Es así. La realidad ahora mismo es que España no es autónoma financieramente hablando, y ya hace años: las condiciones de financiación del estado dependen en gran medida de la buena voluntad de nuestros socios de la eurozona, y si nuestros socios se "enfadan" por decirlo de alguna manera, si hay tensiones y divergencia, nuestra condiciones para financiarnos pueden verse seriamente afectadas. También las de Alemania pueden verse algo afectadas, pero Alemania ahora mismo tiene acceso al mercado, y nosotros no, y si eso sucede podemos entrar otra vez en el bucle de problemas de deuda como el que hubo con Grecia en 2010-2015. Si se produce esa situación de tensión, de unos países pidiendo al BCE que endurezca los tipos para frenar la inflación, otras que pidan que sea más laxo, otros que debemos volver al pacto de estabilidad presupuestaria... el país candidato número uno a ser la nueva Grecia de los años 20, es España, sin ninguna duda.
Y ese es el verdadero miedo, ya que cualquier decisión que se tome para frenar la inflación, a nosotros nos va afectar más que a ninguno. ¿Y cómo va a hacer el gobierno para cuadrar cuentas cuando la fiesta del BCE se acabe? Una pista: el libro blanco (el libro negro del contribuyente) de los expertos aboga por vaciar de beneficios fiscales el IRPF, de aplicar un tipo único de IVA a todo y de eliminar exenciones, y de ahondar mucho más en los llamados "impuestos verdes". Con estas salvajadas se pueden llegar a recaudar 40 - 50 mil millones de euros extras...