Bueno, tampoco es que la obra del resto de autores de la escuela haya disfrutado de reediciones decentes. Quitando el coleccionable de tomos de RBA de hace algunos años y algún Súper Humor suelto, la inmensa mayoría de estas obras llevan milenios descatalogadas. Si no fuese por las tiendas de segunda mano y por la gente que se ha dedicado a digitalizar viejas revistas, todo este patrimonio se habría perdido (ni siquiera la Biblioteca Nacional conserva ejemplares de aquellas revistas, ya que por aquel entonces aún no se consideraban cultura, y no había obligación de hacer depósito legal).