Wontnerman
Miembro habitual
- Me ha pasado algo curioso (o no). He ido con un amigo a verla esta tarde y me he quedado totalmente neutro. No he entrado en ningún momento en la historia. Es como si ni siquiera hubiera visto la película.
. Me pongo a pensar en ella ahora y no recuerdo nada que me haga decir: "Aquí han acertado" y lo que es peor, el destino de los personajes me ha dejado indiferente. No es como en esas películas en que sufres si crees que van a matar al "chico" o a la "chica".. Aquí simplemente me daba igual qué les pasase a los O'Connell.
Tal vez al principio, con ese prometedor prólogo que hubiera dado para una entretenida película de acción y terror, porque más que momias, por mucho que se empeñen en machacarnos con la palabra, me recordaban más a zombies y eso bien tratado podría tener mucha chicha. Ese emperador y sus figuras de terracota dan muy mal rollo y merecerían una película de terror y aventuras, para ellos solos.
El cambio de actriz se nota, a pesar del buen hacer de María Bello, pero no me parece que se respete la personalidad del personaje que le daba Rachel Weisz. María Bello interpreta a una Evelyn más simplona. No me la he creído en el papel.
A pesar de la buena ambientación, no sé si por los colores tan chillones de la imagen o qué, pero los personajes no los veía de verdad en los años 40, parecían disfrazados para un videoclip de los 80.
La historia es un cortar y pegar, a veces sin demasiado sentido, en el que prima más la belleza y espectacularidad de las imágenes, que no el sentido que tienen. Te quedas como diciendo: "¿Y esto a qué viene?". Cierto que como película de aventuras no hemos de buscar más que diversión, pero es que todo se precipita todo de repente y ninguno de los personajes se cuestiona nada. Hay muchas ideas, pero casi ninguna desarrollada. Cuando te das cuenta, se ha acabado sin más.
Para pasar una tarde de verano entretenida y poco más.


Tal vez al principio, con ese prometedor prólogo que hubiera dado para una entretenida película de acción y terror, porque más que momias, por mucho que se empeñen en machacarnos con la palabra, me recordaban más a zombies y eso bien tratado podría tener mucha chicha. Ese emperador y sus figuras de terracota dan muy mal rollo y merecerían una película de terror y aventuras, para ellos solos.



El cambio de actriz se nota, a pesar del buen hacer de María Bello, pero no me parece que se respete la personalidad del personaje que le daba Rachel Weisz. María Bello interpreta a una Evelyn más simplona. No me la he creído en el papel.
A pesar de la buena ambientación, no sé si por los colores tan chillones de la imagen o qué, pero los personajes no los veía de verdad en los años 40, parecían disfrazados para un videoclip de los 80.
La historia es un cortar y pegar, a veces sin demasiado sentido, en el que prima más la belleza y espectacularidad de las imágenes, que no el sentido que tienen. Te quedas como diciendo: "¿Y esto a qué viene?". Cierto que como película de aventuras no hemos de buscar más que diversión, pero es que todo se precipita todo de repente y ninguno de los personajes se cuestiona nada. Hay muchas ideas, pero casi ninguna desarrollada. Cuando te das cuenta, se ha acabado sin más.
Me ha parecido simpático el cochambroso y pobretón segundo ejército de muertos, comandados por el antiguo lugarteniente del emperador hecho polvo, y que parecía un ejército de desarrapadas momias de Segunda División o de una ETT 

El bar del hermano de Evelyn en China es ochetentero total. Casi parece sacado de un videoclip. Tras la llegada de los O'Connell al bar, pensaba que se iban a poner a cantar.
Acumulación de elementos que no acaban de funcionar: Los Yetis que parecían casi jugadores de rugby; el pegote de Shangri- La y los decorados de baratillo y cartón de China; la hija de Zi Juan con rasgos más occidentales que chinos; Brendan Fraser poniendo caritas; ese ejército chino que de buenas a primeras quiere resucitar al emperador; la extraña relación entre el general chino y la chica que es su asistente y que se deja morir al final con él; los diálogos triviales en el bar del hermano de Evelyn; los sonrrojantes momentos familiares de los O'Connell en la mejor tradición Disney; ese texto de una línea metido con calzador al final, diciendo que al poco tiempo de que el histriónico hermano de Evelyn se largase con el diamante al Perú aparecieron allí momias (quizá para evitar por agotamiento una cuarta película los guionistas dijeron: "Mete aquí que por causa del diamante, en Perú aparecieron momias" y no te mates a explicar nada más), y sobre todo el machacante diálogo de los protagonistas: "Estoy hasta los mismísimos de las momias, odio las momias, lucho contra momias, no me gustan las momias, momias por aquí, momias por allá"...
Para pasar una tarde de verano entretenida y poco más.