ya lo habrás leido pero apocalpsis Z estaba curioso¿Algún buen libro de zombies últimamente?
Tengo mono.
Follow along with the video below to see how to install our site as a web app on your home screen.
Se debe tener en cuenta: This feature may not be available in some browsers.
ya lo habrás leido pero apocalpsis Z estaba curioso¿Algún buen libro de zombies últimamente?
Tengo mono.
Yo me tragué la trilogía, si bien el primero es el mejor...pero como en las pelis de zombies que lo que pasa al principio siempre es lo más interesante... esos primeros momentos de incertidumbre e ir sobreviviendoA ver, lo mismo si el hype es gordo decepcione. No sé. A mí me pareció muy bueno.
Entre su redacción tipo blog, muy conseguida, su costumbrismo gallego, bastante refrescante, y varios pasajes para el recuerdo... Aprueba con nota.
Se puede leer aislado, sí.
maravilla el expurgo... soy asiduo tambien...No sé si conocéis o visitáis con regularidad vuestras bibliotecas públicas. Yo lo hago, y en la mía (y supongo que en todas) hay una mesa donde puedes dejar los libros que ya no quieras, y llevarte los que otros dejan. También la biblioteca, cuando hace expurgo, suele dejar allí los libros de los que se desprende, y así me he conseguido yo algunos, sobre todo de Elige tu propia aventura, y Los tres investigadores.
Cada año, por Halloween, la biblioteca suele poner en la mesa una pequeña selección de terror, ciencia ficción y fantasía. Este año, la cosecha en terror ha sido más bien paupérrima (alguna antología de Wilkie Collins, creo que había) pero en novela negra y ciencia ficción, sí que me ha sido provechoso el viaje.
![]()
![]()
![]()
No he leído ninguno de estos, a ver que tal, aunque conozco algunas historias por sus adaptaciones cinematográficas (Pacto de sangre es "Perdición" de Billy Wilder, y ¿Acaso no matan a los caballos? es "Danzad, danzad malditos").
Me obligaron a leerla en el colegio y nunca me quitaré EL ODIO que le tengo.Ver el archivo adjunto 51726
Relato imprescindible de aventuras marineras, literatura, en efecto, infantil y juvenil (el autor escribió el libro para su hijo), con un niño protagonista con quien el joven lector pueda sentirse identificado; dicho lo cual, es también una novela que explora un universo moral difuso y lo hace sin que lo parezca, sin abandonar el tono aventurero, la acción ni la sucesión de peripecias, con abundantes términos náuticos y descripciones geográficas para introducir al lector en el ambiente marinero y contextualizar un espacio muy acotado, de luchas, escaramuzas y peligros constantes.
La búsqueda de un tesoro enterrado en una isla lejana que es todo excepto maravillosa y paradisíaca, y sí una tierra hostil de naturaleza abrupta, rodeada de escollos, nieblas y pantanos insalubres… se convertirá para nuestro héroe en una sucesión de pruebas de las que salir airoso, que le llevarán a descubrir el mundo más allá de los estrechos horizontes de su lugar natal y de su propia infancia, más allá de la orfandad repentina que le ha llevado a quedarse solo en la vida y dueño de su destino. Tendrá que tomar decisiones, a veces arriesgadas y temerarias, hacer amigos y enemigos, actuando siempre en una cierta tierra de nadie; enfrentándose a una banda de facinerosos que ante la duda matan primero, pero también moviéndose libremente con respecto a los supuestos agentes de la ley y de la civilización, que abandonan su cómoda existencia en pos de una riqueza manchada de sangre, los cuales tienen también ellos mismos algo de ingenuidad, de no saber muy bien dónde se meten.
El inicio en la posada constituye una narración modélica que se adentra en el terror, con figuras ambiguas y amenazantes que perturban la vida hogareña y enredan en sus ominosos asuntos a personas inocentes; los maleantes se describen en términos grotescos y de deformidad, frente al pobre niño desvalido y su madre, el bien y el mal puros. Será después cuando conozcamos, de la mano del memorable John Silver, la maldad refinada, alejada de la pura y simple brutalidad y envuelta en buenas, elegantes maneras; la de un individuo engañoso, que ni siquiera parece un pirata, físicamente disminuido pero con inteligencia, liderazgo, astucia de sobra y don de gentes, carácter manipulador y audaz… también alguien deseoso de sentar la cabeza, capaz de planificar fríamente sus actos.
Se da entonces una inesperada simetría, pues Jim se descubre a su manera como otro engañoso pirata (que se lo digan al pobre de Israel Hands) que acaba insensibilizado ante la violencia, entre la irracionalidad infantil y la templanza de un adulto que le llevan a acciones de los que ni él mismo se creía capaz, que incluso encuentra en el malvado a la figura paterna que ha perdido. Y se forja brevemente una relación de respeto mutuo, pues ambos deben jugar sus cartas y eso es lo que les salva, lo que aporta lo decisivo, ahí donde no llegan los hombres respetables; un caballero mentecato, patriotero y bocazas, un capitán de barco autoritario y desagradable… brilla si acaso el humanitario racionalismo del médico, o la oportunidad del antaño rufián Ben Gunn para redimirse.
Nos queda por último el retrato que se hace de la figura del pirata como “caballero de fortuna”, es decir, de villano dueño aún así de su propios códigos de conducta al margen de la buena sociedad, susceptibles eso sí de ser traicionados a la menor oportunidad. Lejos de cualquier romanticismo, son sujetos absolutamente corrompidos por la codicia, el alcohol y la mala vida, perdedores autodestructivos, y en última instancia, seres enfermos cuyo tiempo ha quedado atrás, que ya sólo pueden elegir entre acabar en la soga (en el infierno) o reformarse de algún modo. Que al principio dan miedo, pero que acaban dando más pena que otra cosa, y sobre quienes planea la amenazante figura del capitán Flint, remota, terrible y mitificada, cuya presencia continúa viva en forma de voz espectral entre los árboles, de pájaro de mal agüero que lleva su nombre.