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Estás espeso
Hipótesis A:
Los ricos y poderosos españoles (con muchos ceros en la cuenta) sacan la pasta en euros de su banco anteriormente conocido por estar en la champions league y abren una cuenta en algún otro país en una moneda más sólida, en dólares en algún paraíso fiscal o francos suizos en un banco suizo por ejemplo.
Hipótesis B:
Los no tan ricos pero quizá muy paranoicos siempre tienen la posibilidad mañana mismo de sacar todos sus euros, convertirlos en dólares y esconderlos bajoelcolchón. Podrán devaluar lo que les salga de los huevos, que tus dólares seguirán siendo... dólares.
Me gustaría ser rico para poder plantearme algo así, pero va a ser que no.
Vaaamos que nos vaaaamos!!!!
Unos minutos musicales con la que propongo sea la canción de la crisis.
http://www.youtube.com/watch?v=zW1zCSSUvOQ
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Pues no se como va a pagar Cataluña los intereses de los antiguos inversores, ni Murcia su aeropuerto.
Pues si en la historia reciente no ha habido jamás ningún caso similar, entonces tendremos tiempo de sobras para esperar que ocurre primero con Grecia. Lo que está claro es que mañana no van a cambiarnos euros por pesetas y devaluándola a lo bestia e incrementando nuestras deudas y mientras tanto Grecia como si nada.Que yo sepa no se unieron anteriormente. Me explico, no es lo mismo tener una moneda, unirte y tener otra moneda y volverte a separar. Ejemplos de países con monedas nuevas los hay a cientos (cualquier independencia de otro país). Soltero-Casado-Divorciado creo que no se ha dado nunca.
Algo me dice que en caso de que ocurra una auténtica hecatombre, ésta sería la desaparición del euro a nivel mundial...
La razón moral del indignado
Estos días los indignados han vuelto a sus plazas. Quizás no tienen la solución. Pero razones morales las tienen todas
Artículos | 17/05/2012 - 00:00h
FRANCESC DE CARRERAS
Hace unos meses, mi amigo Félix Ovejero me recomendó Margin call, que entonces se proyectaba en las pantallas de Barcelona. Pero no alcancé a verla hasta el viernes pasado tras comprar su versión DVD en la Fnac. Hacía años que una película no me había impresionado tanto. Cuenta una descarnada historia sobre quiénes manejan las finanzas mundiales, de los cuales pende, como de un hilo, tal como vemos estos días en España, todo el resto de la actividad económica, es decir, nuestros trabajos y nuestros días.
Situado el filme en los inicios de la actual crisis económica, la película trata del descubrimiento de errores de cálculo en las cuentas de un banco de Nueva York (supuestamente el Lehman Brothers) que cuestionan la calificación de riesgo de una parte de sus activos financieros. Súbitamente se dan cuenta de que están en quiebra técnica y, debido al importante volumen de sus fondos, la catástrofe repercutirá en todo el mercado. Algunos confiesan que hace tiempo ya lo habían previsto y advertido sin que nadie les hiciera caso.
Una vez conocido el asunto, el consejero delegado del banco no duda un segundo en que la única solución consiste en traspasar inmediatamente los productos tóxicos a sus clientes. Hay que vender a buen precio aquello que no vale nada antes de que se sepa la verdad: la cadena de engaños ha comenzado. Las dudas morales de algunos ejecutivos del banco se resuelven con más o menos rapidez al llegar cada uno a la conclusión de que lo prioritario es defender sus intereses individuales: todos ellos, uno por uno, están atrapados por sus deudas, tren de vida o ambiciones de futuro. El único que no duda es el impasible consejero delegado, quien, fríamente, ve la catástrofe como un episodio más de las inevitables crisis cíclicas de la historia del capitalismo. Desde la planta cincuenta de un rascacielos, las futuras víctimas son contempladas como simples hormigas que serán pisoteadas sin contemplaciones.
La película, un thriller financiero, como la calificó Salvador Llopart en este periódico, es la opera prima de J.C. Chandor, director independiente que también es el autor del guión, y ha sido producida por Zachary Quinto, uno de los actores de un excelente reparto. Incompetencia, irresponsabilidad y engaño son los vergonzosos valores que triunfan en el relato. Con miedo, con mucho miedo, quedan los espectadores, las impotentes hormiguitas, al acabar de verla.
Al mismo tiempo estoy leyendo el libro de Enric Juliana Modesta España (RBA, Barcelona, 2012), escrito con la brillantez e inteligencia que nos tiene acostumbrados. Es una crónica de los años de Zapatero, vistos en perspectiva histórica y geográfica más una filosofía de fondo que desemboca en una propuesta final. Merece leerse. Pero sólo me detendré en un punto, en una escalofriante anécdota que Juliana extrae del reciente libro del colaborador de La Vanguardia Mariano Guindal El declive de los dioses (Planeta, Barcelona, 2011). Se trata de un fragmento de la conversación sostenida entre Mariano Guindal y Mar Díaz-Varela (como ven todo queda en casa) con Miguel Sebastián, futuro ministro con Zapatero, justo antes de la victoria del PSOE en 2004. No la transcribo íntegra por razones de espacio, pero el lector puede encontrarla en las páginas 62 y 63 del libro de Juliana.
Dice Sebastián: "Menos mal que no vamos a ganar porque la que viene sobre España es gorda. (Estamos) peor que mal. Tenemos una burbuja inmobiliaria y es inevitable que estalle, y cuando esto ocurra se lo va a llevar todo por delante incluyendo los bancos (...) estoy totalmente convencido. El Gobierno del PP ha sido un irresponsable. En lugar de frenar la concesión de créditos hipotecarios a través del Banco de España, ha echado más gasolina al fuego con las desgravaciones fiscales. Este ha sido el mayor error de su mandato: no eliminar la desgravación a la vivienda pasándola a los alquileres".
Ante su contundencia, los periodistas le preguntan por qué eso que dice no figura en el programa electoral del PSOE. La respuesta es desconcertante: "No es un programa electoral para gobernar sino para que José Luis (Rodríguez Zapatero) obtenga un resultado lo suficientemente bueno para salir reelegido secretario general del PSOE en el próximo congreso. Después ya haremos un programa económico en serio para gobernar". Supongo que estupefactos, los periodistas le formulan la única pregunta lógica: "¿Y si ganáis". "¡Qué horror! -responde Sebastián-. Eso sería muy malo para mí porque (José Luis) trataría de implicarme y no me podría negar... y mucho peor para él. No estamos preparados ninguno de los dos para gobernar este país...".
Margin call y las respuestas de Sebastián tienen mucho en común. Por lo visto, algunos conocen previamente las catástrofes, saben sus consecuencias, tienen poder para en su momento remediarlas y no hacen nada, es más, empeoran la situación. Incompetentes, irresponsables y mentirosos. ¿En manos de quiénes estamos? Estos días los indignados han vuelto a sus plazas. Quizás no tienen la solución. Pero razones morales las tienen todas.
No entiendo como puede salir en la TV el presidente de Bankia y decir con una sonrisa en la boca, que Bankia es una entidad tremendamente sólida:
http://www.youtube.com/watch?v=z5_ZsSStC8o
El hombre no puede evitar descojonarse. Hay que tener la cara de granito para decir algo así cuando se ha tenido que intervenir porque se caía a cachos.
Además de decirlo, tiene que mostrar seriedad y saber buscar las palabras adecuadas para generar confianza.¿Y qué va a decir? Se supone que quiere dar confianza. Creo que hay que dejar trabajar a Goirigolzarri, al menos este es profesional del sector.
acabo de ver el video y no veo la incorrección por ningún sitio.. ¿en qué segundo dices que se descojona?![]()
Primeras amenazas de gente de la calle. Que se preparen los políticos y no piensen que no les va a pasar nada
Una clienta de Bankia a Montoro: 'Como me quiten el dinero, mato'
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/05/17/economia/1337267444.html