No, si yo he comido (aunque no me gustan demasiado, prefiero los caracoles de mar) pero aquí me pongo el sombrerito de papel de plata y todo esto para irnos acostumbrando a dejar de comer vacas u otros animales de granja(cosa que los Rockefeller de turno no dejarán de hacer) y acercarnos un poco más al Soylent Green. Me quito el sombrerito que sino Atreus se enfada conmigo... pero lo dejo cerca.
En España sin ir mas lejos (los del Norte mucho mejor. O Francia) comemos caracoles. Por cierto, exquisitos!
Un abrazo!