Respuesta: "Hotel Transylvania" de... ¡Genndy Tartakovsky!
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Hotel Transylvania, Genndy Tartakovsky, 2012)
El tener a los monstruos de la Universal reunidos en un mismo escenario no es cosa nueva. Ya desde "La zíngana y los monstruos", allá por el 44, la colección de títulos donde se daban cita todos ellos consta de unos cuantos referentes y de distintas formas, tonos y resultados como ya lo fueron "Van Helsing", "Una pandilla alucinante", "Pesadilla antes de Navidad" de una manera mucho más sui generis o series como "La familia Monster". Incluso en España nos arriesgamos con algo tan carracuca y ochentero como "Buenas noches, señor monstruo".
Tartakovsky siempre ha sido todo un referente en el campo de la animación 2D. Sus animaciones siempre han constado de originalidad, rapidez de movimientos y diseños remarcados, de cultura pop inmediata y cultura entre los amantes de la animación serial. Cada director/artista/diseñador cuenta con un estilo particular, reconocible nada más ver sus productos y por extraño que parezca "Hotel Transylvania" podría decirse que es la escepción que confirma la regla pues cuesta ver la mano o trazo del aclamado director aunque el diseño de personajes y de escenarios no están nada mal.
Pero el error no está ahí, al menos no de una forma tan dolorosa. El error para mi gusto es el tono: le cuesta aposentarse o decantarse por una forma en concreto. Enfocada para los más pequeños de la casa con mucha locura visual, un ritmo excesivamente frenético que no reposa en darle más forma al resultado para darle mayor consistencia y con un humor demasiado tenso, que no logra conseguir la carcajada sincera más allá de algunos pequeños detalles y el guión se torna manido, quizás demasiado, en un producto visto mil y unas veces.
La pasarela de los Universal Monsters es muy diversa y bastante completista pues no sólo tienen cabida los 5 pilares sino que hay hueco para Tarántula, Quasimodo, Hidra, Yeti, Bigfoot, Cíclope, El monstruo del pantano, etc. siendo secundarios en pequeñas píldoras visuales llamativas y que funcionan como guiño cinéfilo agradecido para los espectadores doctos en la materia. Pero más allá del acierto monstruoso, la película es muy extraña en su conjunto, ya que como comedia es demasiado histriónica y cuando intenta ponerse seria (la historia que hay detrás de esa sobreprotección por parte de Drácula hacia su hija) llega tarde y se queda corta.
Una lástima porque creo que este filme, enfocada hacia un tono más serio o incluso dejando el humor a un lado o con menos extremismo en las formas hubiese ganado bastantes enteros pues cuando hace amago de un terror soft (el pueblo de zombies / la explicación de Drácula en la penumbra) la película gana muchísimo. Un producto que intenta dar una vuelta de tuerca más en cuanto a la relación amor-odio entre monstruos y humanos. De haber sido más seria y menos infantil(oide) creo que estaríamos ante un título mucho más consistente y con más puntos de conseguir mayor aplauso.
Aunque tengo la mosca detrás de la oreja pues creo que es carne de revisionado por la sencilla razón de que son muchísimos detalles que se pierden en el camino ante la rapidez del metraje (aunque el mensaje es claro y sencillo al respecto). Ahora, reconozco que este plano me puede: