Me extendere un poco mas en lo que vi que el otro dia os escribia desde un movil y no era plan de soltar tochos.
(SPOILERS SOLO EN EL ULTIMO PARRAFO DE LA CRITICA)
Con Revolutionary Road Sam Mendes nos cuenta lo que podria ser perfectamente la precuela de la historia de su opera prima. Frank y April son basicamente Lester y Carolyne 10 años atras. Aun en la treintena los personajes de Revolutionary Road no han llegado al punto en el que sus caracteres han sido anulados y sustituidos por identidades falsas, pero desde su desesperada situación son capaces de predecir dicho futuro al tiempo que la proximidad de su juventud les permite recordar (mediante algunos flashbacks) lo que han perdido.
Lo que resulta mas descorazonador de cintas como Revolutionary Road y la propia American Beauty (esta solo en parte dado que el matrimonio de Lester estaba ya perdido, de ahi la importancia en ella de la herencia recibida por los hijos y la invisibilidad de estos en la obra que nos ocupa ahora), es la ausencia de respuestas a las numerosas preguntas que nos asaltan durante el visionado; ¿es utopico desear una vida no carente de experiencias vitales o dichas esperanzas no son mas que engaños autoinducidos?, ¿es posible ser feliz asumiendo la mediocridad de tu vida o de este modo la felicidad es falsa y conseguida mediante la fuerza de la costumbre?, ¿ha de mentalizarse una persona con la realidad que le rodea aun a riesgo de perder su identidad?, ¿cuanto hay de madurez y cuanto de conformismo en el abandono de nuestras metas? Los problemas matrimoniales que plantea Revolutionary Road parten de la confusión que provocan todas estas cuestiones sin solución aparente. El conflicto radica en lo que subyace, de forma que la insatisfacción personal se manifiesta en un continuo desahogo con la persona mas próxima, a la cual por logica tampoco es posible satisfacer. Resulta imposible alcanzar la plenitud cuando tus ambiciones no estan claras (en el caso de Frank), o cuando estas se cimentaban sobre pilares equivocados (la parte de April). Por no mencionar a los hijos, relegados a mera justificación de algo que dejo de tener sentido.
Acertadamente Mendes nos narra desde dentro la rutina de esta frustrada pareja con un tono y puesta en escena realista, sobria y no poco reivindicable. Paradojicamente y aceptando este enfoque cercano, Mendes ( a cuya cámara le falta algo mas de naturalidad en las disputas conyugales) consigue un resultado frio y distante al apartarse discretamente y dejar que todo el peso recaiga sobre sus dos formidables actores, haciendo que la mas surrealista American Beauty salga victoriosa en el terreno emocional. Buen trabajo formal a pesar de todo el de una película que encuentra en la música de un Thomas Newman que rememora Camino a la Perdición, un apoyo a veces innecesariamente (por lo repetitiva) presente.
Revolutionary Road es una cinta que se abandona de forma depresiva y cabizbaja cuando entendemos que una muerte puede ser, mas alla de una tragedia, un hecho liberador (al igual que ocurria en la ópera prima del director), para la prisión que supone una vida sin alicientes, y cuando la película nos predice un futuro de pareja en el que el hastio esta tan asumido que la replica ya no encuentra lugar en favor de un aliado en foma de silencio (forzado), reflexión última no por cínica, menos terrorifica.
Ropit dijo:
Es que esta película no pide ambición visual, pide contención y sí una correcta recreación de la época (los 50). De hecho, en American Beauty, de lo poco que me sobra son algunas idas de olla oníricas para tirar más por lo visual, cuando el carisma del personaje de Spacey ya daba para cimentar todo el metraje sobre él sin necesidad de fuegos artificiales (ni trampas).
Es que aunque funcionen como diptico y se complementen en sus historias, los tonos de ambas no son comparables porque las narraciones parten de puntos de vista diferentes. En esta Mendes nos mete la camara en el centro de la pareja y la historia nos la van contando ellos por lo que se apuesta por la contención y la sobriedad. En American Beauty en cambio la historia nos la cuenta un Lester que al comenzar la narración ya esta muerto y desde "arriba" (la película se abre y cierra con sendos planos aereos sobre el barrio residencial) nos relata sus últimos dias de vida permitiendose un tono mas desenfadado, surrealista y con no pocas coñas. De hecho al fabular nos enmascara la verdadera naturaleza dramatica del relato, estando esta idea de la película en hermandad con el retrato que hace de los personajes (falsos que ocultan su verdadera cara), y no revelandose la historia mas tragica y dura hasta su desenlace, justo en el mismo momento en el que a los personajes se les derrumbra su muro externo. Incluso en dicho desenlace no se sobrecarga el drama porque el tono, mas triste que en el resto de la película, sigue siendo despreocupado (Lester esta muerto y ya no le importa, él mismo dice que aunque deberia estar enfadado por lo que le paso, no lo esta). Mayor congruencia imposible.
Son dos visiones tan opuestas que no se puede alzar una para menospreciar a la otra.
Ropit dijo:
Jarhead es una excentricidad digna de ver aunque intenta ser demasiado original y se queda a mitad de camino. No obstante después de haber visto Revolutionary Road le daré una segunda oportunidad porque, como mínimo, la recuerdo curiosona.
Irregular pero con un planteamiento interesante y poderosas imagenes. Menor en Mendes pero no bodrio.