Uf, eso da para análisis aparte. Empieza muy bien, aguanta el tirón algún álbum, pero luego da un cambio y ya no es el guitarrista, si no el compositor, el letrista. También muy influenciado por sus problemas para tocar, que no son públicos pero no hay que ser un lince para verlos. Su última gira, en la que anunció que no volvería a hacer más, era tremendo. Unos problemas enormes incluso para caminar, una verdadera pena. Soy fan, ultra fan, de este hombre y desde hace ya tiempo lo escucho lo justo. Fui con los amigos a verlo a Gredos en 2015 y ahí supuso la debacle. Vimos tres temas y nos fuimos al puesto de Telepizza, que era más interesante.
Pero bueno, siempre quedará parte de su obra. He podido verlo dos veces en la parte de abajo del Royal Albert Hall, algo único en la vida, y me quedé sin poder ir una tercera, con entradas en primera fila centradas, como si actuase en el salón de tu casa.