Entonces Tozzi tú también tienes un punto de vista que se refiere a que algunas personas por alguna razón no deberían contar con derecho al voto.
Pero debemos tener en cuenta un concepto al que yo llamaría "responsabilidad democrática". No se cual es el porcentaje estimado de gente que vota a ciegas, que haga lo que haga el grupo de su preferencia siempre contará con su voto. Esas personas no estarían en ese caso ejercitando una responsabilidad democrática si pese a que el grupo de preferencia ha realizado una política lamentable sigue confiando en esos lideres.
Tienen total libertad para hacerlo, para votar a quien sea, aunque seguramente muchos de nosotros censurariamos según que opciones de los partidos que se presentan, pero centrémonos en el sistema bipartidista de facto en el que vivimos.
En este sistema tenemos un importante sector de la población que pase lo que pase es practicamente es imposible que cambie el sentido de su voto y cuya lealtad por su partido esta por encima de cualquier lógica. Podríamos denominar eso como "corrupción ideológica", lo que hace que el sistema democrático sea corrupto. No lo digo en tono criminal, sino en término de que tenemos un error que invalida un proceso democrático limpio ya que para conseguir una serie de resultados hay que lidiar con una serie de votos que ya se han otorgado de antemano.
Esas personas de las que he hablado no ejercen la responsabilidad democrática que quizás le deberíamos la estado que nos acoge y del que queremos lo mejor. Y a veces un aviso a los capitanes del barco es necesario, o reconocer que ese giro a estribor no le sienta bien a la navegación del barco, o ver que el capitán no tiene ni idea y directamente te lleva a encallar en una formación rocosa de la que tardarás en salir y lo harás malherido.
Ahí está el concepto que digo pues, todos somos humanos, todos somos erroneos por naturaleza, manejables, vulnerables, engañables y al mismo tiempo cabezones o irresponsables. Y el derecho al voto se compone de personas de cualquier clase y condición, un concepto bonito en un mundo imperfecto, de ahí que a veces dude de la idoneidad de que muchos con los que me cruzo en la vida normalmente tengan el poder del voto en su mano. Aunque ese es el gran milagro del sistema de libertades con el que presuntamente contamos.
Saludos.