nogales
Miembro habitual


Extraordinaria
si ya Negociador me pareció muy buena ( con el que hace un díptico tremendo que constituye el mejor retrato que se ha hecho sobre el fin de ETA ) , con esta Cobeaga se ha superado.
Recurriendo de nuevo a un escenario casi teatral, consigue que empatizemos con este cuarteto de perdedores, comando imposible de desubicados que buscan su particular fe en otros aspectos de la vida ( la amistad, el amor, la comida ) una vez perdido el rumbo de la lucha armada. El final ademas no aporta una visión idílica de la resolución, tal y como nos la han vendido desde los medios.
Gracias sobre todo a contar con un Javier Cámara descomunal, lo bien perfilados que están todos los personajes y sus interrelaciones y el acierto de la ubicación temporal en pleno mundial 2010, la impresión de que todo la historia está realmente bien hilada y acotada, como un buen guiso. El chanante Julián López aporta su dosis habitual de vis millennial friki, Miren Ibarguren carga tal vez con el rol menos jugoso a nivel cómico y mas dramático pero está perfecta ( y voto por ella como futura Anna Gabriel si se animan a hacer un film sobre el procés ) y Gorka Otxoa cumple. Mención especial para el enorme Ramón Barea que de paso se convierte en el nexo de unión del díptico antes mencionado.
Una pena que al ser Netflix haya sido ninguneada en los Goya, porque seguramente hubiera arrasado.