James Gray: film noir y tragedia familiar
Publicado por: Quim
El próximo 16 de septiembre, James Gray estará en San Sebastián para presentar nuestro ciclo de este año,
American Way of Death: Cine negro americano 1990-2010. Con tan solo cuatro largometrajes como director, James Gray se ha ganado un merecido puesto de honor en el cine norteamericano contemporáneo y, especialmente, en el género negro, al que ha aportado notables dosis de drama y tragedia familiar respetando las normas del género y reinventándolas a partir de presupuestos nada chocantes ni en lo temático ni en lo formal.
Gray es uno de esos cineastas estadounidenses curtidos, como espectador, en un determinado cine europeo: y bien curtidos. Cita mucho a Federico Fellini y su segunda película,
La otra cara del crimen (2000), es una remodelación del tema planteado por Luchino Visconti en
Rocco y sus hermanos (1960), del mismo modo que algunos elementos de
Noches blancas afloran en su último film hasta el momento,
Two Lovers (2008), donde también aparece el fantasma hitchcockiano de
Vértigo (1958).
Cineasta culto, o cinematográficamente ilustrado, rueda desde planteamientos casi de artesano para dotar a sus películas de una fisicidad que poco tiene que ver con otras representaciones recientes del cine negro. Por ello, por el valor de sus tres films pertenecientes al género –
Cuestión de sangre (
Little Odessa) (1994), La otra cara el crimen y
La noche es nuestra (2007)–, Gray es parte inexcusable de la retrospectiva que San Sebastián dedica al film noir contemporáneo y uno de los directores idóneos para presentar dicho ciclo.
Alabado en el festival de Cannes, donde han participado todos sus films –aunque él siempre ha dicho sentirse algo extraño compitiendo en este certamen–, Gray puede recordar por igual al cine policiaco de los setenta, hoy tan alabado –pero en mayor sintonía con Richard Fleischer que con Sidney Lumet–, como al cine clásico hollywoodiense: ¿Acaso La noche es nuestra, en su exploración de un microcosmos familiar formado por policías, no guarda relación con los retratos de familias militares efectuados por John Ford en su célebre trilogía de la caballería?
Esa es una de las claves de su obra, el tejido de relaciones entre personaje enfrentados que pertenecen a una misma familia, a un mismo clan: los hermanos de Little Odessa, el ex convicto que regresa a su entorno familiar y no puede escapar de la violencia del mismo en La otra cara del crimen y la familia de agentes de policía neoyorquinos de La noche es nuestra.
Gray, además, ha contado con sus particulares actores fetiche. Tras la buena entente entre Edward Furlong y Tim Roth, los dos hermanos de origen ruso que se reencuentran en el lugar de nacimiento de ambos en
Little Odessa, el director pasó a colaborar con Mark Wahlberg y Joaquin Phoenix en sus dos siguientes largometrajes. Phoenix –antes de su “falso retiro”– volvería a trabajar a sus órdenes en
Two Lovers y parece que formará pareja con la actriz francesa –ya importada por Hollywood– Marion Cotillard en el próximo film de Gray,
Low Life, del que aún todo son rumores y (grandes) expectativas.