Alfredo García es maravillosa. Realmente experimentas el viaje febril y desolador de Bennie en carne propia. Pocas películas de los 70 me provocan esto: terminarlas y sentirse como si despertaras de una pesadilla extraña, Apocalypse Now, Wake in Fright, Shura y pocas más. Su narrativa, tan fragmentada y a veces inconexa, funciona cuando sabemos que la película está narrada desde la perspectiva subjetiva de un alcohólico empedernido.
Es encantador que, en una película tan violenta, haya momentos graciosos (como hablar con una cabeza) y otros impregnados de una genuina ternura (la relación con la prosti). Se le perdonan muchos de los rasgos estilísticos propios de la época.