Debido a mi incesante búsqueda de los mejores auriculares para el iPhone he terminado reuniendo en mi casa una pequeña muestra de lo que podemos encontrar en el mercado, por lo que he pensado que un pequeño análisis comparativo podría ser de utilidad para más de uno. Además, al disponer de todos ellos a la vez, he podido realizar escuchas de diversos fragmentos musicales con apenas unos segundos de espacio entre uno y otro. He usado tanto música electrónica como clásica y vocal en formato AAC a 320kbps reproducida en un iPad 3.
Como referencia he tomado los auriculares que para mi suenan más equilibrados de todos los que he probado y que actualmente se encuentran descatalogados:
Para que se entienda por qué tomo como referencia el sonido de estos auriculares, haré una pequeña introducción. Y es que pese a que por mis manos han pasado una gran cantidad de modelos (AKG, Technics, Sennheiser, Sony...) tanto de gama alta como gama media, siempre he acabado volviendo a este modelo, que es el único que me hace sacar una sonrisilla de felicidad al escuchar cualquier tema, por muy machacado que lo tenga. Ni unos ostentosos AKG han logrado hacerme sentir lo mismo que con este modelo, que ya empieza a mostrar en su acabado exterior signos evidentes de desgaste, no así de sonido que sigue tan impecable como el primer día. Incluso estuve una larga temporada usando a diario un modelo "superior" de Sennheiser debido a la rotura del cable de estos HD497. Pensaba que el modelo superior estaba dándome todo lo que necesitaba, pero tras recibir un repuesto de cables para los antiguos HD497 y volverlos a probar, la sonrisa se volvió a dibujar en mi cara y comprendí el abismo existente.
Pero claro, una cosa son los auriculares que uso en el estudio o en mi casa, y otra bien distinta los que uso cuando viajo o cuando paseo de camino al trabajo. Este uso puede alcanzar fácilmente en un día normal las 3 horas.
Se trata de los auriculares que más he utilizado. Con ellos descubrí la "magia" del formato in-ear, que me permite aislarme del ruido del tren o el avión y a la vez disfrutar de mi música o mis podcasts sin tener que atronar a mis oídos con volúmenes elevados para conservar una legibilidad óptima. Adolecen de nitidez en la parte alta del espectro y los graves en entornos silenciosos pueden llegar a ser ligeramente excesivos en frecuencias muy concretas. Su punto fuerte es el poco ruido del cable (fricciones y/o golpeteos al andar) que se transmite al auricular.
El hermano menor de los CX300 supone un aumento exagerado de los graves, si bien a cambio aumenta ligeramente la claridad de los agudos, si bien el resultado es un sonido completamente descompensado y que termina por aturdir.
Con un diseño muy atractivo a la vista nos encontramos con unos auriculares que ofrecen un sonido muy parecido a los CX200 de Sennheiser que además añaden micrófono y remoto. El problema es que el espectacular diseño de cable plano termina convirtiéndose en un terremoto de ruidos de roce y golpeteos que se transmiten al auricular de una manera como jamás he escuchado en ningún otro auricular, convirtiendo la escucha mientras andamos en una experiencia muy poco agradable. Además, el peso del remoto está ligeramente por encima de lo que debiera. Pero la cosa no termina ahí, pues en lo que supone un flagrante fallo de diseño, las aristas de la funda en la que se conecta el cable al auricular terminarán por producirnos abrasión en menos de 20 minutos de escucha mientras andamos.
A pesar de que los auriculares que Apple ha incluido tradicionalmente en sus iPod e iPhone son una solución más que digna, palidecen enormemente al realizar una comparación directa con cualquier otro modelo. Con un diseño clásico tipo "botón" y la inclusión de micro con remoto, sorprenden por la firmeza de sus graves. Lástima que los agudos se escuchen difusos, emborronados... sin ningún tipo de claridad.
Los tan cacareados Earpods suponen una mejora considerable respecto a los auriculares clásicos de Apple. Consiguen mantener un llamativo nivel de graves sin perder tanta claridad en los agudos, si bien estos siguen sin ser todo lo nítidos que deberían. Su diseño requiere que nuestras cavidades auditivas coincidan con el promedio que ha empleado Apple para modelarlos. De no ser así, como es mi caso no lograremos fijarlos correctamente, debiendo ajustarlos constantemente para evitar variaciones de sonido. Porque de hecho, son los auriculares en los que más diferencia de sonido encuentro según la posición en la que estén. Incluyen remoto con micro.
Sin la campaña de márketing que tenía detrás el modelo Earpod, Apple dispone también de auriculares tipo "in-ear" con su correspondiente remoto y micro. El sonido es increíblemente definido y por alguna razón la sensación de espacialidad es mayor que con el resto de auriculares. Los graves pueden decepcionar a quien busque un sonido más llamativo, pero cumplen a la perfección con todo tipo de música sin emborronar la escena sonora. Desgraciadamente la transmisión de roces y golpes del cable a los auriculares no llega al nivel de los Sennheiser CX300II, pero se mantiene a un nivel aceptable.
De todos los auriculares es precisamente este modelo el que produce un sonido más parecido a mi modelo de referencia. Sorprendentemente parecido, he de añadir. Es por esto, así como por el aislamiento y el confort del propio auricular que pasan a ser mis "auriculares de batalla diaria".
Como referencia he tomado los auriculares que para mi suenan más equilibrados de todos los que he probado y que actualmente se encuentran descatalogados:

Para que se entienda por qué tomo como referencia el sonido de estos auriculares, haré una pequeña introducción. Y es que pese a que por mis manos han pasado una gran cantidad de modelos (AKG, Technics, Sennheiser, Sony...) tanto de gama alta como gama media, siempre he acabado volviendo a este modelo, que es el único que me hace sacar una sonrisilla de felicidad al escuchar cualquier tema, por muy machacado que lo tenga. Ni unos ostentosos AKG han logrado hacerme sentir lo mismo que con este modelo, que ya empieza a mostrar en su acabado exterior signos evidentes de desgaste, no así de sonido que sigue tan impecable como el primer día. Incluso estuve una larga temporada usando a diario un modelo "superior" de Sennheiser debido a la rotura del cable de estos HD497. Pensaba que el modelo superior estaba dándome todo lo que necesitaba, pero tras recibir un repuesto de cables para los antiguos HD497 y volverlos a probar, la sonrisa se volvió a dibujar en mi cara y comprendí el abismo existente.
Pero claro, una cosa son los auriculares que uso en el estudio o en mi casa, y otra bien distinta los que uso cuando viajo o cuando paseo de camino al trabajo. Este uso puede alcanzar fácilmente en un día normal las 3 horas.

Se trata de los auriculares que más he utilizado. Con ellos descubrí la "magia" del formato in-ear, que me permite aislarme del ruido del tren o el avión y a la vez disfrutar de mi música o mis podcasts sin tener que atronar a mis oídos con volúmenes elevados para conservar una legibilidad óptima. Adolecen de nitidez en la parte alta del espectro y los graves en entornos silenciosos pueden llegar a ser ligeramente excesivos en frecuencias muy concretas. Su punto fuerte es el poco ruido del cable (fricciones y/o golpeteos al andar) que se transmite al auricular.

El hermano menor de los CX300 supone un aumento exagerado de los graves, si bien a cambio aumenta ligeramente la claridad de los agudos, si bien el resultado es un sonido completamente descompensado y que termina por aturdir.

Con un diseño muy atractivo a la vista nos encontramos con unos auriculares que ofrecen un sonido muy parecido a los CX200 de Sennheiser que además añaden micrófono y remoto. El problema es que el espectacular diseño de cable plano termina convirtiéndose en un terremoto de ruidos de roce y golpeteos que se transmiten al auricular de una manera como jamás he escuchado en ningún otro auricular, convirtiendo la escucha mientras andamos en una experiencia muy poco agradable. Además, el peso del remoto está ligeramente por encima de lo que debiera. Pero la cosa no termina ahí, pues en lo que supone un flagrante fallo de diseño, las aristas de la funda en la que se conecta el cable al auricular terminarán por producirnos abrasión en menos de 20 minutos de escucha mientras andamos.

A pesar de que los auriculares que Apple ha incluido tradicionalmente en sus iPod e iPhone son una solución más que digna, palidecen enormemente al realizar una comparación directa con cualquier otro modelo. Con un diseño clásico tipo "botón" y la inclusión de micro con remoto, sorprenden por la firmeza de sus graves. Lástima que los agudos se escuchen difusos, emborronados... sin ningún tipo de claridad.

Los tan cacareados Earpods suponen una mejora considerable respecto a los auriculares clásicos de Apple. Consiguen mantener un llamativo nivel de graves sin perder tanta claridad en los agudos, si bien estos siguen sin ser todo lo nítidos que deberían. Su diseño requiere que nuestras cavidades auditivas coincidan con el promedio que ha empleado Apple para modelarlos. De no ser así, como es mi caso no lograremos fijarlos correctamente, debiendo ajustarlos constantemente para evitar variaciones de sonido. Porque de hecho, son los auriculares en los que más diferencia de sonido encuentro según la posición en la que estén. Incluyen remoto con micro.

Sin la campaña de márketing que tenía detrás el modelo Earpod, Apple dispone también de auriculares tipo "in-ear" con su correspondiente remoto y micro. El sonido es increíblemente definido y por alguna razón la sensación de espacialidad es mayor que con el resto de auriculares. Los graves pueden decepcionar a quien busque un sonido más llamativo, pero cumplen a la perfección con todo tipo de música sin emborronar la escena sonora. Desgraciadamente la transmisión de roces y golpes del cable a los auriculares no llega al nivel de los Sennheiser CX300II, pero se mantiene a un nivel aceptable.
De todos los auriculares es precisamente este modelo el que produce un sonido más parecido a mi modelo de referencia. Sorprendentemente parecido, he de añadir. Es por esto, así como por el aislamiento y el confort del propio auricular que pasan a ser mis "auriculares de batalla diaria".
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