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El cineasta cuenta como de joven estuvo a punto de convertirse en sacerdote pero finalmente escogió la que era su verdadera vocación, hacer películas. También relata como algunos actores tuvieron que mantenerse muy delgados durante el rodaje e incluso llevar a cabo un retiro espiritual para hacer más creíbles sus personajes.
no me cabe duda de que con el tiempo será valorada como una de las cintas clave de la filmografia de Scorsese.
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No es una película para todos los públicos, en el sentido de que es la película más hard sobre la fe que yo haya visto. Diría que es al cine religioso lo que 2001 fue al cine de ciencia ficción: un film que plantea infinidad de preguntas y posibilidades, pero ninguna respuesta como tal o concesión que estropee el gran misterio de nuestra existencia que plantea el film.
Scorsese imita las formas y el ritmo del cine japonés clásico, y eso la puede hacer plomiza para el espectador medio. Pero lo que cuenta es tan apasionante que, si el espectador está realmente interesado en su temática y ambientación, se ve con mucho gozo. Yo mismo me he emocionado y estremecido durante la escena cumbre. Y Liam Neeson hace aquí uno de los papeles de su vida, a pesar de su brevedad, al nivel del coronel Kurtz de Brando, aunque con otro significado.
Rodrigo Prieto por su parte, se sale en un trabajo en el que renuncia a su característico eclecticismo fotográfico y apuesta por una narración visual coherente, aunque no renuncia al uso expresivo del color. Atención precisamente al tramo final con Liam Neeson, donde la luz y la propia presencia del actor dan un subidón dramático al film que lo saca del bloqueo narrativo en el que estaba empezando a caer.
En definitiva, un film hecho con enorme pasión, emocional y cinéfila. Una de esas películas donde se nota que sus autores han puesto sus preocupaciones más profundas como en ninguna otra, y que justifican tantos años invertidos en su creación. No la llamaría obra maestra porque mi concepto de tal cosa va más allá de ser una gran película, pero no me cabe duda de que con el tiempo será valorada como una de las cintas clave de la filmografia de Scorsese.
Un saludete.
Yo la vi ayer, pero no fui con la siesta echada y di algunas cabezaditas. Entre que había estado de comilona, la oscuridad, la calefacción del cine y la austeridad (formal, narrativa) que imprime Scorsese, me quedé sopa varias veces...Yo la veo esta tarde, pero ya aviso que sin poder ir con la siesta echada.