Patricia Highsmith

Henry Morrison

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Miskatonick, Arkham
Patricia Highsmith

Por algún motivo, siempre confundí a esta escritora con Mary Higgins Clark, autora que no me gusta nada, y no había leído nada de ella hasta ahora. Acabo de leer dos libros suyos, "A pleno sol" (El talento de Mister Ripley) y "Ese dulce mal".
¿Mis impresiones? A pleno sol es una novela cojonuda. Entretenida, se lee de manera rápida y voraz. Tom Ripley es el chaval más hijo puta, amoral, egocéntrico, sin escrúpulos, que se pueda imaginar. Pero engancha, su busqueda de felicidad (material) se sigue con sumo interés, y en unas pocas páginas, cualquier lector le desea lo mejor, pese a sus fechorías, sus estafas, sus mentiras, sus peores crímenes. Se lo perdonamos todo, deseamos que escape de la justicia, porque hace lo que muchos querríamos hacer, es un atractivo reverso oscuro del alma humana, pero no oscuro-negro, la Highsmith nunca pinta blancos ni negros, sino grises: Tom es amoral, un estafador y un embustero sin escrúpulos, con gran sangre fría, por último un asesino impulsivo, pero frío y calculador. Sin embargo no es malo, ríe, llora, sufre cuando pierde un amistad, incluso ama. No es un malo de opereta que únicamente haga cosas horribles, ni que se regodee con ellas. Hace lo que hace por dinero, por un tren de vida que desea llevar, pero que en principio, no está a su alcance, y cuando mata, lo hace para sobrevivir, para salvar un obstáculo o un peligro.
Sé que es la primera sobre una saga protagonizada por el personaje, cuya continuación es "La mascara de Ripley" que estoy ansioso por leer. Si alguien ha leído la saga Ripley, me encantaría que comentárais si están a la altura del original...
"Ese dulce mal" es un tipo de novela totalmente distinto. Donde en Ripley nos encontrábamos con una novela policiaca más o menos al uso, si bien profundamente amoral, carente de justicia, pero entretenida y adictiva... Ese dulce mal es un retrato psicológico de la locura, una novela asfixiante, el examen psiquiátrico de una obsesión patológica, enfermiza. David Kelsey es un joven ingeniero. Tiene un puesto importante en una compañía donde es necesario, gana mucho dinero, vive en una pensión rodeado de gente que le admira... parece un joven que ha triunfado en casi todos los aspectos de la vida, envidiado por muchos. Además, aparenta ser un joven muy considerado, pues pasa los fines de semana visitando a su madre en un asilo...
Pero todo esto es pura invención, como descubrimos enseguida, una fachada. David es un hombre inconsciente de lo que le rodea, solo tiene ojos para Anabelle, la mujer con la que está obsesionado, y con la que ansía casarse. Ella, sin embargo, ya se ha casado, aunque intenta mantener una amistad cortés, una amistad que David, en su cada vez más preocupante obsesión, convierte en otra cosa. Tampoco hay madre alguna en una residencia, sino una casa en medio del bosque, donde David fantasea con Anabelle, imagina que ella comparte los fines de semana con él, incluso habla con ella. Revive una relación amorosa que no solo no es posible, sino que en realidad, nunca fue tal. Anabelle está casada, y pronto tiene un hijo. Cualquier hombre corriente abandonaría la esperanza. Pero los celos potencian la obsesión, para David, la situación es injusta, debe luchar contra ella: que Anabelle abandone a su marido y a su hijo para estar con él es completamente lógico.
300 páginas de novela absorbente y asfixiante, un estudio psicológico sobre como una obsesión inofensiva en principio, pero insana, puede desembocar casi con facilidad en locura y crimen. Recomendadísima.
¡Me queda tanto por leer de esta señora!
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¿Habéis leído algo? Me interesan mucho "Mar de fondo" (una historia de cuernos mal puestos a un hombre aparentemente impasible y pacífico) El diario de Edith, que por lo que he leído, tiene que ser tan asfixiante como "Ese dulce mal" (una mujer que, ante la miseria de su vida, comienza a reinventar la misma en su diario, llegando a refugiarse en este, negando la realidad) o "Las dos caras de enero" que promete ser una intriga policiaca más al uso, pero igualmente desquiciada (un incómodo triángulo entre un turista y una pareja de estafadores). Pues eso, ¿que habéis léido, que os parece esta mujer?
 
Lo subo tras haber leído Mar de fondo. Me repito: Joder con la Highsmith. Sus libros... no son libros, son exámenes psicológicos de patologías enfermizas, de obsesiones. Los que he leído tienen el mismo entramado: personas corrientes, como vosotros, como yo. Gente que trabaja, que tiene problemas conyugales o de amistades, que sufre... poco a poco, la escritora va metiendo a esos personajes tan BIEN cuidados y perfilados en pasadizos cada vez más pequeños, y nos mete a nosotros con ellos. Y lo peor de todo es que esos personajes no saben donde acaba el pasadizo, es como si cayesen por un peligroso tobogán del que no conocen el final. Aguantan, y aguantan, hasta que finalmente, surge el crimen. Muchas veces es ocasional, casi nunca es planeado.
Y el lector lo sabe. Lee el angustioso periplo de esos personajes torturados que solo quieren vivir en paz consigo mismos. Pero sabes que sus obsesiones, sus pequeñas envidias y odios, totalmente corrientes e inofensivos, se van a ir creciendo en el interior, sin salir nunca en pequeñas dosis. Hasta que conduzca, inevitablemente, al primer crimen, un crimen inesperado para la víctima, pero sobre todo para el propio asesino.
¡Ah, los crímenes de la Highsmith! Los criminales jamás huyen de la escena del crimen. Nunca urden, en unos pocos minutos, un fantástico plan para deshacerse del cadáver, como en el tópico cine policial. Con frecuencia, ellos mismos denuncian la muerte. Lo comentan con sus familias y vecinos, y acuden al juicio tranquilos, y declaran en medio de una gran serenidad. Ni una sola mirada acusadora, ni una sola sospecha, porque estos asesinos, una vez cometido el crimen, están escondidos bajo la mejor tapadera del mundo, la de personas corrientes de esas que "no matarían a una mosca". Pero es que, ni ellos mismos sufren por su crimen, ni se regodean ni sienten remordimientos. Una indiferencia total hacia sus actos, pero bajo esa indiferencia hay algo distinto... algo peor, dormido, pero latente.
Entonces, alguien de su entorno sospecha, quizás alguien cercano al fallecido. Algunas personas comienzan a hacerse preguntas. Pero el criminal cree que lo tiene todo bien atado, goza siempre de intachable reputación, y se ríe en las narices de sus acusadores, si estos llegan a acusarle personalmente. Sin embargo, de nuevo algo de ellos se remueve. La situación empeora, y llegan otros crímenes. No hay odio en las muertes de estas novelas, se mata primero, por un puro impulso, sin motivos, sin móvil. Y luego, por supervivencia, por tapar el primer crimen. pero esto ya no es posible, con el segundo o tercer crimen, las pistas se amontonan, todo es más precipitado, una oscura sombra de sospecha empieza a flotar en torno de nuestros protagonistas, un halo de fatalidad. Lo sabemos. Están perdidos.
Por que es lo mejor de estos libros. Cuando te pones frente a un libro de Patrcia Highsmith habiéndote leído un par de ellos, sabes que te encontrarás con una serie de personas cotidianas, y el personaje será una persona cotidiana, pero siempre hay algo en su psique, alguna particularidad aparentemente inofensiva: viejos celos, viejas afrentas, una obsesión... y sabemos a donde conduce el camino. Sabemos que la justicia no actuará sino tarde y mal. no nos importa la justicia, ni las víctimas, sufrimos con esos asesinos tan simpáticos, tan comunes.
Leñe, que me encanta la Highsmith.
 
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