Entourage es una tonteria de colegas que se disfruta en su camaraderia y desfase masculino, pero dudo que ningún espectador serio de la misma la ponga de mejor de nada.
En ningún momento he dicho que
Entourage sea lo mejor de nada. La he puesto como ejemplo de serie que tiene amplia aceptación entre el sector masculino y poca o nula entre el sector femenino.
Yo es que no creo en definir obras por géneros. Nunca he tenido problemas en disfrutar de una ficción cuyo punto de vista fuese mayormente femenino. Incluso el cine romántico es de mis géneros favoritos cuando se hace bien, y es un tipo de cine que se asocia a ellas.
Ojo, que yo pienso lo mismo. Pero es innegable que ambos géneros muchas veces suelen divergir en cuanto a intereses y a manera de ver el mundo. Asimismo, las series y las películas nunca se hacen "para todos los públicos", siempre se orientan más a captar unos sectores de la audiencia que otros. Eso inevitablemente afecta al grado en el que se pueden disfrutar ciertas historias. Si entras dentro del target al que va dirigido una historia es bastante más probable que la disfrutes que si no perteneces a él. Un escéptico difícilmente va a disfrutar un documental de propaganda magufa, por muy excelentes que puedan llegar a ser la puesta en escena, el guión y el montaje. A un vegano jamás le va a gustar
Holocausto caníbal (y aquí no apelemos a la baja calidad de la película, que también tiene su público). Nuestros gustos, intereses y experiencias nos condicionan a la hora de disfrutar una historia.
El género no determina los gustos, pero los orienta, especialmente en una sociedad como la nuestra, en la que los estereotipos de género todavía están muy arraigados. En ese sentido, creo que las virtudes de
Sex and the City poco importan al espectador masculino promedio. Da igual lo ingeniosos que sean los diálogos o lo profundo que sea el desarrollo de personajes: pocos hombres son capaces de disfrutar una serie en la que las protagonistas pasan gran parte del tiempo hablando de menstruaciones, menopausias, maquillajes, bolsos, zapatos, anillos de compromiso, cuál es la mejor manera de darle el pecho a un bebé o chistes a costa de que Menganito la tiene corta o no sabe comer un potorro.
Hombre, es que si ese criterio femenino se resume en valorarla como lo mejor de la historia, porque son tias que hablan como los tios, cambiando conversaciones sobre coños por otras sobre pollas, ya te digo que es un criterio a tener muy poco en cuenta. Si hablamos de como rompió barreras y prejuicios, es otro tema. Aunque creo que luego el producto tiene que ofrecer algo más que ser la primera en...
En primer lugar, señalo la importancia de tener en cuenta el punto de vista femenino porque no hacerlo lleva inevitablemente a ignorar la serie, a considerarla como una especie de "error incomprensible" por parte de una HBO que en plena época dorada, cuando estaba haciendo historia y revolucionando la televisión, se sacó de la manga una basura infecta que no tenía nada que ver con el resto de obras maestras que estaba pariendo en la misma época. Y eso es mentira. Desde un punto de vista histórico,
Sex and the City es tan importante como
Los Soprano, o incluso más.
¿Que haya un gran número de mujeres que consideren que
Sexo en Nueva York es la mejor serie de la historia quiere decir que tengan razón y que sea mejor que
The Wire o
Breaking Bad? No, claro que no, pero al menos debería de llevarnos a reflexionar acerca de por qué las seriéfilas la tienen en tan alta estima. Para levantar tantas pasiones, alguna virtud tendrá que tener. La cuestión es que son ellas las que están en posición de defender la serie. He hablado sobre esta serie largo y tendido, tanto con seriéfilos como con seriéfilas y mi conclusión es la siguiente: la inmensa mayoría de tíos son incapaces de ver más de tres o cuatro episodios de la serie, por lo que su opinión de la misma siempre va a ser parcial y negativa. Muchos de ellos no son capaces de ver en ella más que "una serie en la que las tías hablan como los tíos", cuando precisamente el mérito es el contrario: las tías no hablan como tíos, sino como tías de carne y hueso. La serie muestra por primera vez la manera real de hablar de las mujeres en la intimidad, y esa autenticidad es la que logró ganarse el favor del público femenino (y homosexual, todo hay que decirlo). Pero ante todo, si te tomas la molestia de preguntarle a las fans de la serie por qué la adoran te hablarán largo y tendido sobre el ingenio de los diálogos, la autenticidad de los personajes, su modélica evolución dramática a lo largo de seis temporadas, su falta de complejos, su profundidad a la hora de analizar las problemáticas que afectan a las relaciones de pareja en el cambio de milenio... Aspectos que la mayoría de hombres somos incapaces de valorar en su justa medida, pero ellas sí, porque ellas son las que se la han visto entera, algunas de ellas varias veces. Así que podemos seguir con la postura de "esta serie no me hace gracia por lo tanto es una mierda pinchada en el palo" o pararnos a pensar que la serie a lo mejor tiene una cierta calidad que no sabemos disfrutar.