Respuesta: Serbian Film ¿El acontecimiento cinematográfico mas polemico del año?
Totalmente de acuerdo con el enfoque de Sísifo
La Ley Española no solo está para proteger a los menores de abusos físicos, sino también conceptuales.
Si eso lo tengo claro, pero la cuestión es: ¿que es un abuso conceptual? Como ha dicho Sísifo, eso es muy opinable. La mejor manera de salir de dudas sería haciendo una relación de todos los abusos conceptuales posibles, pero es imposible porque hay millones de abusar de alguien, y por eso la ley tiene que escudarse redactando unas leyes más o menos ambiguas. Por ejemplo: "todo ciudadano tiene derecho a una vivienda digna". ¿Y qué diablos entendemos por vivienda digna? ¿Un estudio de 20 metros cuadrados, con goteras, instalaciones deficientes, pobre aislamiento térmico y acústico, orientada al norte, al lado de la calle de los pubs, y todo por unos módicos 500 euros al mes es acaso prototipo de una vivienda digna? ¡Yo quiero un chalet de 2000 m2 en la sierra, no te fastidia!
Yo, por ejemplo, encontraría como "abuso conceptual" que un señor se acerca a un niño por la calle, le regala una piruleta, le pide permiso para hacerle un vídeo chupando la piruleta, luego en su casa lo monta con imágenes de un tipo cascándosela y lo distribuye por internet, y eso obviamente es un delito, porque aunque no haya habido tocamientos físicos, sí que existe el claro hecho de manipulación del menor. En estos casos es evidente que la simple representación de los hechos constituye fuente de delito, pero no tanto por lo que muestra, sino por lo que representa.
Pero en un caso como esta película, me cuesta creer que se haya
abusado del niño. Ha tenido que haber un proceso de casting, de lectura del guión, de conformidad de los padres, del centenar de personas que trabajan en la película, de la productora... no es algo que se haya hecho a espaldas del niño. ¿Se ha engañado a este? Pues a lo mejor, pero eso no lo sabemos ni tú ni yo. A lo mejor sí que es cierto que los padres son unos energúmenos que engañaron al crío para participar en la película solo por el vil metal (fijaos: metacine) y en cuanto crezca y descubra en qué le obligaron a participar se pilla un trauma. A lo mejor se trata de un chaval que sufrió abusos de real y decidió participar en esta película para denunciarlo. O a lo mejor es un niño que es perfectamente consciente de que las películas son ficción y que nada de lo que se ve en ellas es real. Ni tú ni yo conocemos el grado de madurez de este crío.
Yo a lo mejor es que peco de bienintencionado, pero en una era como la que vivimos, en la que los menores están más protegidos que nunca (excesivamente protegidos, diría yo), estoy seguro que los responsables de la película han tomado todas las medidas posibles para no hacer daño a nadie y que además todas las asociaciones de protección al menor de Serbia han estado con el ojo avizor. Coño, que los pederastas de verdad hacen las cosas a escondidas, no lo van propagando abiertamente por los festivales de cine de todo el planeta. Si la película finalmente ha salido a la luz, se ha dejado comercializar, y lleva seis meses recorriendo el planeta no me cabe duda que se han tenido que tomar las medidas de protección necesarias.
Por supuesto, podemos entrar en el debate de si un menor tiene la madurez suficiente para participar en un film de estas características. No sé qué decirte. Yo desde luego no dejaría participar a mi hijo ni jarto de vino en un film así, pero bueno, yo tampoco me prestaría a que una cámara de TV me grabase las 24 horas del día o a hacer una felación en directo (como la de Chloe Sevigny en
The Brown Bunny, por ejemplo, y no como las felaciones falsas que se ven en esta peli), ni me prostituiría para pagarme los estudios, y sin embargo hay mucha gente que hace estas cosas voluntariamente y hasta con orgullo. Yo soy de la teoría que mientras no se haga daño a nadie, cualquiera está en su pleno derecho de hacer lo que le de la gana, aunque eso nos incomode (como, por ejemplo, el matrimonio homosexual, ese gran "atentado conceptual" contra la sacralidad de la familia).
Creo que hay demasiado enfermo suelto que ha encontrado en la excusa cinematográfica una forma de realizar su perversión y, además, ser respaldado por ejercer un arte necesitado de libertad expresiva.
En el caso de que eso fuese cierto... ¿no sería mejor que realizasen sus perversiones de manera ficcionada que de manera REAL?
Los pederastas que son cazados y perseguidos por el uso que hacen de internet para difundir y explotar su afición deberían cambiar de medio y dedicarse a hacer películas. Tendrían la excusa perfecta.
Sí, y además dejarían de hacer daño a los niños, que al final es de lo que se trata, ¿no? Que no sufran ellos...
Yo en esto estoy totalmente de acuerdo con Lerink. La pederastia es una enfermedad, y los pederastas siempre van a tener pulsiones sexuales que no van a poder evitar. Páginas atrás se mencionó la ilegalidad de hacer películas pederastas con niños en CGI hiperrealista y yo digo: ¿y por qué no? El contenido sería igualmente repugnante, pero ¿qué es lo verdaderamente importante? ¿La protección de los "principios morales" o la protección de los niños?
Una película no va a hacer cambiar de opinión a nadie: al que le exciten los niños, le seguirán excitando por mucho que le inculquen que eso está mal; y al que le da asco, no se va a empezar a sentir excitado por ver una película. Sin embargo, sí que está demostrado que las obras de ficción ayudan a canalizar determinados instintos, como la violencia o las pulsiones sexuales. Los violadores no suelen ser gente que se pasa todo el día viendo porno, sino todo lo contrario, gente que tiene su sexualidad reprimida, generalmente por culpa de una educación demonizadora del sexo. La gente que consume cantidades industriales de violencia, curiosamente suele ser pacífica y afable; la gente que pega a sus mujeres o sus hijos suele ser porque en su infancia tenía asuntos más serios de los que preocuparse que ponerse a jugar con la consola o ver animes japoneses.
Hablando de Japón, es uno de los países que produce mayores cantidades de ficciones perversas: incestos, violaciones a colegialas... mangas, animes, películas están llenas de estas atrocidades morales, y sin embargo los índices de violación en Japón son notablemente inferiores a los de la puritana norteamérica. Curioso, ¿no? Igual si los pederastas pudiesen saciar sus impulsos viéndose ficciones simuladas, dejaban en paz a los niños de carne y hueso, que al fin y al cabo es lo importante, ¿o no?