Respuesta: Resident Evil: Ultratumba (Resident Evil 4: Afterlife)... en 3D
Resident Evil: ultratumba (Resident Evil: Afterlife)
Alice continúa buscando supervivientes para ponerlos a salvo cuando, inesperadamente, recibe ayuda de una vieja amiga. Nuevas pistas, con la promesa de un paraíso a salvo de zombis, les conducen hasta Los Ángeles, pero, cuando llegan, descubren que la ciudad está llena de miles de muertos vivientes. Alice y sus compañeros están a punto de caer en una trampa mortal.
Dirección: Paul W. S. Anderson.
Productores: Paul W.S. Anderson, Jeremy Bolt, Don Carmody, Bernd Eichinger, Samuel Hadida, Robert Kulzer para Constantin Film Produktion, Davis-Films, Impact Pictures.
Productores ejecutivos: Victor Hadida, Martin Moszkowicz.
Guión: Paul W. S. Anderson.
Fotografía: Glen MacPherson.
Música: tomandandy.
Montaje: Niven Howie.
Efectos especiales: Anibrain, Mr. X, Paul Jones Effects Studio.
Intérpretes: Milla Jovovich (Alice), Ali Larter (Claire Redfield), Kim Coates (Bennett), Shawn Roberts (Albert Wesker), Sergio Peris-Mencheta (Ángel), Spencer Locke (K-Mart), Boris Kodjoe (Luther), Wentworth Miller (Chris Redfield), Sienna Guillory (Jill Valentine), Kacey Barnfield (Crystal), Norman Yeung (Kim Yong), Fulvio Cecere (Wendell), Ray Olubowale, Christopher Kano, Tatsuya Goke, Nobuya Shimamoto, Peter Kosaka, Dennis Akayama, Kenta Tomeoki, Shin Kawai, Mika Nakashima, Takato Yamashita, Hiromi Okuyama...
Nacionalidad y año: Reino Unido, Alemania, Estados Unidos 2010.
Duración y datos técnicos: 91 min. color 2.35:1 3-D.
Adivina quién viene a cenar
Después de que las entregas dos y tres de la saga fuesen dirigidas por otros cineastas (el debutante Alexander Witt y el veterano Russell Mulcahy), Paul W. S. Anderson, padre de la franquicia, y guionista y productor de toda la saga, retorna al sillón de director después de su primera aportación. ¿Quiere esto decir que la presente entrega es más ambiciosa? Comercialmente sí, desde luego, a tal punto que inclusive se ha rodado en el tan de moda formato 3-D, para apabullar al público más aún, si cabe, con respecto a los títulos anteriores.
Por lo demás, sigue la misma fórmula inquebrantable. Al menos, es digna de mérito la rotunda fidelidad en la continuidad narrativa, recuperando la línea argumental de las previas, a tal punto que el resultado semeja más una serie televisiva al uso que un ciclo de películas más o menos vinculadas. No sólo eso: si en los anteriores filmes estos finalizaban de un modo rotundo, salvo el golpe de efecto ineludible, aquí directamente se ofrece un final abierto para proseguir con nuevas entregas, pese a que, de momento, no hay nada confirmado; todo dependerá de la respuesta del público, imagino, amén de que Anderson se halla en este mismo momento enfrascado en otras películas: ahora se encuentra en la post-producción de
Death Race 2, que dirige Roel Reiné, está filmando una nueva versión de
Los tres mosqueteros, esta vez con él al mando de todo, y tiene en pre-producción la adaptación de otro juego,
Castlevania, que dirigirá James Wan.
La historia, pues, encadena con el final de la previa película,
Resident Evil: Extinción (
Resident Evil: Extinction, 2007), haciendo uso del elemento sorpresa con el que aquélla finalizaba (y que no precisaré, por si hay algún espectador interesado que no esté al día), para luego, tras un a modo de prólogo, olvidarse de ello e iniciar una nueva historia. Se recuperan personajes previos, incluidos los perritos despellejados, y la narración, si así puede llamársele, es nimia, así como los personajes, definidos con la “capacidad” que tiene Anderson para ello, es decir, una neurona para soltar frasecitas, otra para pegar tiros, y sanseacabó. Así, tenemos un grupo de supervivientes que responden a la fórmula primaria característica del director de
Mortal Kombat: la tía buenorra y autosuficiente, el tío buenorro y listillo, el negrito gracioso y ocurrente, el traidor cabrón y obvio, el mierdecilla que caerá a la primera...
Todo está preparado, obviamente, para crear una escena de acción tras otra, sin parar, de tal modo que en realidad la película es una partida de juego más. En estas escenas de acción Anderson se vuelca a su “estilo” característico, que consiste en sobresaturar cada vez más, con horrorosos planos al ralentí, poses chulescas, y cuando parece que no puede exagerar más, otra vuelta de tuerca más en ese sentido. Y, por encima de todo, ruido constante, de disparos, de explosiones, del más mínimo gesto potenciado al máximo, de
flashbacks en planos ultracortos que apabullan al personal, y de la machacona música de tomandandy, que no se toma un descanso.
Si lo que se está buscando es un espectáculo adrenalínico, supongo que esto es adecuado; la técnica del 3-D es utilizada en su máximo esplendor, y los objetos no paran de ser disparados contra el público. Ahora bien, quien vaya buscando “cine”, se puede ir olvidando.
Anécdotas
* Título en México:
Resident Evil 4: La resurrección. * Título alternativo:
Resident Evil: Afterlife: An IMAX Experience. * El subtítulo de la presente película, “Afterlife”, era el previsto para la previa entrega, hasta que se cambió por “Extinction”. Incorpora elementos de los juegos
Resident Evil Code: Veronica (2000) and
Resident Evil 5 (2009). * Filmes previos de la franquicia:
Resident Evil (
Resident Evil, 2002), de Paul W. S. Anderson;
Resident Evil: Apocalipsis (
Resident Evil: Apocalypse, 2004), de Alexander Witt;
Resident Evil: Extinción (
Resident Evil: Extinction, 2007), de Russell Mulcahy. * La película se estrenó en Estados Unidos y España simultáneamente, el 10 de septiembre de 2010; previo a esto, sólo tuvo una premiere en Tokio, el 2 de septiembre, y un estreno limitado en Japón el día 4.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)