Sara Casasnovas, diana del fanatismo
Un admirador obsesionado por la actriz ourensana la atacó a la salida de un teatro madrileño con una ballesta
La admiración desmedida puede, a veces, convertirse en irracional fanatismo. Pedro Almodóvar lo reflejó magistralmente en "Átame", en la que Ricki (Antonio Banderas), obsesionado por Marina (Victoria Abril), una actriz de cine porno, decide secuestrarla con la esperanza de que su amor sea correspondido. Cuando se estrenó esta película Sara Casasnovas (Ourense, 1984) tenía apenas cinco años, pero cosas de la vida, acaba de sufrir en primera persona un episodio de fanatismo que bien podría inspirar otra historia cinematográfica.
Sin duda, la actriz ourensana nunca se imaginó que pudiese acabar siendo atacada por un seguidor, tal y como le sucedió el domingo tras la última función de "La noche de la iguana" en el teatro madrileño Reina Victoria. Cuando salía del teatro, Arndt M., un alemán de 39 años nacionalizado angoleño, se abalanzó sobre ella, ballesta en mano, preguntándole por qué no contestaba a sus misivas de amor.
Sara Casasnovas retiró el rostro justo en el momento en que la flecha salía disparada y buscó refugio en un comercio cercano. La saeta acabó clavándose en la chaqueta de un hombre de 69 años, trabajador del teatro, que milagrosamente resultó ileso, mientras los amigos de la actriz reducían al agresor, que sacó de su mochila militar un aerosol, con el que roció a uno de ellos.
Ésta no sería la única sorpresa que se llevaría la Policía tras arrestar al individuo, ya que en la mochila llevaba todo un arsenal: dos ballestas con sus respectivos repuestos, un spray de defensa, flechas de plástico con punta tipo arpón de 15 centímetros, grilletes, un cúter, dos sogas y un bote de gasolina. Y entre tremenda armería, el cartel de una obra que la actriz representó en marzo. El hombre pasará hoy a disposición judicial, acusado de un delito de tentativa de homicidio, según fuentes policiales.
Tras la agresión, Casasnovas sufrió un ataque de ansiedad y fue atendida en un hospital, aunque ayer reanudó su actividad normal, según su representante, acudiendo al estudio donde se graba "Hospital Central", serie en la que interpreta a María José Velasco. "Ella se encuentra bien, aunque algo asustada y nerviosa por lo ocurrido", comentó su agente a este periódico.
El agresor comenzó a obsesionarse con la actriz desde que la vio por primera vez en la telenovela "Amar en tiempos revueltos", que seguía a través del Canal Internacional de TVE desde Alemania. Hasta tal punto llegó su obsesión que viajó en varias ocasiones a España sólo para poder verla y hablar con ella.
Según relató la propia actriz en la denuncia que presentó ante la Policía Nacional tras abandonar el centro hospitalario, Arndt M. le escribía cartas desde hacía un año y medio, aunque no le dio más importancia que a las recibidas de otros admiradores. Hace tres meses, cuando representaba una obra en un teatro de Getafe (Madrid), llegó a entrar en su camerino como un admirador más y allí le contó que seguía su carrera desde Alemania y que le escribía cartas, aunque la actriz no se percató de su obsesión por ella.
Hace una semana, el hombre cogió un autobús desde Alemania hasta la capital, donde alquiló una habitación en un hostal. Así, en las últimas cuatro noches en el Reina Victoria, la esperaba a la salida del teatro para preguntarle insistentemente qué le parecían las cartas que le había enviado y por qué no tenía contestación.
Casasnovas, que en ningún momento pensó que la situación podría derivar en un episodio violento, le aclaró que no quería mantener ninguna relación con él. A pesar de ello, como declaró la actriz, el individuo persistía en su actitud obsesiva. La última negativa despertó la frustración del admirador, que respondió con un ataque a su amor no correspondido. Sin duda, Sara Casasnovas conoce ya la cara más amarga de la popularidad.
