Para lo segundo es bien fácil, la culpa es primeramente del propio establecimiento que permite la entrada a personas que no cumplen el requisito de edad de la película, que para algo está, supongo.
Pero si un niño llora puede deberse a múltiples motivos y estoy convencido, porque lo he vivido, que las quejas no vienen cuando se llegan a los cinco o diez minutos, con que llore 1 minuto (o menos), muchos ya se quejan exactamente igual.
¿Qué han de hacer los padres, levantarse del cine a los 10 segundos de qué empiece a llorar y salir corriendo de allí como si le persiguiera un ejército de orcos?.
Lo más curioso del todo, es que conozco a quien no soportaba en absoluto ninguna de las situaciones que describís (las normales, no las de ver películas que no son para esas edades) y se quejaban, y han pasado a ser protagonistas del "bando" contrario cuando han tenido hijos.
Se nota que no tienes hijos. Un niño pequeño puede comenzar a llorar por cualquier motivo, desde que le duele un dedo o porque tiene ganas de tirarse un pedo. Vamos, que lo que quieres es prohibir que los niños vayan al cine, porque lo de controlarse en situaciones normales es de risa.Si tu hijo no es capaz de controlar el llanto en circunstancias normales, de entrada lo que no tienes que hacer es ir con él al cine.
Amigo, pero es que al que has de reclamar es al cine y el que tiene la culpa en última instancia es el establecimiento.Desde luego, pero tal como está la factura al cine le importa un ñordo que entres con bebés mientras pagues la entrada.
Estás poniendo supuestos que no digo que no sean comunes, pero vamos, que es muy normal ir con tu hijo al cine a ver una película para todos los públicos porque te apetece y a él le gusta también, y que aún así, comience a llorar. Que los que menos lloran son los bebés, pero un niño que no es bebé también llora y lo hace más fuerte, eh?.Pero volvemos a las mismas, en parte también es "culpa" de los padres por querer ir al cine sí o sí con el bebé cuando para otros menesteres seguro que cuando el niño crezca lo dejarán con los padres o abuelos para irse solos.(y esto es sí o sí porque todos los padres con hijos pequeños lo hacen, se diga lo que se diga). ¿Osease, que para el cine me lo llevo y para un finde sin críos lo suelto con los padres?
Al revés, dudo que cuando ese niño está llorando, los padres estén mirando la pantalla sin prestarle atención a su hijo.Entonces, volvemos a lo mismo: ¿te olvidas de tu hijo porque vas a disfrutar de la peli que quieres ver? Osease padrazo por un lado y dejado por otro.
No es imprescindible, como tampoco lo es que en una película, la que sea, no se pueda escuchar ningún llanto... porque vosotros habláis de llantos, pero por ejemplo a mí me parece insoportable las típicas risas encadenadas de algunos, bastante más molestas que escuchar en un momento concreto un llanto, quizá por lo de la empatía... y eso que, al menos que recuerde, jamás he ido con un niño al cine donde haya llorado, pero sí que he visto en tercera persona la situación.¿Es impepinablemente imprescindible tener que entrar al niño (dígase niño dígase bebés) en la última de Stallone, o la última de Fast and Furious porque yo lo valgo?
O como reza el dicho, cuanto más alto escupas, más fuerte te caerá encimaDesde luego, yo también los conozco. No significa que tenga que ser automático.
Se nota que no tienes hijos. Un niño pequeño puede comenzar a llorar por cualquier motivo, desde que le duele un dedo o porque tiene ganas de tirarse un pedo. Vamos, que lo que quieres es prohibir que los niños vayan al cine, porque lo de controlarse en situaciones normales es de risa.Si tu hijo no es capaz de controlar el llanto en circunstancias normales, de entrada lo que no tienes que hacer es ir con él al cine.
Se nota que no tienes hijos. Un niño pequeño puede comenzar a llorar por cualquier motivo, desde que le duele un dedo o porque tiene ganas de tirarse un pedo. Vamos, que lo que quieres es prohibir que los niños vayan al cine, porque lo de controlarse en situaciones normales es de risa.
Amigo, pero es que al que has de reclamar es al cine y el que tiene la culpa en última instancia es el establecimiento.
Estás poniendo supuestos que no digo que no sean comunes, pero vamos, que es muy normal ir con tu hijo al cine a ver una película para todos los públicos porque te apetece y a él le gusta también, y que aún así, comience a llorar
Al revés, dudo que cuando ese niño está llorando, los padres estén mirando la pantalla sin prestarle atención a su hijo.
Claro que no es normal meter a un niño pequeño en una peli de bombazos, pero aquí cuando os "cagáis" en los niños o en sus padres, no estáis especificando casos concretos, son generalizaciones.
O como reza el dicho, cuanto más alto escupas, más fuerte te caerá encima
Claro, porque lo digas túSi hablamos de niños lo bastante pequeños como para llorar porque le duele un dedo o porque tiene ganas de tirarse un pedo, de entrada lo que no tienes que hacer es ir con él al cine.
Ese es tu punto de vista "desde fuera". Ya te digo, si un día saltas al ruedo, verás que las cosas no son tal cual las crees ahora.No se trata de prohibir la entrada a los niños. Simplemente saber por parte de los padres a donde se meten y más aún cuando llevas a un bebé o un niño de corta edad. Ese es el problema. El padre "porque yo lo valgo" que tiene que entrar a su hijo en esa sala cuando no es la película más adecuada para la situación emocional del pequeño.
Por ejemplo, un niño que grita (gritar, exclamar, no llorar) no de miedo, sino de emoción, que es una cosa normal a algunas edades... ese padre debería de quedarse con su hijo en casa y no llevarle a ver El Rey León. YaOjo, ya esté llorando, ya esté tocando las narices al personal con sus gritos y berridos.
Estaba haciendo memoria y el mayor número de veces que recuerdo en los que realmente alguien me ha molestado, precisamente niños no eran...Y aquí sí que digo: yo no tengo que aguantar niños impertinentes. Almenos yo no. Otros no sé pero decir esto está muy mal visto: "uy, un tío que le molesta en el cine un niño que toca la moral y las narices. Qué poco aguante". Señores, yo no les molesto a usted. Hagan lo propio conmigo. Y sino llevelos al parque de la esquina que yo no iré a gritarle al oido a su hijo ni le daré patadas al asiento mientras se columpia.
Ese es tu punto de vista "desde fuera". Ya te digo, si un día saltas al ruedo, verás que las cosas no son tal cual las crees ahora.
Por ejemplo, un niño que grita (gritar, exclamar, no llorar) no de miedo, sino de emoción, que es una cosa normal a algunas edades... ese padre debería de quedarse con su hijo en casa y no llevarle a ver El Rey León. Ya
Porque si esa es la opinión de "los que entienden", por mí como si cierran todos los cines del mundo.
Pues la respuesta parece clara. ¿Por qué se dice siempre que Cristóbal Colón descubrió América?... a ver si va a ser por aquello de que es verdad¿Pero porqué siempre se tiene que llevar todo al tema de "los que hacen/los que entienden/criterio/palomita/culoduro/culoblando hasta cuando la conversación no tiene nada que ver con ello? Es un poco el comodín de la llamada.![]()
Los niños tienen una capacidad para aburrirse infinita. Y un niño aburrido es lo peor.
Ir al cine con niños que aún no han llegado a ese estadio es una temeridad.
Pero bueno, tampoco es cuestión de a obligar a los padres que no salgan de casa hasta que los hijos lleguen a la pubertad![]()
En cambio, una sala de cine es un sitio en el que se tiene que guardar silencio, porque si no lo haces le estropeas la experiencia a todos los demás.
Coincido. Pero cuando has dicho lo del restaurante... algo que no soporto, es ir a un restaurante y que haya gente hablando a gritos, es superior a mí. Si son niños, pese a que me moleste, aún puedo entenderlo... pero es que prácticamente siempre son adultos, y ahí sí que me joden la experiencia y es bastante más cara que la del cine.Si un niño se pone a llorar o a berrear en voz alta, pasas un poco de apuro, pero tampoco entorpeces tanto la actividad de los demás. En cambio, una sala de cine es un sitio en el que se tiene que guardar silencio, porque si no lo haces le estropeas la experiencia a todos los demás.
Pues toca aguantarse cuando hablamos de películas infantiles, es lo que hay.