El problema no es de recursos: es de organización y gestión de los mismos.
Por ejemplo: hablemos de informática. El estado subvenciona la introducción de las nuevas tecnologías en las fundaciones sin ánimo de lucro. Se entregan hasta 26.000 euros a fondo perdido para ello. Solo se pide factura de gastos, y justificación "tangible" de lo invertido.
Llegado a la práctica. Cualquier espabilao con una empresa de programación habla con un amiguete. Este monta una asociación... no sé... para la defensa de la almeja litoral del Guadalquivir. Y encarga a esta empresa una página web y un ordenador para alojarla. Se hacen cuentas:
-- Un ordenador, 4.000 euros (si, es que los clónicos han subido de precio que-te-ca-gas)
-- Conexión a internet por diez años (se paga por adelantado, que hay que estar prevenidos), 6.000 lereles.
-- Mantenimiento de la página por esos diez años, 16.000 más (es que es una página mu compleja).
Se pilla el dinero, se planta un ordenata cualquiera del Media Markt, un sobrino del gerente hace una paginilla en Dreamweaver de lo más molón, y... a repartir.
Y eso lo sé por que me lo han ofrecido.
Y digo yo... ¿Y si en lugar de tirar el dinero en subvencionar a las almejas litorales (y a los listos, por que "casualmente", siempre se enteran de estos chanchullos familiares de ciertos funcionarios de alto rango, los demás tendríamos que bucear en el BOJA), se invirtiese en equipos y (sobre todo) formación para el funcionariado (o en este caso, para los juzgados)? ¿Y si se optimizase la adjudicación de dichos fondos para que el proveedor cobrase el mismo día de la entrega de los equipos, y no un año más tarde, y así nos ahorrábamos que carguen márgenes del 300% para cubrirse? (también lo sé por que lo he hecho).
Sé que es una utopía, pero... que bonito sería todo si viviésemos en un país de verdad...
Manu1oo1