La semana pasada compré una cortadora de pelo en MM de La Maquinista. Quería jubilar la vieja que tenía. Pues bien, no llegó a 1 minuto de estar en marcha, y ya dejó de funcionar para siempre (Made in China).
A los 2 días, después de salir del curro, me presento por la tarde en MM para devolverla, y me encuentro con que la sección de devoluciones tiene una cola de cuidado, y más de 50 numeros de diferencia para que llegase mi turno. Esto era el viernes a las 7:00 de la tarde.
Vuelvo el sábado, otra caminata más (me lo tomo con paciencia y resignación), con la esperanza de que al mediodía la gente esté comiendo (eran cerca de las 3) y aquello esté más vacio. Pues llego, y me encuentro con todo lo contrario: más gente todavía, la mitad fuera, y mi numero más de 150 por encima del que tocaba en ese momento. Me tiré un buen rato, pero mi paciencia se agotó a los 40 minutos. Durante ese tiempo, apenas habían avanzado unos 20 números.
Conclusiones: la oficina de devoluciones de MM es totalmente disuasoria. Para 30 euros no me vale la pena perder horas de mi tiempo (ya había perdido bastante). Lo asumo como dinero tirado a la basura. Y la última y más importante: No vuelvo a comprar más allí.
A los 2 días, después de salir del curro, me presento por la tarde en MM para devolverla, y me encuentro con que la sección de devoluciones tiene una cola de cuidado, y más de 50 numeros de diferencia para que llegase mi turno. Esto era el viernes a las 7:00 de la tarde.
Vuelvo el sábado, otra caminata más (me lo tomo con paciencia y resignación), con la esperanza de que al mediodía la gente esté comiendo (eran cerca de las 3) y aquello esté más vacio. Pues llego, y me encuentro con todo lo contrario: más gente todavía, la mitad fuera, y mi numero más de 150 por encima del que tocaba en ese momento. Me tiré un buen rato, pero mi paciencia se agotó a los 40 minutos. Durante ese tiempo, apenas habían avanzado unos 20 números.
Conclusiones: la oficina de devoluciones de MM es totalmente disuasoria. Para 30 euros no me vale la pena perder horas de mi tiempo (ya había perdido bastante). Lo asumo como dinero tirado a la basura. Y la última y más importante: No vuelvo a comprar más allí.