y harán lo que les venga en gana con su juguete, con su Atlético de Madrid Sociedad Anónima Deportiva, pero al menos, desde esta humilde morada, dos consejos. El primero, que no sigan jugando con la moral del prójimo, porque el socio del Atlético de Madrid, el que les paga sus fichajes “bomba”, no es tonto. Y el segundo que, para la próxima ocasión, sería mejor que filtraran el fichaje de otro Fred. De otro al que por lo menos, “conozcan en su casa a la hora de comer” de aquí a cinco años vista. Por ejemplo, Fred Astaire.