En el post de las pelis para Halloween se mencionó Phantasma. Me entró el gusanillo del revisionado, pues bien, ya tengo las tres primeras vistas y procedo a comentarlas. Teniendo en cuenta que la saga está inacabada (y que el Hombre Alto va a pasar a la otra dimensión muy pronto) puede que nunca se acabe, es una saga bastante decente dentro de sus parámetros de rareza chunga.
Phantasma (1979): La génesis de la historia es sencilla. Muerto el padre de Coscarelli (que le había financiado sus primeras películas caseras, rarezas inexistentes hoy en día) este se fue a una caña en las montañas donde, una vez en soledad, empezó a tener ideas raras. ¡Y que ideas!
Un muchacho es asesinado por una chica, la cual, después de matarle, se convierte en un anciano alto y sobrenatural.
Después, se nos pone en situación: el pueblo es Morningside. El chico muerto tenía varios amigos: Jody (Bill Thornbury) su hermano pequeño Mike (Michael Baldwin) y el heladero Reggie (Reggie Bannister). Michael quiere ir al funeral, pero su hermano no le deja, ya que está preocupado por la morbosidad del chico desde la muerte de sus padres.
Michael se cuela en el funeral y obserca con unos prismáticos como, tras la ceremonia, el hombre alto, encargado de la funeraria, roba el ataúd. Los presagios, las muertes y los extraños hechos que se suceden en el pueblo (que parece prácticamente abandonado, la escasez de personajes en la película impresiona) van viciando el ambiente. Mike comienza a tener pesadillas en las que el Hombre Alto le atrapa en sueños, y a ver unas extrañas criaturas enanas que solo se perciben por el rabillo del ojo.
Tras colarse en la funeraria, Mike es perseguido por una esfera asesina voladora, y finalmente logra huir llevándose un dedo del Hombre Alto, que posteriormente se convierte en un monstruo ante Jody y Reggie. Decididos los tres a acabar con ese ser, van a la funeraria, donde descubren que los enanos son cadáveres reducidos de tamaño, y enviados como esclavos a otra dimensión de mayor gravedad y temperatura, a través de un portal entre dimensiones.
Aún quedan un buen número de ralladas, persecuciones, muertes y desapariciones, hasta llegar al confuso (pero excelente) final, con un cliffhanger perfecto, de escuela.
Lo más reseñable es que en 1979, cuando estaba a punto de eclosionar el fenómeno psycho killer, llegase una película tan diferente, tan alejada de esas corrientes (aunque las secuelas caerían en ello) donde se nos ofrece un mundo extraño, con ese pueblo donde no parece haber ley, a nadie le importa gran cosa lo que sucede, apenas si hay habitantes... es el irreal marco perfecto para que aparezca el Hombre Alto, un simple "negrero" de otro mundo que viene a resucitar, reducir y esclavizar a nuestros muertos para llevárselos a otros mundos. Es imparable, indestructible, ubicuo, y puede transformarse en una rubia maciza para cazar a jóvenes calenturientos. Sus poderes son tan locos como el resto de la película, que mezcla terror con ciencia ficción de baratillo y fantasía enrarizada.
La segunda parte comienza justo donde la primera lo dejó. El actor que hace de Michael cambia (ahora es un tal James LeGross) es internado en un manicomio, pero cuando la familia de Reggie es asesinada, ambos se lanzan a la caza del Hombre Alto viajando por pueblos que han sido arrasados por sus criaturas, acompañados de una guapísima turista (con la cual nace la faceta mujeriega de Reggie en la saga) y una chica rubia que sueña con Michael y el hombre Alto.
Para mi, es una secuela floja y una peli floja. Los protagonistas van por ahí cargados de armas y sierras mecánicas haciendo frente al mal. Salvaría simplemente el desarrollo de Reggie, ya encaminado a futuro protagonista de la saga. La veo como algo muy innecesario, mal rodada y muy poquito que aportar, salvo el final, otro cliffhanger de infarto, como será habitual en esta saga.
La tercera parte, titulada aquí "Phantasma, El pasaje del terror", es probablemente una de las películas más raras, experimentales y caóticas que he visto, y la más deliciosa de las secuelas. La anterior era solo un corre-que-te-pillo, pero aquí por fin se define una trama: El Hombre Alto busca a Michael (aquí, de nuevo un crecido Michael Baldwin) no para matarlo, sino por un proósito concreto, parece que Michael podría ser algo más de lo que aparenta...
También regresa Jody, el hermano de Michael, a quien creíamos muerto. Jody regresa... ¡convertido en esfera asesina!!! Los diálogos con Reggie o con su hermano son de lo más delirante que he visto en una pantalla. Aparecen nuevos personajes, un niño, Tim, que vive solo en un pueblo abandonado que fue destruido por el Hombre Alto, una negra marchosa con unos ninchakus de esos, que se parece a Grace Jones y acojona casi tanto como el Hombre Alto y un trío de maleantes que serán el enemigo secundario.
Los diálogos son delirantes, casi todos. Auténticas perlas
-¿Donde estamos?
-No lo sé, tío. En algún lugar de tu mente. ¡Es tu sueño!
¿Porque yo? ¿Porque me quiere a mi?
Dos es mejor que uno, ¿no crees?
-¡Jody! ¡Estás muerto!
-Dime algo que no sepa
Y sin duda, mi favorito, cuando Rocky, la negra a la que Reggie ha estado intentando trajinarse, para disgusto de ella, se despide:
¡Ten cuidado con esas bolas! (dicho con una sonrisa de sádica...)
La cuarta parte es un desmadre hecho a trozos
No vale gran cosa. Si hacen la quinta, Dios quiera que sea rápido y bien, por favor... la saga es muy irregular pero la primera y la tercera son la HOSTIA. ¿Opiniones?
Phantasma (1979): La génesis de la historia es sencilla. Muerto el padre de Coscarelli (que le había financiado sus primeras películas caseras, rarezas inexistentes hoy en día) este se fue a una caña en las montañas donde, una vez en soledad, empezó a tener ideas raras. ¡Y que ideas!

Un muchacho es asesinado por una chica, la cual, después de matarle, se convierte en un anciano alto y sobrenatural.
Después, se nos pone en situación: el pueblo es Morningside. El chico muerto tenía varios amigos: Jody (Bill Thornbury) su hermano pequeño Mike (Michael Baldwin) y el heladero Reggie (Reggie Bannister). Michael quiere ir al funeral, pero su hermano no le deja, ya que está preocupado por la morbosidad del chico desde la muerte de sus padres.
Michael se cuela en el funeral y obserca con unos prismáticos como, tras la ceremonia, el hombre alto, encargado de la funeraria, roba el ataúd. Los presagios, las muertes y los extraños hechos que se suceden en el pueblo (que parece prácticamente abandonado, la escasez de personajes en la película impresiona) van viciando el ambiente. Mike comienza a tener pesadillas en las que el Hombre Alto le atrapa en sueños, y a ver unas extrañas criaturas enanas que solo se perciben por el rabillo del ojo.

Tras colarse en la funeraria, Mike es perseguido por una esfera asesina voladora, y finalmente logra huir llevándose un dedo del Hombre Alto, que posteriormente se convierte en un monstruo ante Jody y Reggie. Decididos los tres a acabar con ese ser, van a la funeraria, donde descubren que los enanos son cadáveres reducidos de tamaño, y enviados como esclavos a otra dimensión de mayor gravedad y temperatura, a través de un portal entre dimensiones.
Aún quedan un buen número de ralladas, persecuciones, muertes y desapariciones, hasta llegar al confuso (pero excelente) final, con un cliffhanger perfecto, de escuela.
Lo más reseñable es que en 1979, cuando estaba a punto de eclosionar el fenómeno psycho killer, llegase una película tan diferente, tan alejada de esas corrientes (aunque las secuelas caerían en ello) donde se nos ofrece un mundo extraño, con ese pueblo donde no parece haber ley, a nadie le importa gran cosa lo que sucede, apenas si hay habitantes... es el irreal marco perfecto para que aparezca el Hombre Alto, un simple "negrero" de otro mundo que viene a resucitar, reducir y esclavizar a nuestros muertos para llevárselos a otros mundos. Es imparable, indestructible, ubicuo, y puede transformarse en una rubia maciza para cazar a jóvenes calenturientos. Sus poderes son tan locos como el resto de la película, que mezcla terror con ciencia ficción de baratillo y fantasía enrarizada.


La segunda parte comienza justo donde la primera lo dejó. El actor que hace de Michael cambia (ahora es un tal James LeGross) es internado en un manicomio, pero cuando la familia de Reggie es asesinada, ambos se lanzan a la caza del Hombre Alto viajando por pueblos que han sido arrasados por sus criaturas, acompañados de una guapísima turista (con la cual nace la faceta mujeriega de Reggie en la saga) y una chica rubia que sueña con Michael y el hombre Alto.
Para mi, es una secuela floja y una peli floja. Los protagonistas van por ahí cargados de armas y sierras mecánicas haciendo frente al mal. Salvaría simplemente el desarrollo de Reggie, ya encaminado a futuro protagonista de la saga. La veo como algo muy innecesario, mal rodada y muy poquito que aportar, salvo el final, otro cliffhanger de infarto, como será habitual en esta saga.

La tercera parte, titulada aquí "Phantasma, El pasaje del terror", es probablemente una de las películas más raras, experimentales y caóticas que he visto, y la más deliciosa de las secuelas. La anterior era solo un corre-que-te-pillo, pero aquí por fin se define una trama: El Hombre Alto busca a Michael (aquí, de nuevo un crecido Michael Baldwin) no para matarlo, sino por un proósito concreto, parece que Michael podría ser algo más de lo que aparenta...
También regresa Jody, el hermano de Michael, a quien creíamos muerto. Jody regresa... ¡convertido en esfera asesina!!! Los diálogos con Reggie o con su hermano son de lo más delirante que he visto en una pantalla. Aparecen nuevos personajes, un niño, Tim, que vive solo en un pueblo abandonado que fue destruido por el Hombre Alto, una negra marchosa con unos ninchakus de esos, que se parece a Grace Jones y acojona casi tanto como el Hombre Alto y un trío de maleantes que serán el enemigo secundario.
Los diálogos son delirantes, casi todos. Auténticas perlas
-¿Donde estamos?
-No lo sé, tío. En algún lugar de tu mente. ¡Es tu sueño!
¿Porque yo? ¿Porque me quiere a mi?
Dos es mejor que uno, ¿no crees?
-¡Jody! ¡Estás muerto!
-Dime algo que no sepa
Y sin duda, mi favorito, cuando Rocky, la negra a la que Reggie ha estado intentando trajinarse, para disgusto de ella, se despide:
¡Ten cuidado con esas bolas! (dicho con una sonrisa de sádica...)



La cuarta parte es un desmadre hecho a trozos
