Dani J.
Miembro habitual
Una vez vista debo decir que, aún siendo interesante y muy entretenida me ha parecido, ciertamente, sobrevalorada, compartiendo más o menos el punto de vista de Harmonica. Visualmente la película tiene una energía y desprende una vitalidad que te arrastra, de eso no hay duda. La fotografía de Mantle, junto a esa arrolladora puesta en escena, me han parecido los dos aspectos más destacables de la misma. Siendo breve yo entiendo ese caos visual por el que han optado tanto Boyle como Mantle como el reflejo de lo que es la India, o el reflejo de cómo sus creadores entienden un país tan caótico y lleno de contrastes como la India, por lo que visto de esta manera entiendo la decisión escogida tanto por el director como por el DP... Ahora bien, estamos hablando, a mi parecer, de una película que, al querer hablar de tantas y tantas cosas (realidad social, (englobar aquí el día a día de los niños huérfanos que habitan las grandes urbes), sus contrastes, la mafias locales, la corrupción policial, el lado mas oscuro de la televisión, la casualidad (¿o el destino?), el amor sin barreras...) acaba por hablar de todo pero de manera muy simple y superficial, lógicamente. Su previsible texto está lleno de trampas como por ejemplo (y como ya dijo alguien de aquí, no me acuerdo de quien) el oportunista orden de las preguntas que coinciden cronológicamente con las diversas etapas de la vida de Jamal. Tampoco los personajes tienen profundidad alguna, casi todo es blanco o negro, sin cabida al gris y solo el personaje de Salim llega a mostrarnos unos difusos restos de ambigüedad. Al final todo acaba siendo una película de Bollywood más, aunque pasado por el tamiz de Hollywood y bajo un estilo visual lleno de personalidad, donde, como dice Jordi Costa en El País, los árboles no dejan ver el bosque...
A pesar de todo me quedo con el magnífico y melancólico momento de los dos hermanos ya en el presente viendo, desde un edificio en construcción, como imponentes rascacielos desafían el skyline de una floreciente Bombay erigiéndose allí donde antes todo era un mar de chabolas... Todas las cosas que es capaz de decirnos un solo plano.

A pesar de todo me quedo con el magnífico y melancólico momento de los dos hermanos ya en el presente viendo, desde un edificio en construcción, como imponentes rascacielos desafían el skyline de una floreciente Bombay erigiéndose allí donde antes todo era un mar de chabolas... Todas las cosas que es capaz de decirnos un solo plano.
