La madre que me parió, aquél **** debía de ser de granito de un pulsar, porque no me lo explico. Acabé con un dolor en el culo que no era normal. Fue montarme en el **** y decir "ay la lecheeeeee, ¿pero qué diablos pasa aquí?".
A pesar de que incluso me paré dos veces y bajé el **** por ver si era éso, me seguía doliendo muchísimo y me dije que ya me acostumbraría. Pues bien, estuve dos días con un dolor en la zona del coxis que ni os podéis imaginar. Tuve que estar un día de reposo y caminar como si me hubieran partido el ojete.