Hoy me ha pasado algo desatroso y curioso a la vez.
Moviendo de sitio mis aparatos y justo cuando estaba conectando el cable HDMI se me ha "deslizado" mi reproductor/grabador Sony RDR-HX1010, un peazo grabador de 400Gb de disco duro (algo anticuado ya, curiosamente) que era la niña de mis ojos. Se ha caido de una altura de 1,80 m. y ha golpeado el suelo justo "de punta" y por una esquina. ¿Resultado? La botonera completamente destrozada y la chapa lateral doblada. Ahora sólo funciona con el mando ha distancia.
Suerte he tenido que todo lo demás funciona correctamente y aparte de que hay un lado que no puedo ni mirar no ha pasado nada más.
Lo más curioso del caso es que no me he cabreado ni soltado ningún improperio. Simplemente me he puesto ha llorar como un crío. Ver cómo el aparato caía y se despanchurraba contra el suelo ha sido todo un shock.
Es sólo un aparato electrónico, y no es nada que no se pueda sustituir incluso por algo con más prestaciones pero me he sentido como si le hubiera pasado algo a una mascota. Vamos como si veo como al perro lo pilla un coche. Es como mínimo curioso y quizá digno de psicoterapia
Ahora que han pasado unas horas me sorprendo a mi mismo con esa reacción. Lo normal en mi hubiera sido cagarme en moros y cristianos, en la madre que parió a to quisque y en no se quién más (bueno si que lo se pero no lo pienso decir
) y sin embargo me he puesto a lloriquear como un niño.
¿Vosotros que opinais? ¿Tan mal estoy?
Moviendo de sitio mis aparatos y justo cuando estaba conectando el cable HDMI se me ha "deslizado" mi reproductor/grabador Sony RDR-HX1010, un peazo grabador de 400Gb de disco duro (algo anticuado ya, curiosamente) que era la niña de mis ojos. Se ha caido de una altura de 1,80 m. y ha golpeado el suelo justo "de punta" y por una esquina. ¿Resultado? La botonera completamente destrozada y la chapa lateral doblada. Ahora sólo funciona con el mando ha distancia.
Suerte he tenido que todo lo demás funciona correctamente y aparte de que hay un lado que no puedo ni mirar no ha pasado nada más.
Lo más curioso del caso es que no me he cabreado ni soltado ningún improperio. Simplemente me he puesto ha llorar como un crío. Ver cómo el aparato caía y se despanchurraba contra el suelo ha sido todo un shock.
Es sólo un aparato electrónico, y no es nada que no se pueda sustituir incluso por algo con más prestaciones pero me he sentido como si le hubiera pasado algo a una mascota. Vamos como si veo como al perro lo pilla un coche. Es como mínimo curioso y quizá digno de psicoterapia

Ahora que han pasado unas horas me sorprendo a mi mismo con esa reacción. Lo normal en mi hubiera sido cagarme en moros y cristianos, en la madre que parió a to quisque y en no se quién más (bueno si que lo se pero no lo pienso decir

¿Vosotros que opinais? ¿Tan mal estoy?