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La verdad es que estoy acojonado. Nunca voy al médico, soy de vivir rápido y, como ya comentaba en otro foro, me ha dado por querer ponerme a régimen porque me siento mal. Me duelen hasta los pelos del culo. Y claro, el endocrino me ha mandado análisis y, zas, jamás me había sentido así. Me he visto hasta metido en una caja e imaginando qué pasaría y hasta he pensado en los míos. Es una sensación rara, nueva para mí.
Resulta que podría ser el hombre más sano del mundo y soy el más insano del mundo por mi afición excesiva a la comida.
Tengo Hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, hiperuricemia, el hígado graso, las transaminasas por las nubes y dislipemia. Obesidad, claro.
Y el médico me ha dicho, con dos cojones, que por este camino y hábitos no duraría. Así me lo ha soltado. La gracia es que luego me ha endiñado un régimen de esos que se imprimen medio a boleo y ni siquiera ha reparado en que me metía cosas en el régimen que no puedo comer, con lo cual me he quedado algo frío con el tiparraco.
No sé, joder.
También me ha dicho que empezara un día uno (o sea, el lunes, que será el martes por el festivo) y que fuera a verle cada mes. Y que me diera homenajes toda la semana para despedirme (te pees). Y me ha dicho que empiece a la vez con el deporte, que si no no va a haber manera.
Vamos, que estoy muy asustado y me he planteado muchas cosas. ¿Os ha pasado algo de esto? Terapia, joder.
Resulta que podría ser el hombre más sano del mundo y soy el más insano del mundo por mi afición excesiva a la comida.
Tengo Hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, hiperuricemia, el hígado graso, las transaminasas por las nubes y dislipemia. Obesidad, claro.
Y el médico me ha dicho, con dos cojones, que por este camino y hábitos no duraría. Así me lo ha soltado. La gracia es que luego me ha endiñado un régimen de esos que se imprimen medio a boleo y ni siquiera ha reparado en que me metía cosas en el régimen que no puedo comer, con lo cual me he quedado algo frío con el tiparraco.
No sé, joder.
También me ha dicho que empezara un día uno (o sea, el lunes, que será el martes por el festivo) y que fuera a verle cada mes. Y que me diera homenajes toda la semana para despedirme (te pees). Y me ha dicho que empiece a la vez con el deporte, que si no no va a haber manera.
Vamos, que estoy muy asustado y me he planteado muchas cosas. ¿Os ha pasado algo de esto? Terapia, joder.
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